Había ido al baño de la universidad por una emergencia, perdiéndose un poco la clase de audiovisuales, ella sentía estragos, tal vez no había estado descansando lo suficiente como pensaba, y por eso ahora parecía que todo le daba vuelta, si quería volver a casa pero su preocupación se debía al hecho de que tendría que contarle a su tía todo lo que estaba pasando o inventarse algo, sería absurdo tomando en cuenta que las cosas tendrían efecto malo, pero cuando ella se pusiera el corriente entonces se sentiría mal, no le gustaba mentir a nadie mucho menos a su familia, y ella era importante en su vida, así que simplemente no podía hacer como si nada y decirle una mentira que le afectaría.
Si contara con un amigo en la universidad, tal vez le pudiera pedir algún consejo o algo que le permitiera saber que hacer, pero ese no era su caso, y ya por eso cuenta tendría que tomar una decisión. Su tía había sido una maravillosa persona con ella, lo seguía haciendo hasta ahora, cuidándola cuando nadie más podía hacerlo... el único ser que le quedaba en el mundo y que había levantado la cabeza por ella y por eso se preocupaba tanto.
Como si no fuera suficiente ya estar pasándola poco mal y yo nada de contradicción y su acto de presencia Brenda la chica de venía solamente para retocar tu maquillaje ya estaba frente a ese espejo y dejando sobre lava su compacto para aplicar rigurosamente en su cara.
—¿Ciertamente has ganado una beca para poder estudiar en esta prestigiosa universidad? Solamente he ido el rumor.
—¿Eh? No soy la única persona que puede estudiar aquí gracias a una beca, así que no veo la razón por la que te parezca extraño.
—No, yo solo digo. Justamente me acabo de enterar que quienes han recibido una beca, al final también tendrán que pagar el último semestre, por eso te lo estoy diciendo, tal vez no te lo hayan comentado todavía y...
—Lo sé, créeme que me puse al tanto de ello primero que tú. No es menester que me lo vuelvas a decir —soltó enfadada.
—Por eso mismo, yo me estoy preguntando cómo será posible que pagues todo ese dinero, no creo que tu trabajo como repartidora de pizza sea suficiente para cubrir el costo del semestre y en pocas palabras es como estar nadando para morir en la orilla, no te podrás graduar sin haber pagado el semestre, ¿acaso no estás tan preocupada por tu futuro?
—Yo que tú dejaría de preocuparme por los demás si es que lo estás haciendo de corazón, o solo para meterte conmigo o hacerme sentir mal... en todo caso no te concierne en absoluto lo que pase con mis estudios, más bien céntrate en lo tuyo, Brenda. Con permiso.
Y se retiró dejándola allí, un tanto molesta. No había logrado su objetivo de molestarla un poco. ¡Agh!
—Estúpida. Encontraré la forma de sabotear a esa cualquiera. De seguro algo tiene con Alexander —se atrevió a decir mientras sus manos se volvían puños fuertes.
Por el contrario Andrea se sentía aliviada de haberle dicho las cosas en la cara a esa estúpida que se creía con el derecho de opinar sobre su vida y encima fingir estar preocupada cuando solo quería verla ella inquieta y llena de incertidumbre, no valía la pena tampoco decirle que ya el semestre había sido pagado, ese no era su problema de todos modos.
—Andrea —pronunció el susodicho Alexander a solo unos centímetros de ella y la joven se aproximó pero mantuvo la distancia adecuada.
—Alex, estoy bien, no me mires así.
—Lo sé, entonces deberías de volver lo antes posible a la clase.
—Bien, ¿podemos vernos a la salida?
—Te llevaré a casa. Está bien.
Ella sonrío.
Oculta para que nadie la viera, se encontraba Paola, quién estaba ladeando la cabeza y mirando con confusión toda la escena, ya por su mente pasaba todo tipo de situaciones y razones para justificar la sonrisa que Andrea le había regalado al profesor. ¿Cómo es que ellos se llevaban también? Es que ni lo comprendía. Tal vez no era como ella creía, pero igual los miraba tan cercanos, que era sospechoso.
