Capítulo 4 Todavía Mi Compañero

1510 Words
Punto de vista de Liana Wyatt sigue golpeando la puerta y con cada golpe, mi pánico crece. Fue fácil decirle que se vaya al infierno cuando estaba enojada. Pero ahora... estoy sobria, herida y confundida. No sé si tengo la fuerza para enfrentarlo. —No te preocupes—, Nina me sonríe como si hubiera leído mi mente. —Quédate aquí, yo me encargo de él. —Asiento aliviada y corro hacia mi habitación mientras Nina se dirige hacia la puerta principal. De repente, me detengo. Esto es ridículo ¿Por qué soy yo la que se está escondiendo de él? Yo no soy responsable de este lío, él lo es. Hice todo según las reglas hasta que lo atrapé con Gwen. Él debería ser quien se esconde, no yo. —Nina—, digo firmemente y me acerco a ella. —Está bien, yo me encargo de él. —¿Estás segura?— Me mira dudosa. —Sí—, asiento y levanto la cabeza. —Debo luchar mis propias batallas como solía hacer antes de conocerlo. —Estoy aquí si me necesitas—, me da un alentador apretón de hombro antes de desaparecer en su habitación. Respiro profundamente y abro la puerta. Wyatt parece enojado y aliviado al mismo tiempo. Pero su cabello está desordenado y sus ojos están rojos. Se ve terrible. —Liana—, susurra mi nombre y trata de tocarme, pero doy un paso atrás y él baja el brazo. —¿Puedo entrar?— Pregunta educadamente mientras mete las manos en los bolsillos. —No—, niego con la cabeza decididamente. —Solo estoy respondiendo la puerta antes de que la rompas y despiertes a todo el vecindario. Saludos a Gwen, adiós. Ahora vete. —No puedo—, dice apresuradamente mientras empuja la puerta abierta. Intento con todas mis fuerzas, pero él es un lobo y mucho más fuerte que yo, mantiene la puerta abierta sin esfuerzo. —Wyatt, por favor—, suspiro. —Solo vete, se acabó. ¿No me has dañado lo suficiente? —Eso es irónico—, gruñe enojado mientras me mira fijamente. —Después de todo el dolor que tuve que soportar con lo que hiciste anoche.— Mi boca se seca y la sangre se me va de la cara mientras lo miro. ¿Cómo puede saber lo que hice anoche? ¿Y qué dolor? —No tengo idea de qué estás hablando—, digo con falsa valentía. —Tú eres el que tiene una amante y solo me quiere casar para convertirse en Delta. Tú eres quien inflige dolor, no yo. —No te hagas la tonta conmigo—, gruñe mientras da un paso adelante y me obliga a retroceder unos pasos. —Incluso si no siento tu traición, hueles a ella. Puedo olerla a kilómetros de distancia. —No te traicioné—, le escupo mientras mi enojo consume mi miedo. —En el momento en que te devolví tu anillo, fui libre de hacer lo que quisiera. —No es así como funciona—, sonríe ominosamente. —No me rechazaste y aún somos pareja. —No—, murmuro mientras la sangre abandona mi rostro. Esto no puede ser verdad. —Estás mintiendo—, lo empujo en el pecho. —Estás inventando esto para engañarme y hacerme volver contigo. Te dije que se acabó y te devolví tu anillo. Ya terminamos, Wyatt. —Él echa la cabeza hacia atrás mientras ríe fuerte y feo. Con los ojos bien abiertos, lo miro mientras retrocedo por miedo. ¿El rechazo te vuelve loco? Desde que le abrí la puerta, ha estado saltando de un estado de ánimo a otro. Eso no puede ser normal. —¿Sabes, Liana?—, su risa se apaga y da un paso más cerca. —Siempre encontré tu ingenuidad divertida. —Me toca la punta de la nariz con su dedo mientras pasa por mi lado y se acomoda en el sofá. —Deja de mentir, Wyatt—, le grito mientras pierdo mi temperamento y me paro frente a él. —Te rechacé, sal de aquí y déjame en paz. —Intentaste rechazarme—, sonríe mientras se recuesta perezosamente en el sofá. —Pero fallaste. —¿Qué? ¿Me perdí la palabra mágica? —Pregunto sarcásticamente mientras cruzo los brazos frente a mi pecho y lo miro fijamente. —¿Debería decir por favor? —Como si te lo fuera a decir—, sonríe sádicamente. —No, mi pequeña humana, seguirás siendo mi mate hasta que yo sea