Entrega total

1046 Words

En eso ella lo besa y le dice con una voz tan baja que más bien parecía un susurro embriagador: —Disfruta… no quiero que pienses. Él asiente con una sonrisa que quema, una de esas sonrisas peligrosas que prometen un antes y un después. No necesitó decir nada más. Lo vi en sus ojos. Lo sentí en la forma en que su boca buscó la mía con hambre. Y en ese instante, algo en mí se soltó. No supe cuándo, pero ya estaba sobre la encimera, con sus manos firmes levantándome como si mi cuerpo le perteneciera desde siempre. Me abrió las piernas con seguridad, con deseo. Todo en él era urgente, decidido. Su boca bajó por mi cuello, por mi clavícula, mientras sus dedos se deslizaban con una mezcla de rudeza y ternura por la tela de mi vestido. —Mathis… —susurré, sin reconocer mi propia voz, quebrada

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD