Grace
—Pásame esa caja de allá, por favor —le pedí a Michael. Estaba empacando mis cosas para irme a Iowa y tratando de no llorar. Otra vez.
—Déjame empacar eso por ti —dijo Michael, mientras yo intentaba meter una pila de libros en la caja. Me señaló con el dedo en tono de reproche y agregó—: No deberías esforzarte así. Tienes que acostumbrarte a dejar que otros hagan el trabajo pesado por ti.
Sabía que tenía razón, pero escucharlo en voz alta aún dolía. Siempre me había enorgullecido de poder hacer cualquier cosa que me propusiera. Mi independencia era algo que no me gustaba ceder, pero por mi bebé, estaba dispuesta a hacer cualquier sacrificio.
—Está bien, está bien. Iré a empacar mi cuarto.
Estaba ansiosa por alejarme de los cuidados exagerados de Michael. Sabía que lo hacía con b
