capítulo dos

1298 Words
capitulo dos: Los dos Jareth intentaba comprender aquel ejercicio de matemáticas, sin embargo no era muy bueno en ello. Suspiro soltando el lápiz y refregándose la cara, tenía sueño, llevaba mucho tiempo en aquello, entonces cuando vio la cama se deja caer sobre ella, suspirando satisfecho ante la suavidad y el olor a lavanda, seguramente su padre había lavado su cobertor, no fue realmente consiente de cuando se quedo dormido, pero al abrir nuevamente los ojos, estos lograron enfocar una figura a su lado. El peso en sus piernas, le hizo saber la posición en la que se encontraba, Darey tenía sus piernas enredadas entre las suyas, Jareth tenia el sueño pesado de eso no había duda. Darey siempre había sido así, desde que era un mocoso llorón, el solía refugiarse en el mayor y dormir muy pegados, y eso no parecia cambiar, ciertamente era un caso del que encantado se encargaba de atender. Entonces cerro los ojos para dormir otro poco más, a la vez que el otro chico se pegaba más a el, rodeando su cintura y buscando su cuello. suspiro, ahora sin poder conciliar nuevamente el sueño —Darey..—Hablo con su voz adormilada, intentando que el contrario se moviera un poco — Ey, Day... Darey parecia estar profundamente dormido, hasta que suspiro refregándose en el cuello del pálido, y así susurrar: —Ni se te ocurra moverte..— Jareth sonrió con burla, sintiendo a Darey recorrer con sus manos su espalda tensándolo un poco, solo un poco. —¿Cuánto tiempo llevas aquí?— Jareth preguntó. —Desde hace rato...—Finalmente aparto su cara del cuello del pálido para así verle a los ojos un tanto adormitado. —Pudiste despertarme — Darey hizo una mueca y negó. —Sabes que me gusta dormir cuando tu lo haces — Jareth asintió dándole la razón, a la vez que intentaba enderezarse, pero el otro chico no se lo permitió incrementando el agarre que tenia en la cintura del otro. — Te dije que no te movieras. Jareth rodo los ojos, ahora más despierto. —¿Soy algún tiempo de peluche para ti?— Jimin sonrió hacia el y coló una de sus manos debajo de la camisa de Jareth, este no paro demasiado en ello, pues Darey solía hacerlo para molestarle muchas veces. Darey delineo su espalda y cuando intento bajar un poco más, hacia su trasero, Jareth atrapo su mano y la retiró. —Ah, pequeño abusivo — Darey sonrió ante aquello. —Jae, no puedo evitarlo, eres realmente lindo— Chillo el menor, a la vez que Jareth se alborotaba lentamente el cabello desordenado. —Deja de alargarme, sabes que no funcionara — Espeto, a la vez que poniendo sus pies sobre el suelo, se intentaba soltar del agarre que Darey aún mantenía en su pequeña cintura. Habiendo acabado de quitar las manos del menor de encima suyo, Jareth fue a lavarse la cara en su baño, entonces vio a Darey con brazos y piernas extendidos en la cama contemplando su pared con seriedad como si esta le debiera algún tipo de explicación. —Oh, por cierto, Dae— El menor finalmente le miro— Me dieron esto para ti... Olvide dártela.— Explico rebuscando en su mochila, sacó una especie de caja que traía encima una carta de color rojo. Darey la tomo y alzo una ceja.— me la dio una chica... Creo que era de primer ingreso. Darey tomo la carta y suspiro. —¿Qué dice?— Jareth se río. —¿Cómo quieres que lo sepa? Es para ti — Volvió a reírse enseñando sus rosadas encías.— Pero ya deberías saberlo, ¿no es así? —Esto es tonto...—Bufo Darey, no le parecía para nada gracioso. —No te quejes, Dae, tienes suerte de gozar de una encantadora apariencia que llama la atención de muchas personas, otros no corremos la misma suerte —Se encogió de hombros, y Darey apretujo la carta entre sus manos, repentinamente se sintió enojado. —No creo que sea para tanto... Jae, tu también tienes una encantadora apariencia.— Soltó el menor, entonces Jareth volvió a sonreír esta vez yendo a acariciar las hebras del cabello de su menor. Jareth no le creía. El nunca fue relevante en ningún aspecto, era demasiado pálido y no tenia un rostro lindo, su cuerpo era como el de una mujer y nunca había oportunidad para buscar a "alguien" siempre Darey acaparaba todo, no había remedio, el realmente era bonito, era una suerte ser su amigo. —Que amable eres pequeño panqueque— Río burlón, pero a Darey no parecia hacerle gracias ¿ó quizás si? Jareth no lo sabia, su expresión había cambiado rápidamente.— ¿Tienes hambre? Darey asintió y Jareth salió a buscar alguna chuchería para pasar el rato, en lo que Darey miraba la carta arrugada en su mano. —Tonto... — Pensó en ello por un largo rato, mientras la noche continuaba. — Desde hace mucho... ah, tu realmente — El susurro era parte de su vida, al igual que la manera en la que ocultaba su sentir y sus pensamientos, quizás había miedo en explorar y ver que era lo que podría suceder. Jareth en la cocina, era ignorante de todo lo que respecta al otro, o mas bien deseaba serlo, Darey podría llegar a ser una pequeña debilidad de la cual no deseaba explorar mucho mas allá, recordó entonces al adorable niño de mejillas rellenas, ojos grandes y labios abultados, que en ese entonces parecia un pequeño panqueque andante, tan tierno y sobre todo,  dulce, hoy en día, poco quedaba de aquel niño que Jareth tanto adoraba, en su lugar, Darey había cambiado, pero en el fondo, en realidad, el continuaba buscándole, deseando de sus mimos. Rio cuando recordó la vez donde Darey lloro al momento de entrar a la preparatoria, alegando que le esperara porque iba a entrar a su misma institución, que de por si, era un poco complicado el ser aceptado. —Ah, tan estúpidamente tierno...  Ambos, llegaban a depender del otro en algún nivel...  Proximo ….Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo Proximo  —Oye, Jareth— Llamó un compañero de su clase, el pálido suspiro y volteó a verle.— ¿Podrías por favor, entregarle esto a tu amigo Darey?— Le extendió un sobre naranja, Jareth bufo y se paso la lengua por los labios con algo de molestia. —¿Por que no se la entregas tu?— Soltó con una tranquilidad abrazadora, el otro joven junto sus manos en modo de suplica haciendo que el pálido hiciera una mueca, para finalmente tomar el sobre y asentir. —¡Muchas gracias!— El otro chico salió del salón, a la vez que Jareth veía aquel sobre con una expresión seria, sus manos picando un poco por abrirlo sabiendo que Darey no se molestaría si lo hiciera, pero no lo haría. El nunca lo hacia. —Solo es otra confesión — Se dijo así mismo guardando entre un libro el dichoso sobre. Camino por el amplio pasillo de la Universidad con rumbo aún desconocido, quizás iría hacia la biblioteca ó al patio, fregó sus ojos con algo de cansancio, no había dormido demasiado y aquello comenzaba a pasarle factura. Sus sentidos se agudizaron percibiendo un lejano llamado, ladeó la cabeza buscando inútilmente hacerlo mas claro, su cuello dolía un poco también. No había visto a Darey durante toda la mañana, así que suponía que estaría con su otros amigos, Jareth ya no se sentía mal por aquello, había aprendido a estar sin Jimin desde hacia mucho, después que este había adquirido una apariencia y carácter que atraía a las personas, muchas de ellas.  
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