Prologo
El despertador suena como cada día a las 6:30 indicándole a Joyce que es hora de levantarse, ella sin titubear mucho lo detiene, se estira para deshacerse de la pereza, los ladridos de su pequeño perro la hicieron sonreír y asomo su cabeza por el borde de la cama para mirar hacia el suelo...
- Hola Sue- dice sonriéndole al animal mientras lo carga del suelo- ¿Dormiste bien? – esta le responde lamiéndole la cara, ella la acaricio para volver a ponerla en el suelo.
Joyce se levantó, se puso una bata para cubrir su pijama, salió de su habitación con su pequeño perro detrás y se dirigió a la de su padre, al entrar la encontró vacía y justo como estaba el día anterior, su padre hacia 3 días que no volvía a casa, el hacia ese tipo de cosas, se desaparecía por semanas e incluso meses y aparecía con más deudas de las que tenía antes de irse, apestando a alcohol y más delgado.
Desde que su madre murió las cosas fueron cuesta abajo, su padre perdió su trabajo, se hundió en el alcohol y las apuestas olvidándose de Joyce siendo está obligada a cuidarse sola desde los 9 años, hace 8 años que ella ha aprendido a sobrevivir sin él, por sus calificaciones consiguió una beca para estudiar arquitectura en la universidad en las mañanas hasta medio día, trabaja de medio tiempo en las tardes hasta las 6 como camarera en el café Maid y de noche como mesera para un restaurante nocturno todo para sustentarse y mantener su casa con todo lo que hay adentro, es lo único que su padre no pudo quitarle y vender para gastarlo en alcohol y apuestas, porque todo está a nombre de ella, lo que le dejo su madre y que jamás quisiera perder.
Le ha tocado una vida difícil siendo hija única, con un padre que no la ama y familiares muy lejanos, la única que la apoya y vive con ella es su prima Miranda quien es 6 años mayor que ella, trabaja para una compañía de cosméticos en el departamento de ventas #2, ambas trabajan muy duro para mantenerse a flote y ser felices, aunque no sea tarea fácil.
Joyce fue a bañarse, se vistió y bajo a la cocina dispuesta a preparar su desayuno, para su sorpresa encontró el desayuno hecho y una nota de Miranda: ''He hecho el desayuno, por favor come sé que anoche no cenaste no quiero que te enfermes, animo, te quiero'', Joyce sonrió, comió y se fue temprano a la universidad, cuando llego...
- ¡¡Joyce!!- dice un chico apareciéndole de repente.
- ¡¡OH MI DIOS!!- grita ella exaltada- Hyung Sae ¿Quieres matarme?- dice ella algo sobresaltada.
- Lo siento...- dice el algo apenado- ¿Por qué en vez de llamarme por mi nombre no me dices Oppa?- dice el sonriendo.
- Porque simplemente no quiero...- dice ella caminando- Es un apodo ridículo.
- Él toma las cosas de ella- Anda no seas así...- dice el rogándole.
- Tal vez te lo diga cuando yo quiera no cuando te parezca- dice ella caminando con las manos en los bolsillos.
- ¿O sea que me lo dirás? – Ve que ella sonríe- ¿Eso es un sí?- dice emocionado- Es un sí.
- Ella sonríe y lo mira- no es la gran cosa...- camina al paso de él y empieza a bostezar.
- Te ves cansada, ¿Estas bien? – dice mirándola.
- Si, solo tengo un poco de sueño me acosté muy tarde terminando los planos, pero lo hice...- dice ella sonriendo.
- Tonta, te dije que yo podía hacerlo solo, ahora estas muy cansada...- dice el sintiéndose culpable- No debí de hacerte caso.
- Basta…- dice ella deteniéndolo y entrelaza su brazo con el de el para continuar caminando- Esta todo bien, la tarea era de ambos, hiciste tu parte y a mí me tocaba hacer la mía, lo hicimos bien porque ya todo está terminado.