Se llevó una completa sorpresa al dar un respingo, por culpa de la presencia repentina de Brenda. Ella estaba alli.
—Oye...
—Creo que Andrea pagó el semestre, Paola. Estábamos en el baño y le hice la pregunta, pero se mostró tranquila que no creo que deba nada, al contrario, ya se ha pagado, aquí la pregunta es... ¿cómo rayos ha conseguido todo el dinero en tan poco tiempo?
—Bueno, no debería de parecerte algo extraño, después de todo también existen los prestamistas, seguramente fue con una de esas personas y ahora debe mucho más dinero, nadie le va a prestar tanto sin intereses.
—¿Realmente crees que haya conseguido el dinero así o de otra manera? a mí se me viene a la mente otra posibilidad.
—Brenda, ¿estás pensando lo mismo que yo? —lanzó y ella suspiró.
—Sí, tal vez... Lo que justamente en este momento estoy pensando es que nuestro profesor le prestó dinero para que pagara el último semestre, pero no podemos confirmarlo, es complicado a menos que estemos al pendiente de Andrea para escucharlo de su propia boca.
—Vale, pero... ¿Y que si le prestó dinero?
—Pues tienen algo, es obvio. Sí eso dos mantienen algún tipo de relación, estarán en problemas, Paola. Las reglas son reglas y deben cumplirse el pie de la letra. Si alguien no obedece lo que está escrito allí entonces se meterán en problemas y terminarán asumiendo las consecuencias. ¿No es muy obvio? Odiamos a Andrea, así que deberíamos de sacarle provecho a toda esta situación en caso de que sean ciertas mis sospecha.
A la otra le pareció una buena idea, al punto de aplaudir por su idea maravillosa.
—Eras tan inteligente, me parece bien, estoy de tu lado.
De esa manera es como ambas terminaban por tomar sus manos, para sacudirlas debido a ese plan estupendo que se les había ocurrido de hundir Andrea. De ahora en adelante estarían pendientes de la interacción que surgía entre Alexander y Andrea, cada vez que estuviera en una clase o sea en el receso, iban a vigilar de cerca cada uno de sus movimientos para comprobar si ellos estaban ocultando algo y en efecto si también mantenían una relación amorosa, incluso si cada cierto tiempo Brenda pensaba que eso era una idiotez porque Alexander era alguien tan importante fuera de la universidad, cabía la posibilidad de algún amorío entre ellos.
—¿Sabías que Alexander, nuestra profesor, es un empresario cotizado? Todo a su alrededor se vuelve más misterioso cuando teniendo tanto dinero está trabajando en una universidad por un salario mínimo, es demasiado raro Paola. ¿Qué hace alguien tan adinerado como él trabajando en una universidad?
—No tengo idea.
—¿No? Pues justamente es sobre eso que deberíamos comenzar a averiguar y tal vez así podemos lograr algo al respecto, pero no deja de ser bastante interesante su vida y por supuesto el motivo que lo llevó a trabajar en la universidad, en eso no dejo de pensar, no tiene problemas económicos o ninguna urgencia por venir todos los días a dar clases, pero lo hace, también tiene que ocuparse de su labor como presidente de dicha compañía, sin embargo lo sigue haciendo. De verdad es extraño.
—Sí, Paola. Fíjate que no lo había pensado de esa manera, pero se me hace que hay alguna razón detrás y no la sabemos, en eso no nos hemos equivocado, siempre hemos pensado que él parece un tipo con aura misteriosa a su alrededor, y ahora que nos damos cuenta todo tiene sentido.
—Así es. Todo tiene sentido cuando se piensa así. Deberíamos hacerlo entonces, vamos a averiguarlo. Tengo dinero, queremos hacer esto posible, tendremos la ayuda de un investigador, será suficiente para que nos diga todo lo que estamos buscando si lo hacemos por nuestra cuenta será un poco más difícil de lograr —le expresó.
