No tardes mucho

930 Words
Yo grito aun, pero no veo que ninguna culebra en el entorno se mueve. Cabe destacar que casi muero, ya mi ritmo cardiaco esta acelerado del susto, lo que quiere hacer Carolina conmigo es matarme. El joven me sostiene en sus brazos, y el aprovecha para rosar mi trasero sutilmente y suavemente. Carolina lanza una carcajada, cuando ve que no me suelto de los brazos de Alejandro, ella me mira, y no para de carcajearse, hasta saca su espejo y labial de su cartera. —Hay ya, esperen que se me calme esta gran risotada, que siento ustedes si no saben cuándo es una broma y cuando puede llegar a ser real, acaso ven la culebra, ustedes creen que yo estaría aquí, si una culebra, pero bueno los engañe, solo quería ver como reaccionabas ante una culebra que no existe, no imagine que te afectara tanto, como para abalanzarte en brazos desconocidos —me sonríe mientras arregla su cabello. —Me dan ganas de tirarte una dona en la cabeza mujer, ¿Dónde más tenía que recurrir dime?, mi primera reacción fue lanzarme, y él me sostuvo, me diste un tremendo susto, aun tengo acelerado el corazón —le digo mientras Alejandro me baja lentamente para que mies pies tocan el piso, y cabe destacar que sus manos tambien no piden permiso, cuando se trata de roces, supuestamente “accidentales”. —Ya paso el susto, no era una culebra solo era Carolina haciendo bromas, mujer te pasas, casi asustas a tu amiga —dice Alejandro. Lo mire a los ojos el me miro tambien, ambos teníamos miradas penetrante, y yo intento buscar algo en él, que me llame la atención aparte de que sus manos tocan un poco mi piel, tuve que ser directa, sin querer, un poco objetiva en este asunto. Intento buscar algo en sus ojos que me indique que no quiere algo más intimo conmigo, pero en sus ojos me dicen varia cosas que me confunden, no quiere cama, pero a la vez sí , algo que indique que me quiere conocer, conociendo a mi amiga ella, seria la primera en que se dejara tocar la blusa, retiro la mano de Alejandro de mi pierna, aunque admito que su toque es sensual, pero no me conoce, no le conozco y en su mirada solo veo que quiere cama, no sé, pero es mi sentir, o quizá este equivocada. —Tranquila, no te pongas sata mujer —me dice mientras deja de tocar mi pierna. —Que pereza con ustedes dos mas acción, y menos drama, de quedarse en silencio, me afocan los dos, ya vámonos tengo hambre quiero comer, Alejandro y yo no desayunos aun, tu mujer porque ya comiste, y no arrugues la frente, o si no tendré que comprarte crema especial para esa arruga, sonríe, que aun no estas vieja, estamos a tiempo, yo porque soy un poco liberal y me gusta aprender, y experimentar, explorar, pero tu mi amiga, eres reservada, pero no esperaba que te abalanzaras así de fácil, esta guapo, viste sus músculos, hay yo me lo comería de almuerzo, desayuno, cena , 2 meriendas, no seas aguada amiga, deja al patán aquel, y se libre, y busca tu felicidad —me dice mientras me quedo pensando. Alejandro se me queda viendo, me sonríe, y pues no dice nada, igual que yo nos subimos al automóvil, y en la camino el automóvil se queda sin gasolina, toco pasar a una gasolinera, y fue frustrante, ya que me toco quedarme sola con Alejandro. Mientras estábamos en el automóvil el me dice a mi oído —Tienes que aprender hacer libre, ¿acaso nadie te valora o te mima como yo te lo hice hoy?, no mientas se que te gusto mi toque sensual —me dice mientras me recojo el cabello. —No, yo creo que llegare virgen a la tumba —respondo con sinceridad. —¿¡Que, eres virgen!? —Pregunta Alejandro asombrado. —Si, no todas las mujeres que conoces son vírgenes, al menos yo quiero guardarme para el hombre indicado —le respondo. —Ya veo, eres una joyita —me dice Alejandro. —Si y soy de la más cara —le respondo. Alejandro solo se ríe, —pero cabe destacar que me doy mi lugar como chica, tampoco en mi desesperación abriré las piernas con quien s eme ponga enfrente —le digo —Eso noto, que bueno mujer, pero solo queda decirte que eres bella, que nadie te diga lo contrario —me dice Alejandro. —Gracias por el piropo, yo soy una joyita que valgo millones de dólares —le digo. —Jajajajajajajajajaja, en eso tienes razón, está bien que te cuides, solo tienes que abrir tu corazón a alguien algún dia, no puedes pasar solo encerrada en tui mismo —responde Alejandro. —Algún dia Alejandro, cuando este lista lo hare —respondo seria. —Pero no tardes mucho, a veces el corazón se cansa de esperar, carolina me hablo de ti, dice que eres una chica linda, responsable, buscas trabajo, que a veces te pones triste porque aun nadie te pela, pero ya verás que habrá alguien que, si te pela, y te buscaras, y será extraordinario para tu vida —responde Alejandro. —En eso tienes razón —le respondo. —Eres insegura contigo mismo, eso esta mal sabias —me dice. —No sabia que fuera tan insegura conmigo misma —respondo. —Pues ahora lo sabes —responde Alejandro en voz baja. Carolina asoma la cabeza e interrumpe.
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