Mónica se siente consciente de su cuerpo en muchos aspectos pero le gusta pues antes fue consciente de sí misma y el asco que le producía el simple hecho de desnudarse, ahora es diferente pues aunque su cuerpo no es el mismo siente que es una mujer valiosa, se siente como eso: una verdadera mujer y no el juguete s****l de Lorenzo, se mueve lentamente sintiendo su centro de placer que palpita desesperadamente sin dejar de sentirse húmeda e hinchada. Son sensaciones conocidas por ella y son solo la consecuencia del placer y amor que siente de estar con Carlos, le encanta sentir que ella es quien maneja la situación y a su mente llegan imágenes vividas al lado de su amado, solo que esta vez ella no va a rechazarlo al menos no como lo hizo la primera vez que estuvo con él tras las repetidas

