Gabriella Me sentí de repente amargada por haberlo hecho todo sola. Aunque no tenía derecho a sentirme así. Jackson no me había abandonado, simplemente no lo sabía. Y yo también tenía parte de culpa. Escaparme antes de que despertara me había parecido lo más sencillo —sexo sin ataduras, irme y seguir adelante—. Eso era lo que pensaba en ese momento. Si hubiera sabido que habría un bebé, habría actuado diferente. Pero la perspectiva a toro pasado siempre es perfecta, y no lo sabía. Sentirme molesta por cómo había salido mi vida en comparación con la suya no era justo. Aun así, no podía evitarlo. Jackson no solo tenía menos responsabilidades y toda la libertad que quería, sino que también tenía tanto dinero que no tenía que preocuparse por la comida, facturas médicas o el mantenimiento de

