Lazos pt 2

1814 Words
Él sonrió —entonces hagamos un poco de ruido, Aura — mencionó sugestivamente y mientras una mano se presionaba contra su intimidad, sobre el short, la otra acariciaba sus senos bajo la ropa.   Aura apretó sus manos contra la mesa al sentir el m*****o del joven endurecerse… ella negó despacio y gimió cuando el aliento del moreno chocó en su cuello.   —No sabes las ganas que tengo de estar dentro de ti — confesó el joven provocando un húmedo cosquilleó en la intimidad de la cobriza — penetrarte una y otra vez y hacerte gritar — volvió a decir al sentirla quieta, su m*****o se hinchó todavía más por sus palabras — Quiero que te vengas conmigo… esta vez juntos— le dijo y la giró.   Aura tragó ligeramente y su cuerpo se estremeció esperando su contacto… cualquiera, pero Cedrick mantenía sus manos en la mesa, acorralándola y sus piernas estaban cruzadas entre ellas.   —¿Juntos? — atinó a preguntar.   Él sonrió —sí… deberás esperarme — su voz fue más ronca… alzó una de sus manos y con un dedo tocó uno de los erectos y visibles pezones de la chica.   —Yo… ¿ah? — dijo y se puso roja.   Cedrick frunció el ceño un segundo y solo atinó a sonreír, divertido y también frustrado.   —Bien, comamos — dijo al separarse.   Aura tapó su rostro avergonzado — lo siento— dijo y se giró, su rostro ardía… ella quería ser besada por él y su estómago escogió ese momento para recordarle que comer era vital, demonios.   —Sabía que provocaba muchas cosas en ti, pero hambre fue algo nuevo — se burló el joven rubio y volvió solo para terminar con la comida.   —No voy a responder a eso — se excusó la cobriza y se sentó en la mesa del otro lado de la espaciosa cocina, tomó un trozo de sandía y trató de olvidar el asunto.   El televisor sonaba en un canal de noticias y Aura no lo escuchaba del todo, simplemente le servía como distractor o… ‘música de fondo’, sonrió ante lo tonto que eso sonaba.   Minutos después tuvo frente a ella la comida caliente, sus ojos viajaron entre el arroz, los huevos perfectamente cocidos y sin reventar (ella solía reventarlos) y un par de trozos de tocino, un delgado filete a la parrilla también le lucía apetecible a la vista… Aura mordió su labio, Cedrick cocinaba mucho mejor que ella.   —Así que tú también gustas de combinar el desayuno estilo japonés con el occidental — comentó la joven al servirse un poco de té.   Él se encogió de hombros — Sí, creo que es mejor, otro de los beneficios de la globalización – respondió.   Aura alzó las cejas… a ella eso de la globalización no le gustaba, desde hacía varios años que su padre había comenzado a hablar de eso y había intentado expandir los horizontes de su cadena hotelera, y ella había dejado de verlo con regularidad, siempre ocupado en asuntos en el extranjero.   —Vaya… esta… bueno— dijo tras el primer bocado.   —¿Bueno?- cuestiono Cedrick ofendido.   —Sí, es comestible — dijo Aura y siguió comiendo pretendiendo que no estaba sorprendida.   —Es mejor que lo que tú cocinas… el arroz que hiciste la faltaba sal y la tortilla de huevo estaba salada — comentó el joven y la hizo casi atragantarse con la comida.   Aura frunció el ceño — No sabía dónde demonios tenías las cosas, además… no es como si esto fuese un manjar — afirmó y rodó los ojos.   Cedrick sonrió y ella se sintió bien al saber que sí había probado su comida.   —Lo que digas – dijo el rubio.   La comida después de esa pequeña lucha de egos pasó sin inconvenientes, ambos jóvenes eran compañeros de carrera y tenían un par de amigos en común, así que tuvieron una agradable charla hasta finalizar los alimentos y momentos después también.   El sonido del móvil del rubio lo hizo levantarse fastidiado y Aura aprovechó el momento para levantar los trastos y pretender lavarlos.   —¿Qué haces? — le cuestionó el rubio al llegar a su lado después de apagar su móvil.   —¿Lavarlos? — mencionó al mostrarlo.   El joven rodó los ojos y tras abrir un pequeño compartimento a centímetros de ella, se los quitó de las manos.   —Hay un lavatrastos — le dijo y los dejó en el lugar sin molestarse en encenderlo.   —Ah… no sabía— dijo la joven al seguirlo para salir.   —¿Cuántas veces has cocinado o te has hecho cargo de la cocina? — cuestionó curioso el joven.   —Pues mamá siempre ha insistido en que debo saberlo — mencionó —lo he hecho un par de veces, pero papá insiste en que esa no es mi obligación — se excusó.   —Eres la clásica princesa — se burló el joven al detenerla y acorralarla contra uno de los respaldos del sofá, a un costado de la escalera — una princesa en una carcacha — añadió —eso sonó raro.   Ella volvió a achicar los ojos —y tú eres un cretino— replicó —También eres un niño rico, caprichoso y voluntarioso… te crees que puedes jugar con todos como se te dé la gana — le recordó —El hecho que cocines un poco mejor que yo no te hace mejor— le dejó claro.   —¿Un poco? –   —Sí, un poco — afirmó — y mi auto no es una carcacha — aclaró —nunca me ha dejado tirada en ningún lado y me parece lindo – defendió a su viejo auto.   —¿Por qué no lo cambias? — preguntó el extrañado, ese viejo auto era lo único que desencajaba con su clase social.   —A mí me gusta — dijo y desvió la mirada después de haberse estado viendo a los ojos — pero mamá también cree que es bueno que me gane las cosas…   —¿Y cómo se supone que harás eso? – cuestiono Cedrick.   —Con mis calificaciones — dijo y abrió de más los ojos —cierto… tengo tarea — dijo y quiso apartarse.   —No irás a ningún lado — le aclaró el joven que pensaba que quería marcharse.   —No lo voy a hacer — aclaró y se apartó — traje mi tarea aquí – dijo Aura con una risita.   —¿Qué? — preguntó al fruncir el ceño y seguirla a la habitación.   —Sí, tú exigiste un fin de semana juntos y yo tengo deberes… creo que al hacer lo que tú querías era obvio que en algún momento yo debería estudiar – aclaro la joven.   Cedrick sonrió incrédulo —bromeas, ¿cierto? –   —No, yo tomo muy enserio mis estudios y tú no interferirás en eso — aclaró la joven al sacar del fondo de su maleta un par de libros y libretas, Cedrick que estaba de pie en el último escalón la vio volver a bajar.   —Yo no te traje a verte estudiar, Aura — aclaró el rubio que comenzaba a molestarse — te traje para verte desnuda y hacerte el amor — volvió a decir y no fue consciente que acababa de mencionar la palabra amor.   Aura sintió un estremecimiento recorrerla y luchó por ignorarlo mientras rodeaba la sala y se sentaba en la alfombra frente a la mesa de centro.   —Pues si ayer no hubieses sido un cretino, no tendría por qué hacer esto hoy — dijo la chica y buscó la página marcada para comenzar con su resumen.   Cedrick resopló frustrado y tras seguirla se dejó caer pesadamente en el sofá varios centímetros lejos de ella.   La vio prestar atención al libro y a los apuntes que había tomado, pero no la vio hacer mayor anotación… no necesitó ser un genio para saber que no se estaba concentrando.   —¿De qué clases son? — le preguntó al tomar asiento a su lado y ver uno de los libros.   —Teoría y política monetaria y desarrollo económico — dijo la joven.   Él negó en silencio —estás clases son importantes, son las bases para otras materias que después tendrás— aceptó —¿quién las imparte? ¿Aurora?   Aura asintió —el miércoles tengo examen –   El rubio movió su pulgar sobre la hoja del libro abierto y vio las anotaciones que Aura había hecho.   —Bien — le dijo y tomando su pluma comenzó a subrayar —Aurora suele plantear en sus pruebas preguntas que parecerían poco importantes – dijo Cedrick.   —¿Qué? –   —Que las cosas importantes todos las memorizamos — explicó y sus ojos azules siguieron pendientes del libro — los más tontos llevan pequeños apuntes con las respuestas que serían casi obvias… pero eso no funciona, Aurora toma una pregunta importante y te da la respuesta, pero te pide explicar el porqué de cada cosa y las variantes, si las hay, de las mismas… te enreda de tal forma que te hace dudar de lo que sabes; por eso hay que tomar el hilo de la idea y no soltarlo – afirmo Cedrick.   Aura frunció el ceño —todo para asegurarse que estamos entendiendo…— dedujo –   —Sí… no todo es memorizar como en la preparatoria; hay que entender y saber por qué de tu respuesta, porque estas son las bases – dijo Cedrick con seriedad.   —Ya veo…— mencionó pensativa, ella conocía respuestas, pero algunos puntos estaban borrosos al intentar justificarlas —y eres tú el que dice que el primer semestre era sencillo — dijo irónicamente… para ella no lo era.   —No es tan difícil, muchas cosas son solo sentido común — explicó el joven.   “Claro… no sé por qué no me sorprende… seguro hasta es una especie de genio” pensó al verlo. Aura suspiró.   Cedrick explicó un par de cosas más con palabras más entendibles para la pelinegra que nunca dejó de verlo… ella mordió su labio y se dio cuenta otra vez de lo mucho que parecían una pareja de verdad… de pronto se preguntó qué sería de serlo.   —¿Y bien? ¿entendiste?— preguntó el joven.   —Sí…— respondió de inmediato y dejó de verlo, su corazón latió de prisa.   Cedrick sonrió al notarla nerviosa —entonces comienza— le dijo —cuando termines nos daremos placer— dijo y sonrió al verla respingar.   Aura abrió la boca y volvió a cerrarla para negar en silencio… Cedrick era imposible.   Ella luchó por recordar un poco sus palabras y al paso de varios minutos logró concentrarse y tomar el hilo de sus ideas… comenzó a plasmar las mismas completamente segura de lo que hacía. Cedrick veía atento su mano moverse y los ojos de ella oscilar entre el libro y el cuaderno.
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