• LA FIESTA •

959 Words
Es sábado por la tarde y me estoy arreglando, Lilly mi mejor amiga pasará por mi para ir a una fiesta. Lilly es una gran amiga, apenas nos conocemos hace un par de meses, pero hemos conectado tan a la perfección, es algo contraria a mi yo soy sería y algo reservada, pero ella es extrovertida y muy coqueta. A veces también se nos junta su prima Nara ella es aún más extrovertida, osea está loca muy loca, pero me encanta son el contraste que necesito en mi vida ya que soy demasiado seria e insegura y con ellas me desenvuelvo muy bien. Lilly pasará por mi y a Nara la veremos allá, Lilly a estado hablándome de un chico que me quiere conocer, dice que hoy me lo presentara. Pero yo me preguntó, quien es y como sabe de mí, talvez es su primo Nian es súper guapo es alto fornido de cabello oscuro piel clara y tiene una mirada sexy, ay y con esos labios, me quita el aliento cada que lo veo pero aún no eh cruzando ni una palabra con el, odió mi timidez. Aparte de que no se cómo se lo tomaría Lilly, apenas tenemos poco de conocernos no sé si me tendría esa confianza, y mis miedos no me permiten pregúntaselo. Escucho a mi amiga llegar y tocar la bocina de su motocicleta, sorprendentemente llega temprano y yo ya estoy lista, así que salgo corriendo apenas despidiendome de mi familia y salimos rumbo a la fiesta, en el ocaso de esta sábado tan prometedor. llegamos a la fiesta e inmediatamente suena el celular de Lilly y la veo sonreír y posteriormente buscar a alguien con la mirada y yo, yo solo estoy confundida ¿A quien busca?. — Vamos ya lo vi— me dice mientras me toma del brazo y me jala a caminar tras de ella — te lo voy a presentar no está muy guapo, pero es muy buena onda— continúa — ya lo verás. — ¿Pero quien es?— respondo en mi confusión — ¿de quién se trata? —Ya verás, tu sígueme— lo dice aún dejándome la duda y yo, la sigo confiando en ella. llegamos a dónde hay un pequeño grupo de chicos, solo chicos, y en el momento en que el saludo de mi amiga es anunciado, el chico que nos da la espalda voltea y yo lo veo como me mira y la forma en que lo hace me pone un poco incómoda. —Hola— lo escucho decir mientras extiende su mano para saludarme —me llamo Fabián . contesto a su saludo sin mediar palabras, pero mi genial amiga lo hace por mi. —Ella es Marlenne, pero tú ya la conoces — cuando lo dice regreso a mi duda ¿de dónde o cómo?. —¿Si?— me atrevo a decir—¿ De dónde me conoces? —Te eh mirado con Lilly— Lo dice algo nervioso — Vivo en frente de su casa —Nunca te había visto— Las palabras salen de mi con tanta libertad, por aclarar mis dudas. —Oh, es que apenas regrese, estaba viviendo con mi padre— Me responde regalandome una sonrisa— Pero volveré a vivir con mi mamá ah estado algo sola. Inmediatamente me sonrojo de la pena, ¿por qué me atreví a preguntar tanto?. Cuando volteo a ver a mi amiga, ella ya no está es obvio que me dejó con el. El lugar está plagado de gente y siento como el toma mi mano y siento un escalofrío en todo mi cuerpo. No lo conozco, ni siquiera se si me gusta pero me estoy dejando llevar y lo sigo hasta llegar al jardín. Ahí comenzamos a platicar sobre nuestras vidas y nuestras familias, su historia es algo complicada, con padres divorciados, y el viviendo de un lado a otro. De alguna forma termino perdiendome en sus ojos, su mirada es algo lejana, no me permite percibir nada, absolutamente nada, no me trasmite tristeza, alegría, enojo, o algo parecido, y eso me intriga. Me invita a rebuscar en esos ojo marrones algo imposible de encontrar y termino atrapada en ese reto. La forma en que me hace sentir, pensar, perderme en su mirada es algo inexplicable, siento que estoy sonrojada todo el tiempo y el no se ve ni un poco nervioso. Pero al final no me puedo sentir lo suficientemente atraída por él, no es del tipo que me gusta. Está muy delgado no es muy alto y su rostro en realidad no es muy especial tiene los ojos hundidos y con su piel clara no están muy acordé, también tiene la nariz ancha y los labios no son algo apetecible. No es feo pero no es el tipo de chico con quién saldría. Siguiendo en la plática comienzo a sentir una mirada y volteo a ver a mi derecha, mientras Fabián sigue platicando y yo apenas y le pongo atención, cuando alcanzó a vislumbrar tras el cristal de la ventana de cosina el rostro de Nian quien me mira fijamente, y cuando levanta su mano para saludar, inevitablemente le sonrió. —Nian eh!— escucho decir a Fabián y volteo a el tratando de acomodar mis pensamientos —Si— hago una pausa mientras achino la mirada —¿Lo conoces?— le pregunto estúpidamente es obvio que si —Claro que si, vivimos a unas cuantas casas— me responde—¿Tu que crees?— pregunta con sarcasmo. Comprendo que no está nada contento por ignorarlo mientras veía a Nian. —Hola, ¿que hacen?— Volteo a mirar de dónde priviene la voz y ¡oh por Dios! es Nian!!!.
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