Josh sabía lo insatisfactorio que sería esto para ambos después del último mes de sexo intenso y salvaje, pero estaba decidido a llevarlo hasta el final, simplemente como un punto de referencia para recordarle cuándo, y si alguna vez, se resistía a una situación difícil en sus futuras vidas sexuales. Sintió un pequeño flujo de fluido proveniente de ella y sus muslos temblaron en lugar de sacudirse mientras un pequeño clímax recorría a la mujer que adoraba. La giró sobre su espalda y se inclinó sobre ella en la tradicional postura del misionero. Josh la penetró inclinándose hacia adelante para besarla mientras la follaba suavemente con movimientos lentos. Su cuerpo se movió contra el de ella y le resultó más difícil de lo que imaginaba seguir el ritmo lento de lo que él creía que era el sex
