+LILIANE+
Estoy en la camilla, boca abajo, con esa abertura redonda bajo mi rostro que apenas me deja ver el suelo de madera pulida del spa. La habitación huele a lavanda, a algo cítrico… y hay música instrumental suave que apenas logra calmar el torbellino en mi pecho. Mi cuerpo está desnudo bajo la toalla, y aunque se supone que debería relajarme, mi mente no se calla.
Viktor está en el otro lado del spa, seguramente hablando con alguna especialista sobre sus cremas o sus exfoliantes. A veces pienso que él tiene más pasos en su rutina de cuidado que yo en mi vida. Pero tengo que admitirlo: tiene estilo… aunque no precisamente para las mujeres. En fin, eso ya lo hablamos. Él y yo funcionamos. Al menos eso creo.
Suspiro, esperando que llegue la masajista, imaginándome que será una mujer
