Capítulo 54. Buena suerte… definitivamente la van a necesitar.
Enzo bajo la mirada, sintiendo el peso de cada palabra que la anciana acababa de pronunciar. Sol le tomó la mano.
-- ¿Puedes decirnos dónde está? ¿En dónde podemos encontrar a Arnaldo? – la anciana suspiró.
-- Sí. Pero tengan cuidado. Mi hijo dejó de ser un hombre hace muchos años... él es un veneno ahora. No se acerquen sin tener claro lo que están dispuestos a perder –
Sol apretó con más fuerza la mano de Enzo.
-- Ya lo perdí todo antes Sol. Mi familia salió huyendo por miedo a la muerte. Esta vez, no voy a rendirme, no lo voy a hacer. Voy a luchar con todo por ti – Enzo la miró con una intensidad que hablaba de orgullo, de respeto y de algo más profundo… de amor.
La abuela se levantó lentamente y fue a buscar una libre
