La miradas no mienten hablan por si solas

1099 Words
Segundos después una voz masculina, se reía de mí, y intento agarrar mi cintura, y coño ¡Podía sentir, que su respiración estaba agitada!, Sentía que él estaba con una doble intención, al agarrar mi cintura, y me susurro al oído preguntando —Te duele algo. Mi cuerpo en ese momento se quedó en pausa, ¿Quién es el para que toque mi cintura?, ¿Quién es el que me toca sin permiso?, ¿Qué es esto que siento por esa dulce voz recorriendo hasta mi pelos?. Volteo para ver a mi amiga, y ella tiene una cara como quien dice, “Hay mujer yo que tú ya lo hubiera besado”. —Adiós, cuídate, me tengo que ir a la trabajo — me dice Eduardo Peldaños —Adiós, y gracias por salvar a mi amiga Ada, espero que se vean pronto y hagan cosas lindas —lo dice en doble sentido. —Ok —dice el erizando mi piel, suena tan sexy esa voz, él se retira. —Perdiste tu oportunidad del beso mujer, no entiendo por qué lo dejaste ir, yo si hubiera sido tú, y lo hubiera besado, me hubiera hecho la muerta para que me resucite —me dice mientras se acomoda, para manejar. Carolina arranco el automóvil y nos fuimos a mi casa, a descansar, realmente me sentía rendida, me puse a pensar en que había pasado realmente, por qué Eduardo me había ayudado y se había tomado el tiempo de hacerme un masaje, nadie en su sano juicio, hubiera hecho eso por mí, y menos dejarle el número a una extraña como yo, solo recuerdo sus ojos divinos Carolina interrumpió mis pensamientos y dijo —Amiga mira Héctor te mando mensaje, acabo de verlo, no escuchas que te caen mensaje dice si irás a la cena, que le pongo, ósea que al final de todo piensa reconciliarte —dice mi amiga mientras maneja. Dame el celular, manos y vista en el volante, no quiero un accidente mujer y bueno, le contestaré mandándole un mensaje personalmente. Mensaje de texto de Héctor: —Hola si vas a llegar al restaurante para cenar está noche con nosotros mamá y yo, mi madre tambien ira así que concéntrate, no será nada malo, hablaremos de temas importantes, la pasaras bien—. Mensaje mío: —No tengo otra opción, aparte solo por qué sé que pedirlas mi plato favorito iré, tu mamá pues no sé, ella es rara, es decir, a veces se mete en lo que no le importa, se supone que tengo que ir solo contigo, es de pareja, y como tú no me entiendes, espero hablar realmente de cosas importantes, y que tú me hables como un hombre de verdad—. Mensaje de Héctor: —Cariño solo ven ok. —Ok —. —Soy yo o le gusta amargarme mi vida —me respondo yo misma. —Amiga llame hace horas con anticipación, con dirección exacta y todo, para que nos traigan comida china y así almorzar y después dormir y te despertaré para que te vayas a cenar con Héctor, y para mí es un mal plan, le hubieras dicho que no —responde Carolina guiñando el ojo. Nos fuimos a casa y entramos, me aviento en el sofá, y veo pues el número de Eduardo peldaños, me dan ganas de llamarle, pero no sé, pero quiero intentarlo. Meto el número de Eduardo peldaños, en mi celular y le marco, fue una cosa que yo nunca imagine hacer, al otro lado su voz sexy me contesta y yo siento que me muero por dentro. —Hola, hay alguien en la otra línea —me dice él y yo solo suelto un suspiro, sin decir nada, y le corto la llamada de un solo. Carolina se acerca y solo me ve, y ya sabía yo que iba a decir algo y abrir su boca. —Hay mujer si estas mal, es un hombre, deberías hacer que el este a tus pies —me dice Carolina. —Que esperabas que hiciera, que le dijera oye soy Ada y estoy desesperada por verte y sabes qué otra cosa me gustas mucho— le digo mientras arreglo mi cabello. —Si mujer, eso tuviste que haberle dicho, no tiendo porque eres tan tímida, o que Héctor te detiene que pereza, está mal que eso lo hagas por Héctor, solo déjalo, amiga él no te merece no te cuida, no el hombre caballeroso, entonces no tiene sentido— me dice mi amiga mientras se sumerge su cara en un guacal con agua. —¿Qué haces? —Pregunto intrigada. —Hay amiga mojo mi cara, tengo calor —responde mi amiga. —Ok —respondo —Tocan el timbre —me pregunto quién es. Abro la puerta. —Hola querida —me dice Alejandro. —Hola —respondo. —Hola que guapo estas —responde Carolina. —Hola guapa —responde Alejandro dirigiendo su vista donde está mi amiga. —Tu y yo tenemos algo pendiente —responde carolina mientras se hace su cabello para atrás. —Dime tu te estoy esperando —responde Alejandro. —¿Esperando que? —Pregunta mi amiga con cara de hipnosis. —Lo que platicamos, te quedaras conmigo, y vemos como formamos, algo vos y yo, o desaparezco, de tu vida —responde Alejandro. —inténtemelos y si funciona, prométeme que me mimaras, si no funciona, solo te iras, y no volverás —responde mi amiga melancólicamente. —Ok, es un trato hecho —responde Alejandro. —¿saldrás ustedes dos juntos? —Pregunto. —Si querida, estoy emocionada —responde mi amiga. —Bueno te declaras antes que yo, a tu verdadera costilla que es el amor, y es Alejandro, tu cuídala mucho, que mi amiga es sensible, te diré que ella es comelona, cualquier comida le gusta, y de colores no le gusta el n***o —le digo mientras me toco mi cabello. —Perfecto —me dice Alejandro. —Me gusta tu corbata —responde mi amiga Carolina. —A mi me gusta todo de ti, no solo busco cama, busco una chica con la que quiero pasar mi vida entera con ella, y hacer muchas cosas —responde Alejandro acercándose más a Carolina. Carolina se sonroja, al ver que el se acerca más, y quien no, si están tan pegados, me voy disimuladamente, pero me quedo espiando, por la cocina, para ver que hacen, era de suponerse que los dos se besan, mi amiga merece ser feliz, y Alejandro es para ella, y se ve feliz.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD