+ANA+ Me senté con los brazos cruzados en la sala, tratando de fingir que estaba en control. Pero no. No lo estaba. No cuando tenía frente a mí a tres personas que desentonaban tanto que hacían temblar mis entrañas. Viktor, callado. Siempre prudente. Niklas, confundido, con la mirada ida, como si se estuviera enterando del fin del mundo. Y Saskia, esa maldita viborita bien vestida, con su sonrisa hipócrita como si fuera la anfitriona de una cena de gala. Me hervía la sangre solo con verla respirar. —¿Es cierto que tu hermana ha estado con mi amigo? —preguntó Niklas, directo, sin tacto. Mis ojos se clavaron en los suyos con una mezcla de lástima y desprecio. Me incliné hacia él, como si le fuera a susurrar una respuesta amable, pero lo que le dije fue otra cosa. —¿Tú crees que tienes d