Delta y des a luz a mi hijo. Después de eso, bueno... Yo mismo te rechazaré. —Nunca estaré de acuerdo con eso—, lo miro incrédulo. ¿Cómo pude pensar alguna vez que era guapo? Sus labios delgados se tensan en una línea cruel y sus ojos marrones tienen una mirada bárbara. Su barbilla es demasiado corta y casi parece débil. Su cabello castaño claro está peinado hacia atrás y ya se ven los primeros indicios de que se quedará calvo. Pero lo que mas me impacta es el destello de alegría en sus ojos mientras me mira victorioso. ¿Por qué nunca me di cuenta de lo cruel y sádico que es en siete años? —No tienes opción—, encoge los hombros con indiferencia antes de levantarse y pararse frente a mí. —Te veré esta tarde en la iglesia. Ahora ve a lavarte ese hedor del hombre con el que pasaste la noche y ponte guapa. —No estaré allí—, afirmo con determinación y lo miro fijamente a los ojos. No permitiré que me intimide. —No tienes escapatoria—, sonríe mientras me toca la mejilla y debo luchar contra las ganas de apartarme. —Ya informé a mi padre que planeas escapar y aumentó la seguridad. No saldrás de nuestras fronteras, te lo garantizo. No te pongas las cosas más difíciles. Pasa junto a mí y cierra la puerta de golpe antes de que pueda decir una palabra. —Nina—, grito mientras la vida regresa a mis entrañas y corro a su habitación. —Nina, debes ayudarme—, digo al borde de la histeria mientras irrumpo en su habitación y me siento junto a ella en la cama. Rápidamente, repito palabra por palabra la conversación entre Wyatt y yo. —Debes usar su nombre, apellido y rango cuando lo rechaces. Y ser rechazado es doloroso. Porque eres humana, no lo sentirás, pero él sí—, explica Nina una vez que he terminado de divagar. —Así que técnicamente sigues siendo su pareja. Y cuando estabas con ese otro hombre, él habría experimentado dolor abdominal físico. —Maldita sea—, escondo mi rostro entre mis manos. —Esto es un lío. ¿Puedo llamarlo por teléfono y hacerlo telefónicamente? —Levanto la cabeza y la miro con esperanza. —No—, dice tristemente mientras niega con la cabeza. —La única forma es cara a cara. —Está bien—, sonrío maliciosamente mientras un plan se manifiesta en mi mente. —Iré a la boda y en lugar de decir 'acepto', lo rechazaré. —Aunque suene maravilloso, no lo aconsejaría—, Nina levanta las cejas. —Los lobos literalmente te destrozarán. El padre de Wyatt es un rango cercano al Alfa Grant. Sin mencionar que el padre de Wyatt es un bastardo despiadado. Te garantizo que su padre sabe la verdad sobre su aventura y probablemente esté orgulloso de su hijo por tener una pareja y una amante. La humillación no le sentará bien, y terminarás pagando por ello. —Entonces, ¿qué se supone que debo hacer?—, la miro suplicante. —No presentarme también será humillante y preferiría morir antes que casarme con él. Incluso si logro escapar, él me buscara. Hay silencio por un momento mientras Nina solo mira nuestras manos, pero puedo decir que está evaluando mis opciones. No puedo pensar en ninguna solución. Mi mente está demasiado nublada por el pánico y el miedo. —Tengo una idea—, finalmente habla Nina mientras me mira y me da una mirada dudosa. —Pero no es bonito. —Cualquier cosa—, tomo sus manos como si fueran mi última salvación. —De acuerdo—, Nina cierra los ojos por un momento antes de mirarme. —Solo hay una forma de perder tu boda sin llevar ninguna culpa. Debes estar físicamente incapaz de ir. Pero debe parecer un accidente y no un acto deliberado. —No entiendo—, frunzo el ceño mientras intento entender sus palabras. —Y tal vez es mejor que no lo entiendas—, Nina me da una mirada sabia. —Voy a la farmacia a buscar tus pastillas. Mientras tanto, ve a darte esa ducha y ponte tu vestido de novia. Deja el resto en mis manos. La miro por un momento antes de asentir y camino hacia el baño.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD