- Espera.-solo se inmuto y continúo caminando. Sus palabras no dejaban de reproducirse una y otra vez en mi cabeza, efectivamente tenía razón y quizás la mejor manera no era la suya, pero eso no le quitaba el derecho a ser escuchado, me quejaba de su forma de actuar, pero la mía no estaba siendo la mejor. - ¿Y esa cara?¿estás bien? –pregunta Alex al entrar a la habitación. - No tengo idea, nunca pensé que encontrar a tu luna era equivalente a tantos problemas, después de todo no estoy listo. –bufe sin ánimo. - Ninguno lo está, tampoco es necesario que lo estemos. –sonrió. - Te necesitamos a bajo, ha surgido algo. –informo Alex, más serio. Alan La situación con mis hermanos y mi luna me había distraído totalmente de mis obligaciones y