—Bien, también tengo dinero, así que puedo pagar sin ningún problema, y una persona que se encargue de darnos la información que estamos buscando a tientas, y todo será más sencillo de esa forma.
—Entonces ya tenemos un plan, solo ha que seguirlo sin desviarse. ¿Vale?
—De acuerdo.
Se dieron la mano para sellar el trato.
A ambas no les importaba arruinarle el futuro a Andrea, solamente quería qué Andrea se fuera de bruces y terminara perdiendo su grandiosa oportunidad de ser un artista, aunque Paola y Brenda tenían talento de sobra, era muy obvio que envidiaban a Andrea y su originalidad y ahora más que se estaba viendo envuelta en toda una cercanía con Bradstone. No tenían remedio, y no querían una reversa, todo lo contrario, seguir adelante con todo eso.
No interesaba hacer el daño a los demás, siempre que ellas tuvieran una sonrisa victoriosa en el rostro.
Brenda había ido al apartamento de Paola ese día, su excusa de que había ido para hacer algunos pendientes en conjunto, había terminado por forjar un trato que las dos, les convenía solo para su propia satisfacción porque en realidad no estaban ganando absolutamente nada con eso. De todos modos seguían adelante con todo eso, a sabiendas de que lograrían sentirse bien por hacer el mal.
—Entonces nos vemos, quedamos así —le expresó a la otra chica, que todavía seguía cerca suyo, y luego se acercó a ella para dejar un beso sobre su mejilla.
—Sí, nos vemos.
Andrea que estaba lejana a saber lo que esas dos planeaban, ya estaba pensando en cómo decirle a su tía todo eso de una relación amorosa con Alexander, era el doble de difícil que fingir estar en una relación con él, aunque pudiera cenar algo idéntico, en realidad resultado diferente, cuando tendría que actuar delante de su tía, alguien que la conocía desde muy pequeña y que podría descubrirla en cuestión de segundos, a menos que fuera muy buena ejecutando su plan de actuación, de lo contrario se quedaría el descubierto, antes de lo que se podía imaginar. Pero eso no podía suceder.
No, no tenía que ser de esa manera.
—¿Quieres hablar de lo que tanto te estás preocupando?
Elijo la cabeza y se la quedó mirando a Mercedes que aparecía de súbito y recargado del umbral de la puerta la observaba con minuciosa atención.
—Yo... —dejó de verle y empezó a jugar con sus manos entrelazadas —. Sinceramente es algo tonto cuando te pones a pensar que ya he firmado un contrato y debo cumplirlo, pero no me puse a pensar en mi tía, ella no puede saber nada de esto, entonces haría que me retractara de inmediato pero tú y yo muy bien sabemos que no puedo echarme para atrás.
—Así es. ¿Y cuál es la solución que vas a tener delante de tu tía? Ya que obviamente no le puedes decir la verdad, pero te puedes inventar una excusa, incluso decir que tienes pareja, ya luego cuando suceda la separación será normal... de todos modos las personas con algún noviazgo, incluso de esposos, pueden separarse.
—Lo sé, incluso así me siento nerviosa y no quería mentirle, pero me veo en la obligación de hacerlo... mi tía no se puede enterar que yo he firmado un contrato para casarme con un hombre, solo porque a cambio obtuve todo ese dinero, es que me la imagino lanzando reclamos por doquier y diciéndome que si necesitaba tanto pagar el último semestre ella podría hacerlo, y justo por eso no le dije, porque sé que no dudará ni un momento en pagarlo y ella trabaja tanto, no es justo —mencionó y soltó un suspiro hondo.
—Vale. ¡Ya sé! Si quieres estar a salvo no te queda de otra que mentirle a tu tía y decirle que al fin estás saliendo con alguien que será de su agrado y es importante. Alexander es como el tipo perfecto, no lo conozco en persona, pero es suficiente con lo que me has dicho y con lo que he visto, así que tu tía quedará más que encantada al ver a la pareja de su sobrina.