Despues de un fin de samana perfecto, toca volver a la realidad, una que fastidia, nadie dijo que seria fácil pero de todas las cosas eligo ser una delincuente disfrazada de niña buena.
Los momentos que pude pasar al lado de Diego me hizo sentir que si tengo corazón y no soy un monstruo como muchas veces siento que soy, si mi madre me viera en estos momentos estaría feliz de verme con un chico bueno, porque eso es lo que es Diego para mi, un niño bueno, feliz, entrevertido, que lo que provoca es besarlo, acariciarlo y comérselo todo.
Salgo del Jacuzzi en el que me encontraba, seco mi cuerpo con una toalla, voy a mi closet para buscar ropa que ponerme; elijo un vestido verde menta pegado a mi cuerpo, con una chaqueta de mezclilla, me pongo unas zapatillas, el cabello lo dejo suelto, coloco unos accesorios, pongo mi arma en mi bolso Chanel.
Tocan la puerta, no me imagino quien pueda ser que viene a mi apartamento, salgo a ver de quien se trata, al abrir la puerta me encuentro con esos ojos claros que me han gustado, pero en estos momentos no siento nada, un hombre de metro noventa esta parado en la entrada de mi apartamento.
—Mauricio, ¿Que haces aquí?
—He venido a verte, porque no respondes mis llamadas –Se me ha pasado por alto responder o la realidad es que no quería, lo he soportado como amante pero la verdad ya me canso es muy intenso, si algo detesto es que quieran estar pegados como garrapatas sobre mí.
—Voy de salida, no tengo tiempo para tus reclamos –Toma mi mano cuando paso por un lado de él
—Te extraño –No se pueden mezclar sentimientos y este esta rompiendo las reglas del juego, me suelto lentamente de su agarre
—No te he llamado y ¿sabes por es?, sera que porque no te quiero ver
—Que mierdas te sucede, acaso piensas que soy un trapo viejo al que puedes botar, cuando se te da la gana –Que insoportable después de ser un buen amante se va a convertir un grano en el culo
—Ya te bote y ni cuenta te diste, Por que aun vienes a buscarme –Se pone rabioso con mis palabras
—Bien Emma así quieres entonces atente a las consecuencias conmigo no se juega niñita de papi–Sale del apartamento azotando la puerta "Que podría hacer ese bueno para nada", no me preocupa nada que venga de él, "Auch como que es eso de niñita de papi.
Llegando a casa me citan en el laboratorio, dejo mis cosas y voy a ver que quieren, esta en un cuarto subterráneo bajo las escaleras hasta llegar, estos pasillos dan miedo ni hay nada de luz, abro la puerta y definitivamente aquí no me gusta venir odio el olor de químicos que hay en este lugar.
—Para que querías que veniera –Digo tapando mi nariz es que en serio no me gusta este olor
Muestra un frasco y no tengo la minima idea de que se trata
—Para que quiero esto
—Para que se lo des al hijo de Robinsón –Pero que es esta broma, no pretendo hacer esa ridícules
—¿Que pretendes?
—Que no entiendes, lo vas a volver un adicto y para eso le vas a dar esas gomitas milagrosas –Habla esta vez mi padre, no quiero hacer eso como hacerle eso
—¿Para que es eso? –Parezco una ignorante, por tanta preguntadera
—Emma, esto contiene mi nueva composición de drogas que harán que se vuelva adicto, claro poco a poco, es como si se volviera un adicto a la heroína, pero claro no tendra que inyectarse o bueno esto –Muestra el frasco –Sera el inicio, esto es como unas pastillas que usan en las fiestas, "unas tachas".
—Como piensas que haré eso, sin ser descubierta que soy una mafiosa
—Emma ya déjate de cosas, usa tus encantos femeninos, ¿acaso te queda grande el trabajo? –Es un pendejo, lo difícil es hacerlo que se tome eso, además no quiero dárselas
—No se trata de solo hacer que se vuelva un adicto, se trata que no solo es el hijo, del director de la DEA, sino que él también es un agente – los dos se ven y ahora entienden un poco mas a lo que me refiero
—Entonces tienes que pensar bien en como hacerlo, pero de que quiero a ese vuelto un adicto y ser la destrucción de Alejandro, eso lo haces por que lo haces –Habla mi padre y se larga dejándome con la palabra en la boca, recibo el frasco y lo guardo
—¿Que tan dañino puede llegar hacer? –Necesito saber lo que puede causar
—Los daños son como cualquier droga, solo que al principio solo sera satisfactorio pero luego se acostumbrara su cuerpo y tendra que ingerir mas y allí es donde entra nuestro plan –Es una idea descabellada esto, de todo lo que me a tocado hacer esto es lo que siento que es lo peor.
—Te daré una ayuda para que se te haga mas fácil hacer esto –Me da otro frasco mas –Estas son normales no contienen ninguna droga, son para ti hermanita.
Desde el momento que me acerque a él a sido con ese propósito, solo que ahora que las cosas van avanzando, no quiero lastimarlo así
—¿Que sucede Emma?, tienes que hacerlo piensa que él es un enemigo mas y si no lo haces tu, cuando el sepa quien eres en realidad, que no te hará –Es una posibilidad que él actuara mal eso esta por seguro, quizás Demian si tenga razón en lo que dice, todo sera por la organización, nadie puede ser mejor que yo, y si para eso me tengo que llevar por delante a un agente lo haré, nadie me detendrá en mis planes.
Me acerco al bar que tiene la casa, no acostumbro a tomar, pero esta vez si necesito un trago, siento lo ardiente que baja por mi garganta, en estos instantes me desconozco no se porque estoy dudando de hacer las cosas, si bien me he conocido por lo decidida al momento de hacer las cosas. Me sirvo un trago mas y camino hasta una pared donde esta mi madre, en una pintura que se quiso hacer ella, de cierta forma me gusta verla, porque siento que ella me escucha y me consuela en los momentos que tengo un dilema, mi madre siempre tendría las mejores palabras para decir, es lo que quiero en estos momentos.
—Hace mucha falta –Habla mi padre, postrándose al lado mio, contempla la pintura y en sus ojos aun se ve aquel amor que le tuvo, mi padre no es de demostrar sentimientos, pero con mamá siempre fue un amor aunque era muy chica lo recuerdo muy bien.
—Si, la extraño demasiado
—Todos lo hacemos, Emma eres la princesa de la mafia, ese cargo consiste en muchas cosas y lo sabes bien, así que si quieres ser mi sucesora de mi puesto, entonces ganatelo y sin importar nada, de lo contrario seras una mas del montón porque sabes bien que ni teniendo mi apellido te dará poder –Como si leyera mis pensamientos, me acaba de decir lo que ya sé pero siempre se encarga de recordarme que tengo que ser merecedora del puesto.
Salgo de la casa porque siento que me asfixia en estos momentos, cae un mensaje en mi teléfono, veo el remitente, un golpe me da en el pecho, se trata de Diego "tengo que hacerlo" es lo que repite mi mente una y otra vez.