Era de noche, las calles estaban completamente mojada por la fuerte lluvia que caía, gente desconocida corría desde sus autos en atuendos elegantes huyendo de la tormenta y no arruinar sus perfectas vestimentas. Owen estaba de pie en la puerta principal en forma de arco de un importante y familiar lugar, vistiendo un smoking negr0, con las manos metidas en sus bolsillos, parecía esperar a alguien pacientemente dando la espalda al interior del opulento salón que albergaba una gran fiesta. De pronto, una delicada mano se posó sobre su hombro izquierdo y él se dio vuelta, encontrándose con la sonrisa que tanto añoraba volver a ver, acompañada de una bonita máscara negra con detalles verdes adornando el resto del rostro. —¿Me habías olvidado? —Jamás, conejita. Cada día he esperado este mom

