POV de Valentina Ese día por la mañana, Elías recibió una llamada de Don Vittorio, el viejo le anunció que habría una reunión urgente en Palermo, y tenía que estar presente, me arreglé para acompañarlo. Elegí un vestido de seda n***o, sencillo, pero que se ceñía a mis curvas sin ser provocador, me recogí el cabello en un moño bajo, no era la niña asustada que creían. Era la hija de Don Silvestri, e iba a reclamar lo que era mío. Viajamos hacia Palermo, el automóvil se detuvo frente al imponente palazzo que donde estaba el Salone degli Specchi. Al llegar a las puertas del salón, un guardia cruzó los brazos. —Lo siento, Don Navarro —dijo— las órdenes son estrictas. Solo los jefes, asuntos de hombres. Elías se detuvo, y miró al guardia de mala manera. —La signora Silvestri está conmig

