03

837 Words
Axel La noche transcurrió tranquila hablamos por horas, había conseguido su número la había acompañado a su habitación, pero la idea de separarme de ella , pero la realidad me golpeaban fuertemente, no sabía que hacer no podía contarle que era mi alma gemela y que soy un licántropo era absurdo, debía pensar en algo mañana seria mi última oportunidad  y no me quedaban sin opciones. -          Maldita sea.-dije entrando a la habitación, empezaba a sentirme frustrado y ansioso, era  normal una vez tienes contacto con tu mate todo cambia, mientras más tiempo pase con ella mas se fortalece el vinculo. -          ¿Qué paso? ¿y esa cara? –dice Alan. -           Hermano  la encontré, mi corazón late desenfrenadamente y pulmones ansían respirar su olor, mi lobo me está volviendo loco, no puedo manejar mis emociones. -          ¿de qué estás hablando? -          Encontré a mi mate, es una humana hermosa y  amable, alguna vez has llegado al punto  de la fascinación que quieras morderla, porque no te aguantas y sientes que la única alternativa para controlarte es mordiéndola. -          Estas ebrio y no estás controlando tus emociones, sabes que podemos sentirnos y ahora necesito concentrarme. -          No me estas escuchando.-digo con torpeza, mientras lo alejo. -          Está bien hermano, sabes que tenemos una conexión y  si no controlas tus emociones puedo sentirlas y es abrumador, necesito que te relajes y en cuanto termine hablamos. -          No me espere, dormiré  fuera.-dije para salir, a veces me enojaba todo el tiempo que  Alex y Alan me trataran como un maldito adolecente, cuando lo único que hice fue nacer unos minutos más tardes, camine en dirección de la habitación de mía y me tome la botella a fondo, sabía que ese alcohol no iba a emborracharme pero, me ayudaría para  mi actuación, una vez llegue a la habitación toque varias veces  y me senté al lado de la puerta. -          Miaaa.-arrastre las palabras. –creo que me perdí de habitación, te importa se me quedo aquí afuera. -          ¿estas borracho?¿estas…axel –dijo confundida quitándome la botella. -          No quiero irme y mucho menos que te vayas, me gustas, es loco pero podría asegurarte que eres el amor de mi  vida y quiero estar contigo siempre, vete conmigo a Siberia. -          Estas locos, yo no puedo tengo familia y eres un chico muy agradable podemos seguir hablando por chat y…….. -          Odio las relaciones a distancia, podemos escribirle a tu familia para que no se preocupe y te prometo que tiene la vida asegurada, te daré todo lo que quieras. -          No es fácil, apenas que conozco. -          Que más razón que esa necesitas para quedarte, solo respóndeme esta pregunta ¿también sientes que esta conexión que  siento yo? -          Yoo…..Axel yo…. Si pero.. -          Eres el amor de mi vida mía. –dije frustrado. -           Estas ebrio déjame ayudarte.-dijo haciendo de soporte para ponerme de pie.-debemos llamar a tu hermano. -          No  no no.-dije. -          Bueno.-dijo observándome unos segundo.-ya se, agua te ayudara, solo debemos quitarte la ropa. -          Es muy pronto para eso.-digo.-hay que conocernos primero. –ella rio en respuesta. -          No me refiero a eso.-Dijo soltando una carcajada, después de un rato me había llevado a la ducha  y dejo ahí, me había traído unos bóxer que me quedaban algo ajustado. -Definitivamente no eres de mi talla.-dijo volteando la cara. -          ¿ahora qué haremos?-digo embozando una sonrisa. -          Bueno, deberíamos dormir ya es tarde…. –para taparse los oídos  por el trueno, está a punto de empezar a llover. -          Tranquila amor mío, estoy aquí para ti cuidare de ti. Mía Este chico en definitiva me estaba enloqueciendo y se que debes de andar por ahí enamorándote  de cualquiera que te habla bonito, pero en algo tenía razón había una conexión en ambos y no  podía evitar sentirme segura y atraída por el era como un imán, y un tornado a la vez ya que desabarrotaba todos mis sentidos con una simple mirada, un gesto o una acción, no era el típico chico él era tan lindo, cariñoso y atento, me  gustaba era obvio. -          Puedo cuidarme sola. -          Nada de eso, ven aquí. –recostándose en la cama. -          No, no es necesario te quedaras esta noche pero, no intentes hacer nada  raro y te sacare al pasillo, ni se te  atreva tocarme. -          Sus deseos son órdenes. –para dividir la cama como almohada. –esa es tu parte y esta es la mía. -          Es necesario?-dijo arqueando la ceja era tan infantil y graciosa la situación. -          Ya  es mucho  riesgo dejar que  un extraño duerma conmigo en mi habitación, si intentas… -me interrumpe. -          Corrijo soy el amor de tu vida, y solo  estoy pasando la noche con mi chica, no hare nada que no me  permitas amor. -          Deja de llamarme así, por favor.-dije en una súplica. -          Me gusta verte nerviosa. -confeso mientras se acomodaba. - hará frio, puedes recostarte encima de mi cuando guste. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD