Capitulo 13 — Cicatrices
Nath
Las primeras semanas en el departamento pasaron lentas, como si el tiempo hubiera decidido castigarme por todo lo que dejé atrás.
Elodie salía temprano cada día, yo me quedaba sola, acompañada únicamente por el murmullo del tráfico y el aroma del café que ella siempre dejaba preparado antes de irse.
No tenía mucho que hacer.
Mis días eran un bucle de silencio, descanso y pensamientos que no me daban tregua.
Dormía poco, comía lo justo, y trataba de mantener mi mente ocupada para no pensar en él. Pero era inútil.
Todo me lo recordaba y siempre aparecia en mis sueños, el sonido de su voz, su perfume mezclado con el humo y las luces del club.
Una tarde, salí a comprar unas cosas y visité una librería, me llamo la atención una libreta de hojas en blanco