- Esta bien, ¿Quieres ir a desayunar? Yo invito- Dice el sonriendo.
- Ya desayuné, Miranda me hizo el desayuno antes de irse, ve tú a desayunar, yo preparare la presentación…- dice tomando sus cosas.
- De acuerdo nos vemos al rato...- Dice el luego se va.
Después de la universidad como de costumbre fue a trabajar en el café de Maids...
- Hola...- dice entrando por la puerta de atrás.
- Joyce, ya estás aquí...- dice la dueña sonriendo- llegas a tiempo como siempre, ve a ponerte el uniforme hoy tenemos muchos clientes, las chicas llegaron más temprano así que empezaron primero, vamos- dice sonriendo y se va a atender a los clientes.
En ese café las chicas eran hermosas, Joyce era una de las favoritas por ser muy linda, la más joven y tierna de todas, la amabilidad le salía natural, con su cabello largo y n***o, hermosos ojos color miel y una sonrisa encantadora resultaba ser un encanto…
- Buenas tardes, Bienvenidos al café Maid, ¿En qué puedo servirles?- dijo Joyce con una gran sonrisa y amabilidad, toma sus órdenes para volver a mirarlos- por favor esperen un momento, sus órdenes estarán listas en unos minutos- se va a la cocina a dar sus órdenes.
Cuando termino de trabajar en el café fue rápido a la cafetería nocturna...
- Buenas noches señor Kung...- dice entrando y sonriendo.
- Buenas noches Joyce, estas aquí a tiempo como siempre- dice el sonriéndole- Ve a prepararte, luego ayuda a Hyung Sae y los demás a elegir el plato especial de hoy, abrimos en 30 minutos- se va.
- Ella se preparó y fue a la cocina- Buenas noches chicos- dijo con una gran sonrisa mientras escuchaba como los demás la saludaban.
- Hola de nuevo- Dijo Hyung Sae sonriéndole- No logro decidir que servir esta noche.
- A ver...- dice ella mirando la lista de platillo- Este...- le señala- A todos les gustará...- dice ella mientras se recoge el cabello en una coleta de caballo- Pero no lo preparen con ajo, sustitúyanlo por pimienta, el sabor será mucho mejor.
- ¿Cómo lo sabes?- dice el mirándola sorprendido.
- Porque así es más sabroso, tal y como lo hacía mi madre...- dice un poco nostálgica, luego sonríe- Bien es hora de abrir...- va y cambia el letrero de cerrado a abierto.
Cuando termina su jornada laboral se despide de todos...
- Buenas noches...- dice ella sonriendo y luego se va caminando por la calle.
- Joyce espera...- dice Hyung Sae alcanzándola- Vallamos juntos a casa.
- ¿Y qué pasó con tu auto? - dice ella mirándolo.
- Al parecer se descompuso, porque no encendió cuando me disponía a venir para acá- dice el caminando a su lado- al menos sirvió para no dejarte ir sola a casa ya que te cuesta subirte a mi auto.
- No es eso, solo que no quiero que haya rumores sobre nosotros, ya mi vida es lo suficientemente complicada como para agregarle algo más.
- Te entiendo...- dice mientras la abraza hasta que llegan a la casa de Joyce- Bien ya llegamos.
- Así es, gracias por acompañarme a casa, nos vemos mañana en la universidad...- dice ella mientras le sonríe- buenas noches.
- Buenas noches...- dice el mientras se despide y la ve entrar, luego se va camino hacía su casa.
Las cosas iban bien aparentemente, pero todo iba a desmoronarse una semana después... Su rutina diaria se vio interrumpida una mañana, Joyce estaba lista para irse a la universidad, todo estaba preparado, cuando de repente entra una llamada al teléfono de la casa, una que el identificador de llamadas no podía reconocer, pero igual contesto y así comenzó todo, con una simple llamada...