4. Helado

1916 Words
"-Ella te hacía mejor. - y tú en cambio la hacías feliz." (One Day) Narrado Jake Llegué a la heladería pronto, conocía esa heladería por Alex, ella solía arrastrarme a aquí, aún recuerdo la primera vez que vinimos, quizás era nuestra primera cita pero jamás nos dimos cuenta. Flashback Con 15 años tuve que tener mi primer partido, aunque había jugado muchos partidos anteriormente, pero este era el primero que jugaba como capitán, haciéndolo el más importante ya que era la primera vez que todos los ojos estarían en mi. Aunque no fuera el mayor del equipo, me pusieron como capitán por mis supuestas capacidades de mando, que comentaron mis profesores con el entrenador, no me iba quejar pero me parecía raro. Antes del partido, me senté en el campo, suspiré pensando en que podía hacer y como gestionar el equipo para llevarles a la victoria, sabía que si perdíamos ese primer partido, todos me odiarían y era lo que menos quería. Cerré los ojos un instante, cuando note una persona caer a mi lado. —Lo siento—me dijo la dulce voz de Alex, abrí un ojo para mirarla. —¿Que has hecho?—le pregunte sabiendo que solo acudiría a mi porque se había metido en algún lio. —No he hecho nada—se quejo ella haciendo un puchero. —¿Que ha pasado?—le pregunte mirándola atento. —El perro que me regalaste—empezó y la mire, este año por su cumpleaños le regale un perro, casi me matan sus padres y Cory, pero ella deseaba tener una mascota, y tenían una casa grande como para dejar al perro en su casa tranquilo. —¿Que pasa?—le pregunte y ella se tiro encima mio a llorar—Alex—me queje por el golpe pero al ver que seguía llorando la abrace. —Le han atropellado—me dijo y escondió su cabeza en mi pecho. —¿Que?—le pregunte sin entender nada, creía que era una broma porque no me extrañaría que hiciera alguna, ella rozo su nariz contra mi pecho y la mire. —Han atropellado a mi perro—me dijo llorando, agarré su cara para que me mirara a la cara y ver si mentía pero su rostro destrozado me demostraba que no. —Oye—le dije y la abrace con fuerza sin saber que hacer—Tranquila—le dije y deje que dejara todo su peso en mi, no entendía como había pasado, era un perro mayor si, era uno que salvamos de ser ejecutado, Alex llevaba años enamorada de él, me pareció perfecto pero jamás pensé este final para el pobre perro. —¿Y yo ahora a quien le doy amor?—me pregunto llorando y sin poder evitarlo rió, ella rápidamente me pego. —Me ofrezco para ser tu oso de amor—le dije y coloque un mechón de pelo tras su oreja. —Gracias—me dijo y me levante ofreciéndole mi mano quien con temor la cogió y se levanto. —Vamos por un helado—le dije y ella me miro. —¿Y el partido?—me preguntó sorprendida. —Volveremos para el partido—le dije y tiré de ella. Aún me faltaba un tiempo para el carne de coche, y aunque tenía el de moto, mi madre se morirá antes de dejarme ir a clase en moto, por lo que tenía un chofer que me llevaba donde quisiera sin preguntar ni decir nada. Tuvimos que esperar un poco pero cuando llegó el coche, subimos rápidamente y fuimos a una heladería que dijo Alex, ya que según ella era la única con un helado que le gustará, no me queje, tenía una hermana y sabía que las chicas dejaban sacar sus emociones de forma más cómoda que los hombres, y en ocasiones aunque pareciera lo contrarío lo llevaban mejor que nosotros. Llegamos a la heladería unos minutos después, salimos y llevé a Alex a dentro, quien estaba aun llorando, era complicado manejar esta situación pero esperaba poder hacerlo de la mejor forma. Tras comprar el helado salimos de la tienda, paseamos por la zona mientras el chofer nos vigilaba desde la distancia. —Odio los coches—se quejo y reí. —Alex—le dije y la abrace por los hombros—Ahora odias todo, pero se pasará—le dije y ella me miro. —A ti no te odio—me dijo haciéndome sonreír como idiota—Con lo mucho que me costo conseguir que aceptaran a Tobby, y pasa esto, ahora no querrán otro animal—se quejo y la mire. —En unos años—le dije y ella me miro. —¿Y si adoptas tú uno y lo cuido yo?—me pregunto y la mire. —Hagamos otro trato—le dije y ella me miro—Pasa el duelo de Tobby, y cuando Cory y Sam se vayan a la universidad, te regalo un perro nuevo—le dije y ella me miro sonriendo. —Gracias Jake, eres el único que entiende mi amor por los animales—me dijo y me dio un dulce beso en la mejilla. Fin Flashback En estas fechas estaría eligiendo el perro que le regalaría, pero ella estaba lejos de mi y no podía darle todo lo que le prometí o desearía. Pero debo confesar, que tras ese día fue cuando decidí empezar a salir con Megan para olvidar a Alex, veía que cada vez me enamoraba más de ella y eso me estaba volviendo loco, me dolía tenerla tan cerca pero que un muro de impedimentos nos separara, era todo tan frustrante y doloroso, el amor me parecía una maldición por aquellos años, y ahora deseaba tenerlo. —Jake—me llamo Nora sacándome de mis recuerdos, la mire y le sonreí armándome de valor. —Nora—le dije en forma de saludo, tras ese simple saludo cogimos helados y nos sentamos en una mesa a comerlos. —¿Sabes algo de Aaron?—me pregunto. Aaron se había ido el mismo día en el que Alex desapareció,— supuso que fue a buscar pruebas para averiguar como había pasado todo eso, como habían podido llevarse a Alex y que nadie hiciera nada. Pero en gran medida, se sentía culpable y eso le hizo huir. —No, sigue sin responder mis mensajes—le dije y ella suspiró—¿Que tal con Jackson?—le pregunte sin rodeos. Me parecía mal que estuviera jugando con el chico, por muy muerto que le quisiera nadie merecía sufrir por amor. —No creo que sea agradable saber que estoy con él por mi padre y que amo a otro—dijo ella y se metió una gran cucharada de helado en la boca. —Mi padre ha d*********o donde esta Alex—le dije dejándome de rodeos y ella me miro—Nora, esta es tu ultima oportunidad de contarme todo y que te ayude—le avise y ella suspiró. —Sabía que Matt te lo dijo—me dijo y jugo con la cuchara. —Por favor, no me hagas perder el tiempo—le avise y ella suspiro. —El señor Black, es mi padre y no diré su nombre, porque por mucho que ahora le odie, me niego a perderle—me aviso y asentí, su nombre, al menos para mi era un misterio y me interesaba poco descubrirlo. —No me importa su nombre—la tranquilice y ella asintió. —Tuvo una aventura con mi madre y nací yo, no se hizo cargo de mi hasta hace unos años y creo que si Alex y Matt hubieran estado en su vida ni me hubiera mirado, pero al no tenerlos, vio en mi algo que usar para tenerlos—me dijo y echo su cuerpo atrás demostrando algo de tensión. —¿Y aún así le has ayudado?—le pregunté sorprendido. —Me ha dado una identidad—me confeso y la mire—Perdí a mi madre cuando era muy pequeña y mi abuela no me hablo de mis padres, para mi la familia es identidad y sin esta me encontraba perdida—aclaró y asentí. —Hacías lo que pedía para ser aceptada y saber más de él y con eso de ti—deducí y ella asintió nerviosa. —Esta en una finca a las afueras de la ciudad, que esta a mi nombre—me confeso y agarré su mano en forma amistosa. Agradecía que se abriera a mi, porque eso me daba información y me hacía estar más cerca de volver a estar con Alex. Narrado Omitente. En la finca más alejada de la gran ciudad de Los Ángeles, donde los gritos no se podían oír, donde solo se oían los ruidos del bosque que rodeaba el lugar y los coches que pasaban por las carreteras cercanas. Nadie sabia que pasaba en aque lugar, era uno de esos lugares por los que pasabas con el coche y te quedas mirando por su belleza, preguntándote de quien sera pero sin pararte a pensar que sus paredes esconde horror, un terrible y horrendo dolor. —Algún día, saldremos de aquí—hablo Mark apoyado en la pared que compartía con Alex, la joven estaba sentada mirando a la pared, creyendo que así se sentiría más cerca del chico. —Esperó que sea así, me volveré loca si me hago vieja aquí—se quejo Alex haciendo reír al chico. —Yo d***o ver a mi hermano pequeño—confeso el chico tocando la fibra sensible de Alex. —¿Estabais muy unidos?—preguntó ella con miedo de hablar de algo desagradable. —Era un pesado, no voy a mentir, me seguía a todas partes y me molestaba, pero me molesta no poder verle ir a los bailes de su colegio con chicas—comento él haciendo reír a Alex. —Seguro te echa de menos, yo lo haría—dijo ella y él negó. —Odio estar encerrado—se quejo él y ella rió. —Yo lo amo, enserió—habló ella con ironía. —No lo decía en ese sentido—dijo él riendo—Me refiero a que me aburro, y no me gusta, antes al menos me pegaban y me sacaban de la monotonía—explico el chico pero no convenció a Alex. —No se cuanto llevaras aquí, pero llevo un tiempo aquí y te aseguro que desearía que me dejarán tranquila—dijo ella y paso su mano por sus piernas pensativa—Además, aburrirnos viene bien—comento ella. —Discrepo—comento él y ella sonrió. —He vivido mis mejores aventuras cuando me aburría—explico ella y cerró los ojos pensando, recordando las aventuras vividas—Conocí a las mejores personas de mi vida cuando me aburría y buscaba aventuras, para mi aburrirme trae cosas buenas—explico ella. —¿Ahora te aburres?—preguntó el divertido. —No, y llevo sin aburrirme mucho, porque aquí solo me vuelven loca—comento Alex y decía la verdad, llevaba mucho sin darse la libertad de bajar la guardia y aburrirse, sentía que en ese momento debía estar atenta a cada minuto para evitar sufrir y así vivía, aunque Mark le hacía bajar la guardia, aunque ella aun no era consciente de ello.
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