La Elegida del Diablo

Narrado por Lia No sé cómo presentarme, justo hoy diría que no es mi mejor día. Soy Lía Castro. soy latina, no me describire, solo diré que soy común y corriente, nada que detenga el tránsito, eso es seguro. No soy fea, al menos eso es lo que me digo al espejo, pero hoy no se trata de mí. Mi mamá lleva desaparecida ya tres días, si no la encuentro creo que me volveré loca . Sé que el maldito de Antonio tiene la culpa de esto, mil veces se lo dije y no me quiso escuchar . La policía dice que seguro están juntos pasando y que regresarán. Lo que ellos no saben es que Antonio es un maldito enfermo golpeador , el cual solo mete en problemas a mi mamá . Me he metido en cuanto bar de mala muerte pude y nadie los ha visto. Ahora estoy en el cordón de la acera sentada pensando, tengo frío y las lágrimas salen por sí solas, nunca me dejo de angustiar cuando se trata de ella . Me paro y camino, acomodo mi chalina y mi gorra ya que el frío es más intenso son las 3:15am de la mañana . No sé si es la noche o quizás mi angustia la que hace que mi cuerpo esté tenso. Camino veo borrachos en la esquina, la noche nunca me dio miedo, diría que sé manejar mejor en la noche que en el día. En la noche los rostros son los mismos, la gente casi nunca te ve a los ojos ya que la mayoría oculta cosas que la noche camufla muy bien . En cambio, en el día, la luz deja al descubierto las peores cicatrices como la mía . Si tengo una no muy grande cicatriz en mi frente que toma parte de mi ceja, casi no se ve, yo sé que esta y eso ya me basta . El punto es quien la puso ahí. Mi padre, bueno, el maldito que me engendró un día como tantos, llegó a la casa y, luego de darle una gran golpiza a mi madre, siguió conmigo y, al darme contra el filo de una mesa, ratona me cortó encima de mi ceja . Mi rostro empapado de sangre me miró y salió por la puerta . Como pude a mis 7 años me limpié y esperé que mi mamá pudiera levantarse . Desde ese día hasta hoy, cada cierto tiempo él regresa, le promete el cielo a mi mamá y luego deja un huracán al irse . Ella las últimas veces casi ya ni siquiera le ponía resistencia, solo tomaba para tolerar lo que se le venía . Sé que mi mamá no es capaz de estar sola, pero sus malas decisiones son lo que la llevaron a que ahora la esté buscando . Ella dice que me ama y sé que así es pero ella debe cuidar de mi, no atrever. Desde que cumplí 13 he cuidado de ella, en ocasiones incluso de Antonio. Podría decir que tantos golpes recibidos ayudaron a que también sepa darlos . Me topé con una cara conocida, él es Ale, uno de los seguridades de las tantas tabernas que hay por aquí, se me hace extraño ya que él no es de custodiar esta donde estoy ahora . — Hola, Lía si buscas al idota de Antonio, sabes que no viene por aquí. — No, solo que ya no sé por dónde buscar, ¿y tú qué haces aquí? ¿Desde cuándo trabajas en este sitio? — — Es que los guardias también ascendemos Lía y este es uno de los mejores bares de aquí. — — Bueno, te felicito, sé que Antonio no podría estar en un sitio así pero sí Federico, él podría saber de él.— — Si podría, el tema es que no puedo dejarte pasar, Lía.- — Vamos, Ale, sabes que casi ni sabrán que estoy. Es un segundo, voy a la barra, le preguntó a Federico y salgo. — — Mira, en menos de 5 minutos tendrás que entrar y salir ok. — — Listo está hecho.— Me meto adentro, casi no se ven, los reflejos de las luces azules que parpadean no te dejan enfocarte en un punto. En eso visualizo la barra y voy más rápido, no quiero que Ale tenga problemas. Busco a Federico con la mirada . Hasta que lo veo atendiendo a dos rubias, las cuales se podría decir que están vestidas . ¡— Fede....Fede! Lo llamó para que vea que soy yo, me quito la capucha . Él se enfoca y viene hacia mí. Antes que decir nada, hablo . - Hola Fede ... sabes algo de Antonio hace 3 días no se nada de mi mamá y sé que él está con ella. — Su cara de preocupación me da la respuesta: algo anda mal. - Pensé que lo sabias, Antonio se metió en deudas con Tango y sabes cómo es el tema con el Lia.- Creo que solo de escuchar el nombre mi piel se congeló. Ese nombre solo trae problemas y de los grandes. — Lia ..no intentes nada seguro tu mamá en unos días regrese en cuanto salga de aquí te llamo si averiguo algo más, ok.- -— Ok yo... yo estaré esperando. — Él me hace una seña y sigue con su trabajo . Me quedo un segundo intentando pensar o procesar qué haré, solo sé que algo tengo que hacer. El tango es el tipo más asqueroso y bajo que hay por aquí, prostituye niñas, mata mujeres, nada de lo que pueda parar a un ser humano. Lo detuvo a él. Sólo una cosa sí lo hace el dinero y justo eso es lo que yo no tengo. Salgo de la barra y me dirijo a la salida. Me meto entre la gente, mierda porque hay tanta gente . En eso chocó con una chica y sin saber de dónde su vestido se moja, ¡va! su vestido es una forma de llamar a ese pedazo de tela pequeño. —¡Eres idiota, Maldita perra!— Me reí de su voz tan chillona. Dios, ya solo eso era un insulto. — Disculpa, no te vi.— Intenté seguir mi camino, pero no, algo tenía que pasar... En eso, dos guaridas se paran a mi lado y la tipa dice. - Esta... tipa ¿de dónde salió? y si es empleada ya no la quiero, aquí me escucharon ineptos . — Cuando los tipos le indican que si uno intenta tomarme del brazo, no lo dejo. - A mí no me tocan, yo sola vine, yo sola me voy. - Ni le contesté a la maldita para ahorrarme problemas y míreme, estoy en problemas de todos modos. El mismo tipo me empuja y es ahí donde caigo de rodillas, mi pelo me tapa la cara y cuando la furia ya me toma de un tirón me paro y sin pensarlo le doy un tremendo puñetazo a la muy idiota . Ya me hartó esto. — ¡Perra, serás tu puta barata! — En eso, cuando ya estoy, salgo casi corriendo porque los guardias y la tipa me comen cruda. Alguien me toma del pelo y es ahí donde un dolor en mi nuca me alarma. La fuerza con la que me tomaban no era natural; en eso salgo del estado aturdido donde me encuentro y levanto la mirada. Una de mis manos va hacia donde está la mano que aparenta mi pelo y es ahí donde escuchó. —¿ Que tenemos aquí una...— La voz del hombre quedó a medio camino en cuanto mis ojos y los de él se conectaron, si no fuera porque mi corazón aún late diría que en este momento el mundo dejó de girar, eso sí ... No sé si para bien o para mal.