Capítulo 3

1023 Words
—¿Porque tú te casarías conmigo?— —porque me convienes—dije —Me parece bien, ya veo que aquí ambos tenemos un objetivo y unos convenios en este matrimonio— —Los míos con intereses económicos, pero los tuyos ¿Cuáles son?— —Con el tiempo lo sabrás o tal vez con el dolor— —¿Que quieres decir?— —Nada, vamos mejor te llevo a casa— En todo el trayecto estuvimos callados sin dirigirnos la palabra, hasta que llegamos a la puerta de casa. —a las 19:00 me pasare a recogerte, creo que debemos hablar e iremos algún lugar tranquilo a cenar, presentante de manera decente por favor—dijo él —Lo tendré en cuenta lo de decentemente—dije mientras salía del coche cerrando la puerta En casa no había nadie como de costumbre, subí directamente a mi cuarto para poder descansar un poco, necesitaba pensar en que hacer para afrontar todo esto que me venía encima. La ama de llaves entra a mi dormitorio, levantándome y encendiendo las luces. —Señorita hay alguien abajo que dice ser su prometido, quiere verla y parece ser que está algo enfadado— —Mierda—Me levantó rápidamente al darme cuenta ya eran las 19:20, baje corriendo para ver dónde estába, al bajar lo veo allí en el salón esperándome con cara de pocos amigos —Podrias sonreír un poco al verme, recuerda que seré tu futura esposa— —¿es así como piensas salir a cenar?—dijo el, igjorandome — ¿En algún lugar que me dejarían entrar así?porque si es así no pienso tomarme las molestias de cambiarme— —Con esas pintas lo dudo, te esperaré en el coche tienes 30 min— Había tardado algo más pero estaba lista para salir, el me llevo a un restaurante lujoso, odiaba estos lugares hubiera preferido que me llevará a comer alguna hamburguesa o cualquier lugar más sencillo y con menos personas alrededor. —Ya puedes comenzar hablar de lo que supuestamente era importante—dije directamente, siendo tajante ya que el en todo el camino no me había dirigido ni una palabra —¿Porque aceptaste tan rápido? en principio te negavas a todo—pregunto el directamente —fácil, interés le dije a mi padre que si me casaba contigo me tendría que dar el 100% de la empresa, con lo cual es un buen trato, pero hasta que me comentó que igual todo estaría a tu nombre, que mejor que casarme contigo ya que casados lo tuyo sería mio—dije sonriéndole —Al final va a ser que eres más inteligente de lo que aparentas, aunque no pienses las cosas bien, porque si supieras lo que haces no hubieras decido entrar al infierno por ti misma—dijo —Llevo en un infierno antes de que tu entraras en mi vida, no podrás quemarme más de lo que ya estoy— —Eso habrá que verlo— —Ya se vera, tiempo al tiempo, háblame un poco de ti, para conocernos ya que pasaremos unos cuantos meses juntos, pero ten en cuenta que será un matrimonio por contrato eso quiere decir que habrá algunas normas— —En este juego las normas las pondré yo, tu seguirás y jugaras bajo mis normas— —¿Que te hace pensar que estaré de acuerdo?— —No te queda de otra, pero volviendo a tu pregunta de antes, yo siempre fui un niño tranquilo y estudioso, solía divertirme solos los fines de semana, solo me interesaban mis estudios para así encargarme de la empresa de mi padre, pero lo más importante en mi vida es mi familia, quien le hace daño a mi familia me lo hace a mi ¿Y tu?—dijo el —pues fui una niña curiosa tenía interés por todo, me divertía todos los días y estudiaba solo los fines de semana, pero como todos los profesores librarán esos días se me hacía imposible, fui expulsada de 5 internados, así que nada del otro mundo—dije como si fuera lo más normal del mundo lo que decía —¿nada mas?¿porque te echaron de todos esos internados?—dijo el algo curioso —pues uno por escaparme, el otro por coger un extintor y echárselo a un profesor, otro porque había roto 10 ventanas de cristal, otro por peleas y el otro porque me pillaron casi teniendo relaciones en los baños de los hombres—dije con total tranquilidad —¿Porque lo último no me extraña? ¿Acaso el chico era profesor tuyo o algún hombre prometido?—dijo el como si estuviera insinuando algo —tal vez no te extrañe porque piensas que soy una cualquiera, pero sobre las últimas preguntas las respuesta es no, no me gusta ser el segundo plato de nadie, mucho menos me gustaría tener a un hombre a media jornada—dije sonriéndole, no le iba a decir que realmente no había llegado a pasar nada entre yo y aquel chico, ni mucho menos que nunca me habría acostado con algún hombre, aunque lo de que pensara que me metía en la cama de cualquier hombre y encima con compromisos me ofendía —me sorprende todo esto, sobre todo sabiendo que eres fácil de caer con cualquiera — —Antes era así, pero las personas cambian, según tu ando regalándome, puede que tengas razón aunque nadie puede juzgarme por ello, mirame ahora me estoy ofreciendo a ti a un precio increíble la empresa será completamente mía, solo deseo ver sus caras de sorpresa cuando lo sepan—dije con una sonrisa hasta casi diabólica —¿no lo saben? ¿acaso no quieres que se enteren?—preguntó el —Aun no— El solo se quedo mirándome mientras hablaba. —¿porque los odias tanto? parece como si quisieras vengarte de ellos—dijo el mientras me dedicaba una cálida sonrisa que provocaba mariposas en mi estomago, pero luego recordé porque estaba el aquí y esas adorables mariposas se ahogaron dentro mia.
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