Empezar de cero

936 Words
Life is not a rehearsal, so don't look back. Es una frase que siempre me inspiró. Incluso quise grabarla en mi piel, pero no me animé. Los tatuajes no son muy lo mío. La vida no es un ensayo, así que no mires atrás. 6 a.m. Todo lo hago por ella, es lo que repito en mi cabeza una y otra y otra y otra vez. Voy a empezar desde cero por mi hija. Voy a empezar desde cero por ella... es la única razón para empezar desde cero. Empiezo a empacar las cosas, pero no sé qué tomar y qué no así que sólo tomaré mi ropa, la ropa de mi hija, su cuna y luego veré cómo hago. Llamo a una empresa de mudanzas para que lleven las 10 cajas de ropa, juguetes y la cuna de mi bebé. La tomo en brazos y voy a despedirme de la señora Ana, quien llora abrazando a Luz, causando que ella también llore. Diciendo que sin su hija y su nieta cerca no tiene motivos para vivir ahí. Según ella... sus hijos están todo el tiempo quejándose de que está sola y lejos de ellos, pero ahora que no podemos estar ahí se iba a mudar a Nueva York con ellos. -Hija, deberías intentar volver a la universidad- me dice Ana con Luce en brazos. -Lo sé, voy a intentar recuperar mi vacante. Escuché que tienen un programa de ayuda para madres solteras así que voy a intentarlo. -Repíteme, ¿en qué universidad seria eso?- me dice Ana con una mirada inquisidora. -La UNY. Es la misma en donde estaba estudiando antes de casarme- -De acuerdo. Dios está de tu lado, no te preocupes que todo se va a arreglar. Las amo, no lo olvides. Y no se olviden de esta pobre anciana- Ana no es una anciana, tendrá entre cuarenta y cinco o cincuenta años, pero siempre habla de sí misma de ese modo, y yo siempre me rio. Le prometo enviarle la nueva dirección y a visitarla seguido, tomo las cosas y subo al taxi. Llego al nuevo departamento y agradezco que esté amueblado. Es como si él lo hubiese tenido preparado, esperando que nos divorciáramos. Al entrar hay un pequeño living-comedor, con un sillón de 2 cuerpos y dos individuales, una mesa para cuatro personas de vidrio con sus sillas, y en el rincón la pequeña cocina que consta de dos bajo mesadas enfrentadas, tres estantes, la cocina y un pequeña heladera. En la habitación hay una cama de dos plazas en frente de un gran ventanal, la cuna de mi hija está a los pies de la cama así que la que traje de su casa no me servirá. Un baño que está conectado al living y a la habitación y un ventanal con vista al estacionamiento. Comienzo a entrar cajas que sé muy bien no voy a desempacar porque no voy a seguir en este departamento mucho tiempo. Nos acostamos y esa semana es la peor de mi vida. Luce no se acostumbra a la casa nueva a pesar de tener su vieja cuna así que no dormimos. Pasó casi una semana y llamo a mi antigua universidad para intentar entrar otra vez. Si consigo un trabajo, más la manutención podría pagar mis estudios. Pero según ellos mi beca sigue disponible por no sé cuáles motivos. Un milagro del cielo lo llamaré a partir de este momento. Lo que me importa es que soy feliz. Voy a empezar la universidad y me voy a ir de este departamento también. Como este departamento fue una compra hecha a mi nombre, decidí que para qué iba a devolverlo. Ya le encontraron vendedor y sólo queda mudarme más cerca de la universidad. Paso casi un mes buscando trabajo pero no me desanimo. Encontré una guardería para Luce y la señora que cuida de los niños parece ser una muy buena persona. Luce tiene que ir a su semana de adaptación para comenzar las clases regulares cuando esté un poco más acostumbrada, y en esa semana se hizo muchos amigos. Ahora habla muchísimo más que antes. -Mami, Pakemón dice que va a ser mi novio... yo le dije que no quiero novio, que quiero un hermano, pero él sigue diciendo igual mismo- -Lo mismo hija, se dice lo mismo- corrijo su pequeño error. Mi hija es una sabelotodo. Pero tiene tres añitos así que se equivoca bastante. Y corregirla no es divertido, porque suele ser testaruda. Muy testaruda. -¿igual mismo qué cosa mami?- Y ahí está. -No se dice igual mismo. Se dice: Lo mismo- -¿Pero es igual mismo no?- Toma mi mano y sigue caminando y me ignora como si tuviera un master en ello. Recién salimos de la guardería y estamos caminando hacia el departamento. En el camino nos detuvimos a comprar unas galletitas para merendar y ahora estamos casi llegando. -No hija, no es lo mismo. -No es lo mismo. Entonces... no es lo mismo. Eso no es igual, y este no es lo mismo. -exacto- aprende rápido- ¿Cómo te fue hoy? A parte de Pakemón. ¿Aprendiste algo nuevo?- Le pregunto. -hoy hicimos obras de arte con masa. Me divertí- dijo encogiéndose de hombros como si no fuera la gran cosa. Llegamos a destino salvas y sanas. En esta gran ciudad me da un poco de miedo andar por la calle, pero supongo que es hasta que me acostumbre a las multitudes. Luego de varias semanas consigo trabajo en una cafetería como mesera, y ahora estoy acá. Sin miedo a empezar desde cero. Todo por ella.
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