Eran las 4 de la mañana, los invitados se notaban más alegres con algunos tragos encima en el ambiente con menos iluminación proveniente del juego de luces de colores desde la ubicación del Dj, había más gente bailando y disfrutando de la noche en la pista. Después de conversar por algunas horas que parecieron pocos minutos para ellos, Owen invitó a bailar a Amelia una vez que hubo más confianza entre ellos, habiendo una posibilidad de que no lo rechazara. Ella aceptó gustosa. Amelia se movía al ritmo de la música con gracia y osadía, bailando todo lo que el Dj colocara, Owen no era un experto, pero al menos sabía llevarle el ritmo, él estaba embriagado siguiendo sus movimientos de cadera, por su tacto cuando colocaba las manos sobre su pecho para dejarse llevar por sus brazos, por sus o

