CAPÍTULO 3

1061 Words
ACTUALIDAD De nuevo, esa pesadilla invadió mis sueños. La había olvidado, pero de nuevo apareció. Desperté de golpe y me senté en el borde de la cama, encendí la lámpara y mire el reloj. Eran las 5:00 am y faltaba media hora para que la alarma sonara. Decidí en levantarme y alistarme para llegar a tiempo al hospital. Encendí la luz de la habitación y tendí la cama, luego fui al baño y me di una ducha. Al salir me cambie y aplique un poco de loción, peine perfectamente bien mi cabello, regrese al buro donde se encontraba la alarma sonando y la apague. Después baje a la cocina a prepararme el desayuno. Mire el celular y tenía cinco mensajes sin leer, tres eran de Sara y los otros dos del hospital. Los mensajes de Sara decían que ya había depositado mil pesos en mi cuenta para que hiciera las compras y también preguntaba ¿Cómo es que se encontraba su pequeño hermano Tom?, decidí en no contestarle por el momento, hasta asegurarme que en realidad se encontrara bien. Y los otros dos decían que me apresurara en llegar al hospital a tiempo. Mire la mesa y me di cuenta de que la cena que le había preparado al pequeño Tom estaba intacta, me acerque y vi que la nota que había escrito no estaba y en su lugar estaba una servilleta con algo escrito. "JODETE", eso era lo que decía. Una sonrisa apareció, doble la servilleta por la mitad y la metí en el bolsillo de mi pantalón. No desperdiciaría la comida, así que metí el plato de comida al horno de microondas y la comí. Lave el plato y subí de nuevo a la habitación a lavarme la boca. Tome las llaves de la casa y salí, entre a mi auto y lo encendí. Comencé a manejar hasta llegar al hospital, en el transcurso del camino puse mi playlist favorita, la cual contenía música clásica y opera. Estacione el auto en el estacionamiento subterráneo del hospital y tome el ascensor para poder llegar al lugar que me asignaron. Después de algunas horas el primer paciente llego. Este había tenido un accidente en el trabajo y se había abierto el brazo. Me pidieron que lo atendiera yo ya que los demás médicos se encontraban ocupados. Aplique una sutura y administre un par de medicamentos para impedir que contrajera alguna enfermedad y luego le di el alta. Después de eso la rutina comenzó y, cuando oscureció, salí del trabajo. De regreso a casa pase al supermercado a comprar cosas esenciales, como papel higiénico, pasta dental, detergente para ropa y cosas de ese estilo; también compre cereal para el pequeño Tom, mermelada de zarzas, comida enlatada, unas pocas piezas de pan para comerlo con la mermelada y algunas verduras para preparar la cena. Me dirigí a la caja para pagar y luego regrese a casa. Al llegar baje las bolsas con las cosas que había comprado y entre a la casa. Comencé a poner todo en su lugar y luego prepare la cena, esta vez hice unos macarrones con carne picada y tomate. Al terminar de cenar lave el plato y los trastes que había utilizado y subí a la habitación. Tome mi celular y le marque a Sara. —Hola— dice al contestar. —¿Cómo te encuentras?— pregunte. —De maravilla, el hotel en el que me estoy hospedando es cinco estrellas. La habitación tiene una bañera enorme y además tienen servicio a la habitación— responde emocionada. —Me alegro— me senté en la cama y mire el reloj. —¿Cómo se encuentra Thomas? —No lo sé Sara. No lo he visto en todo el día, pero supongo que de maravilla ya que me dejo una nota diciendo "Jodete"— una sonrisa aparece en mis labios. —¿En serio hizo eso?— pregunta y yo susurro un "Si" —Ese niño maleducado. Ya vera cuando regrese. —No me molesta para nada. Sé que me odia y siéndote sincero el odio es mutuo. Ambos comenzamos a reír —No digas eso Gus, él es mejor de lo que aparenta. —Lo se, Sara— me acuesto en la cama y miro el techo. —¿Cuándo volverás de tu viaje?, olvide preguntarlo la última vez. —El viaje termina en tres meses. Así que estaré volviendo en abril. —Solo no te demores en llegar. —¿Puedo pedirte un favor? —Claro. Dime ¿Qué quieres que haga por ti? —Puedes decirle a Thomas que conteste mis llamadas. —Por supuesto ¿Su habitación sigue siendo la misma? —Si. —Es increíble. —¿Por qué? —¿Cómo es posible que alguien viva en el sótano habiendo tantas habitaciones disponibles en el segundo piso de la casa? —Sabes que se aisló de todos cuando nuestros padres murieron. No es su culpa. (…) —Es tarde— hablar con Sara era una de las cosas que más me gustaba hacer, podía estar con ella todo el día y jamás cansarme, pero lamentablemente tenía trabajo. —Que descanses. —Igual tú. Buenas noches— cuelgo la llamada y bajo las escaleras. Me acerco a la puerta del sótano y la toco un par de veces. No salió nadie así que deje el recado —Thomas, tu hermana quiere que contestes el celular— no respondió así que simplemente subí a mi habitación y me pongo a dormir. La semana paso demasiado rápido que, en menos de lo que me di cuenta, ya era fin de semana. Esta vez me levante a las ocho de la mañana. Ya que la casa era más grande tenía que asear habitación por habitación y sí, me demoraría más que cuando solo aseo mi apartamento. Comencé lavando mi ropa y también le ayudaría al pequeño Tom a lavar la suya. Entre a su habitación y saque el cesto de ropa sucia, me sorprendió que no se encontrara ahí, pero me importo poco. ¿Qué era ese desorden?, ¿Acaso vivían cerdos en esa habitación o qué? Algo que odiaba más en la vida era el desorden y, viendo esa habitación, me dieron ganas de morir —Thomas, ¿Qué es esto?— Él salió apresurado del baño y mis ojos se encontraron con los suyos.
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