Aurora Montalvo Los cuatro comimos entre charlas de los niños, ambos contaban animados sus anécdotas, yo solo me reía sintiéndome extraña pero al mismo tiempo feliz. Sabía que podía acostumbrarme rápido a una vida así en donde pudiésemos desayunar juntos, cenar juntos y yo pasar todo el día con los niños en algunas actividades mientras los veía crecer. Incluso pude imaginarme la reacción de mi abuela cuando le contara lo que estaba sucediendo. Sabía que ella iba a ser la más feliz creo que siempre deseo una familia grande para mí y aunque esta familia no iba a ser completamente mía al menos por un tiempo iba a poder disfrutar de lo que se sentía ser amado de forma incondicional, iba a sentir lo que era saber que siempre te iba a esperar alguien en casa. amaba a mi abuela y ella má

