Oh, my stupid love

PROLOGO: A veces Jareth desea enamorarse y vivir un hermoso romance, sin embargo para su mala suerte no es bueno tratando con los sentimientos de las personas, y tampoco lo intenta demasiado, sumándole a eso, su mejor amigo Darey parece acaparar miradas cuando esta junto a el, por lo que y con un gran pesar, se ha resignado al abandono de su suerte en el amor, o de plano es muy despistado. . . . . Capitulo uno: El inicio de lo que es...  —Se encuentra por allá—Señalo con su dedo índice, el chico castaño asintió y le gritó un "gracias". Jareth suspiro y recargo su rostro en la mesa de madera, acaricio su cabellera plateada con aburrimiento, observando al castaño que vino hace un momento para preguntar el donde estaba Darey. Darey era un chico muy atractivo y en cierta manera también bastante bonito, Jareth no tenía duda de ello, ¿Cómo tenerla?, si desde que entraron a la secundaria su amigo ha sido el centro de atención y aún ahora en la universidad no deja de serlo, destacando en cierto grado, aunque tampoco era la persona mas popular, Darey tenía su cierto séquito, aunque el ignorase de su existencia. Rio levemente cuando recordó a las chicas y chicos menores que veían con total adoración a Darey, tan tierno y amable.  Sonrío con un deje de amargura para luego cerrar los ojos, recargándose en sus brazos en aquella mesa del patio de la universidad. Sintió la brisa fresca colarse por su sedoso cabello, queriendo no abrir los ojos, más aun y sumando puntos a su renuencia siente una mano muy familiar hacerle mimos a su cabello. —¿Vas a dormir?—Preguntó el menor, sacándole un sonidito de afirmación a Jareth. Darey se sentó a su lado imitando la acción de este y sonrío viendo a su mayor descansar tan plácidamente, aun con el ruido de todas aquellas personas en el patio. —Creí que estarías conversando con ese chico—Comentó de pronto aun manteniendo sus ojos cerrados. Darey hizo una mueca incómodo. —¿Te refieres a Eduard?—YoonGi se encogió de hombros. —No lo se, no se como se llama ese chico—Continuo.—Creo, bueno, estoy seguro que le gustas. —Supongo—Suspiro—Pero a mi no me gusta.—El menor observo hacia el frente, viendo el pasillo con algunos alumnos caminando. Jareth se recompuso y estiro sus músculos haciendo una mueca. —Tienes expectativas altas, Darey-cito—comentó juguetón, a la vez que se sobaba el cuello. —Tal vez....—Susurro—¿Quieres que te masajeé el cuello?, soy bueno en ellos, ¿sabes?, ayer le masajeé los pies a mi abuela. — De acuerdo, aquella era una confesión bastante divertida, los pies no son iguales al cuello, pero era sumamente adorable. —Ah — Exclamo con exageración —Darey, me conmueves muchacho, adelante— dijo dejando caer su frente en la mesa, y Darey río por lo gracioso que se veía su mayor. Comenzó a dar suaves masajes al cuello de este, mientras Jareth suspiraba gustoso por la atención, a la vez que cerraba los ojos sintiendo como sus músculos se relajaban y su labio se torcía. Cuando abrió los ojos, lo primero que logro enfocar fue a un Darey recostado sobre la mesa observándolo fijamente. —Jareth...—Comenzó — Te dormiste — El mencionado volvió a cerrar los ojos y suspiro para volverlos abrir y decir: —Lo siento...— Darey se recompuso lentamente y acarició el cabello grisáceo del contrario, a la vez que este retiraba las dulces manos del menor de si mismo. —Aun es temprano para la próxima clase, puedes dormir más..— Jareth negó con la cabeza, sacando de su mochila una botella con agua, tomando de esta. —Me siento algo tonto de la cabeza por dormirme— Se río. Parecía que Darey iba a decir algo mientras se acercaba mas hacia Jareth, pero las palabras murieron en su boca cuando un desconocido se acerco a su mesa, entonces el pálido volvió a suspirar sabiendo lo que venia a continuación. "otro día se confesiones, eh", y es que, parecia incluso una broma la cantidad de realidades que se vivían a su alrededor, mientras el escapaba y nunca lograba experimentar algo similar, su amigo, Darey recibía muchas confesiones, la amabilidad de muchos era para con el, al igual que el desagrado, porque ninguna persona puede ser cien por ciento perfecta, ¿verdad?, así como el amor llegaba a Darey como la lluvia en agosto, así mismo eran las miradas poco agraciadas que algunos tenían para con el, aunque... pese a ello, el amor siempre era bien recibido para Darey. A veces Jareth desea enamorarse y vivir un hermoso romance, sin embargo para su mala suerte no es bueno tratando con los sentimientos de las personas, y tampoco lo intenta demasiado, sumándole a eso, su mejor amigo Darey parece acaparar miradas cuando esta junto a el, por lo que y con un gran pesar, se ha resignado al abandono de su suerte en el amor, o de plano es muy despistado. Jareth intentaba comprender aquel ejercicio de matemáticas, sin embargo no era muy bueno en ello. Suspiro soltando el lápiz y refregándose la cara, tenía sueño, llevaba mucho tiempo en aquello, entonces cuando vio la cama se deja caer sobre ella, suspirando satisfecho ante la suavidad y el olor a lavanda, seguramente su padre había lavado su cobertor, no fue realmente consiente de cuando se quedo dormido, pero al abrir nuevamente los ojos, estos lograron enfocar una figura a su lado. El peso en sus piernas, le hizo saber la posición en la que se encontraba, Darey tenía sus piernas enredadas entre las suyas, Jareth tenia el sueño pesado de eso no había duda. Darey siempre había sido así, desde que era un mocoso llorón, el solía refugiarse en el mayor y dormir muy pegados, y eso no parecia cambiar, ciertamente era un caso del que encantado se encargaba de atender. Entonces cerro los ojos para dormir otro poco más, a la vez que el otro chico se pegaba más a el, rodeando su cintura y buscando su cuello. suspiro, ahora sin poder conciliar nuevamente el sueño