- Sabes que ese no es mi tipo de lugar- discutía teniendo el teléfono en su oreja.
- Vamos Isabella, será divertido, habrá chicos muy sexys- dijo pícara Fernanda que estaba al otro lado de la línea.
- Te vas a casar no deberías decir eso- reímos, claro como si la pervertida de Fernanda dejará de decir esas cosas.
- Ademas se me hace una tarugada, es como, te doy permiso de que te revuelques con alguien esta noche, pero solos esta noche, para que al día siguiente te cases conmigo, y nunca serme infiel en tu vida, pero vamos ambas sabemos que lo va hacer de nuevo- dije comiendo papas mientras escuchaba bufara a mi amiga.
- Vamos te ara distraerte de la muerte de D- la pare antes de que digiera su nombre.
- No digas su nombre- dije y Fernanda se callo.
- Ademas recuerda el dicho, lo qué pasa en Santorini se queda en Santorini- rodé mis ojos.
- Estoy 100% segura que es lo qué pasa en las Vegas se queda en las Vegas- aveces Fernanda era muy… estupida.
- Es lo mismo- chille de preocupación.
- Claro que no Estados Unidos e ser al otro lado del mundo, pero esta bien iré- escuche como gritaban de emoción atreves del teléfono.
- Solo tomó mi botella de cloró matutina y te veo a las ocho en, Red Light- Fernanda río por mi chiste.
- Bien adiós chica- colgué antes de que digiera algo más
Miré a mi alrededor, mi casa se veía solo, hacia falta su risa, su voz, su calor, hacia falta todo de él, sonreí al recordarlo, me pare de el sillón y fui a mi recámara a arreglarme para la fiesta.
-
Eran las 7:30 y me veía al espejo intentado arreglarme más, llevaba un vestido rojo a la mitad de los muslos una chaqueta y un maquillaje nada cargado, miré mi cuerpo, una mueca de disgustación salió de ella, no tenía tanta cintura y se me notaban rollitos, era alta lo que agradecía ya que me estiraba y no me veía gorda, mi cara no era la mejor pero no era fea, era una obra de Picasso, una belleza abstracta, y solo había encontrado una persona que había amado esa belleza, lo peor, se había ido.
Suspire con cansancio y tome mi bolso para salir, me encontraba caminando por las calles de Santorini, las olas chocando y el aire fresco provocaban que me relajara, doble una esquirla para encontrarme con un pequeño cartel y en el escorié, Red Light, entre y subí unas escaleras, entre a un salón con luces rojas y un escenario, olía a sexo, era ese olor a excitación y orgasmo, busque con la mirada arreglando mis lentes para mejor visibilidad, y allí estaba, Fernanda tomando un vaso de licor y a su lado un grupo de amigas que menos de la mayoría conocía, no era alguien muy social, me acerqué y al llegar me recibieron con abrazos.
- Toma- Fernanda me pasó un vaso de algún licor color verde, ni quería tomar entonces solo lo tome y le sonreí, ella me agarró de la mano y guió a las otras chicas a la mesa más cercana a el escenario, me removí incómoda en mi silla, había señoras de todo tipo esperando la entrada de los strippers y yo solo deseaba irme de aquí.
Fernanda era de estas mujeres atractivas, curvas pecho nalga, ojos de color pelo rubio, era lo que alguien deseara, su esposo Paul era muy afortunado de tenerla, veía en su cara emoción por que el espectáculo empezara, justo en ese momento las luces se apagaron y empedo a soñar una canción sexy y atractiva, miraba al suelo con pena.
- Vamos aflójate un poco- la voz de Fernanda me obligó a subir la cabeza y ver que cinco hombres con playera blanca pegada a su cuerpo y pantalones negros apretados dejando ver el notable bulto en sus pantalones, mis mejillas se pusieron carmesí al ver a sus pantalones, todas empezaron a chiflar y gritar.
El reflector fui directo a ellos, ahora las luces rojas se convirtieron en azules y ellos estaban en cada esquina del escenario con una mesa delante de ellos, subí mis vista para ver a quien nos tocó, ni veía sus facciones bien por las luces de color, solo veía su formido y Bruno cuerpo, vi como miró a la futura esposa y le guiño él ojos causando que ella se mordiera el labio, vi como su vista se dirigió a mi, yo miré al piso de nuevo.
La música subió y ellos empezaron a moverse provocativamente, ni podía negarlo, él era el que mejor se movía, bajaron al piso y chocaban con él causando en su parte trasera sobresaltara, no lo negaré de nuevo, su trasero era el mejor de todos los demás, en conclusión él había quedado más que embarazado, mi vista no salía de él, había algo que no se que era que me ataría de él.
Oí como otra música sonaba y decía “come on, lest do it, lest dancing” los otros cinco se retiraron del escenario y el chico que se quedó era el, bajo y le ofreció la mano a mi amiga, ella sonrió y la agarró sin dudarlo, yo reí con nerviosismo, quería ver esto.
Pusieron en una silla a Fernanda en medio del escenario, podía ver su nerviosismo, él la agarró de los hombros subiéndoles mientras le susurraba cosas al oído, yo reía viendo las expresiones de impresión de mi amiga.
- ISABELLA DILE A PAUL QUE YA NO NOS VAMOS A CASAR- gritó mientras yo trataba de no llorar de la risa, él se puso en frente de ella y bailó mientras Fernanda se queda atónita admirando su cuerpo, pues quien no.
- CLARO YO LE DIGO- le grite de vuelta empedando a grabar, llevaba media galería con videos de él bailando, pero Dios mío santo que quieren que hiciera, si esta buenísimo.
El show acabó y Fernanda bajo del escenario más contenta que nunca, la acompañaba el stripper.
- Entonces Isabella a ti no te gustaría pasar- me pregunto el chico al dejar a mi amiga sentada, yo negué sonrojada, todas en el club empezaron a gritar “pasa” mientras él me ofrecía su mano.
Me iba arrepentir de esto, agarre su mano mientras él sonreía con orgullo, me pasó en frente de todas, se puso frente a mi y allí pude ver sus facciones mejor, que al Olimpo se le perdió un Dios, Los Ángeles están cayendo del cielo, o acaso es Jesús que vino por mi, era Tan hermoso, sus ojos azules eran tan brillantes y claros, su cabello rubio desordenado hacia qué quisieras pasar tus manos por allí, sus labios carnosos te gritaban bésame y su nariz hacía que tu cuerpo sintiera la obligación de pasar tu mano delineando la, mía pensamientos cesaron cuando él me susurro a mi oído.
- Eres Virgen- su vos era tan sexy, podría llegara a un orgasmo de sólo escucharlo, negué.
- Que mal, pensaba robártela - reí con nerviosismo, él empezó a bailar en frente de mi, todas lo animaban a moverse mientras yo mordía mi labio con nerviosismo.
Agarró mis manos y las pasó por todo su cuerpo, vaya, acaso comía rocas?, si fuera por mi dejaría pegadas mis manos a su abdomen, el baile seso, me levante de la silla y fui a mi mesa y de un trago me tomé mi bebida.
- Por Dios porque a mi no me tocó tocarlo- chilló furiosa mi amiga, mi vista empezó a buscarlo pero ya no estaba, quería saber su nombre.
- Ye dijo su nombre- le pregunte a Fernanda que negó, bufé molesta y me senté pidiendo otra bebida.
La noche transcurrió y yo nunca lo volví ver, no tomé mucho pero Fernanda si y demás, hirvamos saliendo, las demás chicas se habían ido, yo cargaba a Fernanda que decía cosas sin sentido.
- Isabella quiero- y sin más en medio de la calle vomito, agarre su pelo mientras ella se recargaba en su pelo, sonaba su espalda, no me daba asco, tantas fiestas con ella me acostumbre.
- Vamos sácalo- decía dándole palma ditas, le di servilletas y un chicle los cuales me agradeció.
- Están bien- sea sexy vos sino detrás de mi, voltee mi cabeza y si allí estaba, el chico, con la luz de las calles se veía mucho mejor sus facciones, vaya que guapo era.
- Si no te preocupes mi departamento está cerca de aquí, gracias..- espere que me digiera su nombre.
- Neferet D’angelo- se presento.
- Chico eres muy sexy, te podrías coger a mi amiga- cerré los ojos con vergüenza al escucha a Fernanda, lo escuche reír, hasta su risa era sexy, que falta que le guste leer y Harry Potter, dime Dios dime.
- Claro solo costará algunos billetes- reí sarcástica, Fernanda empezaba a buscará dinero en su billetera pero la pare.
- Gracias Neferet pero estoy bien, vámonos- dije y cargue del hombro a mi amiga que cantaba canciones a todo pulmón.
Valla noche.