MONSTRUO

2396 Words
{MAYA} Mi corazón. Da un vuelco. Esa imagen espeluznante de mi propio hijo. Parece... Parece un demonio... Por un instante me recuerda a Liam en el tiempo que lo conocí en La Llama. Por otra parte, ese grito... Star... Dirijo mi mirada hacia ella y veo como Gertrude le muerde en la muñeca derecha. Gertrude... o lo que queda de ella... Tiene una gran abertura en la barriga, por donde sobresalen sus tripas, las cuales caen hacia el suelo acompañadas de un rastro de sangre. La sola visión me provoca arqueadas pero eso es lo de menos ahora. Los gritos de terror de Alex hacen que reaccione y lo primero que hago es ir a la cocina, de la mano de Alex, casi arrastrándola, y coger un cuchillo de cocina. - Quédate aquí, pequeña- le digo aunque dudo que me haya escuchado con sus llantos. Corro hacia donde está Gertrude, que camina hacia Star, la cual retrocede asustada en el suelo, gritando a pleno pulmón y llorando a la vez, agarrada a su muñeca derecha, que sangra un montón. Me lanzo hacia Gertrude, cuchillo en mano, a la misma vez que esta se lanza hacia Star. La zombi cae sobre la chica pero ya no puede hacerle nada, no con el cuchillo clavado en su cráneo. Star se la quita de encima y sigue retrocediendo, asustada, en shock por la muerte y el intento de asesinato de su abuela. Y entonces, cuando ya creo que está todo acabado, la zombi vuelve a moverse. Se arrastra por el suelo e intenta levantarse, con lo que me veo obligada a echarme sobre ella de nuevo y remover el cuchillo sobre su cráneo. Ya debería de estar muerta, el cuchillo está bien clavado, pero sigue debatiéndose. Empuño el cuchillo hacia dentro aún más, lo remuevo dentro de su cráneo, a horcajadas sobre la zombi anciana, hasta que de una vez por todas, cae rendida, muerta del todo. Aún así, para asegurarme del todo, le retiro el cuchillo y vuelvo a clavárselo con todas mis fuerzas repetidas veces. Cuando me doy cuenta, tengo las manos y toda la ropa manchadas de sangre. El color rojo sobre el uniforme gris. Y un silencio abrumador en la sala. Miro hacia delante. Star me mira con los ojos muy abiertos, aterrada, con parte de la cara manchada de rojo. El silencio se ve interrumpido por una risita, una risita de un niño. Miro hacia Abadón, que sigue en la misma esquina, mirando esta vez hacia la muerta y toda la sangre de alrededor, con una sonrisa de satisfacción. - ¡Qué divertido todo! Entonces es cuando enfurezco, cuando dejo salir toda la rabia. Cuando me doy cuenta. De que mi hijo es un asesino. Me levanto del sitio y voy hacia Abadón, le quito el cuchillo de las manos. - ¡¿Que es lo que te hace tanta gracia?!- le grito y lo abofeteo. Este retrocede con una mano en su cara dolorida, asustado. - ¿Por qué...?- pregunta. No me contengo, lo cojo de los pelos y lo llevo a rastras a su habitación. - ¡No te hagas el tonto! ¡¿Sabes lo que acabas de hacer?!- le grito enfurecida. - ¡Yo no he sido! ¡No ha sido mi culpa!- dice a punto de llorar. - ¡A tu cuarto, castigado!- le grito y lo encierro con llaves en su habitación. - ¡Mamá!- llora Alex desde la cocina. Voy corriendo hacia allí. Alex se encuentra echa una bola en el suelo, aterrada, llorando a mares. - Tranquila, pequeña, corre a tu habitación y no salgas, no mires al pasar. Tengo que cuidar de Star- le digo al escuchar los sollozos de la Blair. Mi hija sale corriendo, apartando la vista del c*****r, y me acerco a Star, que murmura entre sollozos: - Voy a morir, voy a morir... - Nadie más va a morir. Te ha mordido en la muñeca, eso tiene salvación, créeme. He vivido mucho y he visto casos como estos que han salido bien- le digo recordando como, cuando estábamos bajo la ciudad de San Rafael, le cortaron la pierna a un tal Paul porque le habían mordido-. Lo que no puedo negarte es que dolerá, y mucho. Star me mira aterrada. Llaman a la puerta. - ¿Estáis bien?- pregunta una voz, un vecino, seguro. - Escucha- le digo a Star-. Esto no puede salir de aquí, nadie puede saber que Abadón ha hecho esto, podemos decir que ha sido un s******o. A nadie, ¿entendido? Ni siquiera a Clare. No puede saber que vive bajo el mismo techo que un asesino- Star asiente con la cabeza-. Bien, ahora intenta calmarte un momento. No pueden enterarse de que te han mordido. Sabes lo que Michael mandaría hacer si lo descubriera... Corro a abrir la puerta. - ¿Todo bien? Nos ha parecido oír unos gritos- preguntan unos vecinos. - Sí, sí, ha sido una pelea que he tenido con mis hijos, nada de lo que preocuparse. Bueno, me vuelvo que tengo cosas que hacer- les digo y acto seguido les cierro la puerta en sus narices. Entrometidos... Voy hacia Star pero vuelven a llamar a la puerta. - ¿No os he dicho que...?- digo furiosa pero me paro al ver que se trata de Clare-. ¡Genial, justo a tiempo, ven! La llevo hacia la sala de estar, donde Gertrude yace de bruces al suelo, y Star... Star ha perdido el conocimiento. {RACHEL} Me muerdo las uñas preocupada. Me limpio las lágrimas. Me paso la mano por el pelo y noto que se me caen unos cuantos. El estrés. Espero y espero hasta que suena una alarma por los altavoces de toda la isla que indica el inicio de las horas de comunidad. Por fin puedo salir de mi piso. Corro hacia casa de Maya y Clare. En cuanto me enteré de lo sucedido, intenté salir del edificio pero nada más salir un guardia me vio y me empezó a interrogar, no tenía permiso para salir a menos que fuera para trabajar o una emergencia personal, pero esto no contaba como algo personal, no. La muerte de un familiar no es nada personal, no. Que les jodan. Escupo al suelo, a la nieve de Nueva Yanna, a la mierda de sociedad que Michael ha formado. Una vez llego a casa de Maya, esta me abraza en cuanto me ve. Me llevo las manos a la boca al ver a Star tirada en el sofá con una mano menos. Maya me explica todo, que Gertrude ha intentado suicidarse, que tuvo que acabar con ella pero que antes mordió a Star y entre Clare y ella ha hecho todo lo que han podido por salvarla, y que por ahora está bien. - ¿Y mumá?- le pregunto con un nudo en la garganta. - Se la han llevado los oficiales. Por supuesto, no le hemos dicho nada de Star, no pueden saberlo, lo entiendes, ¿verdad? - Sí- asiento con la cabeza-. Hubiera sido desastroso si lo hubiérais contado. Con esta peña no se puede razonar, la habrían mandado a ejecutar sin pensárselo dos veces. - Exacto, y oye... puedo... ¿puedo confiar en ti?- me pregunta Maya mirando al suelo con una mirada triste. - Claro, siempre, ¿qué ocurre?- le pregunto temiéndome una mala noticia. - Vamos a dar una vuelta... - Está bien. - ¡Clare, necesito salir a despejarme! ¿Puedes quedarte vigilando a Star y a los niños? Es solo un momento...- le dice la rubia a la morena. - Descuida, pero no tardes- le contesta y salimos a la calle. Recorremos Nueva Yanna hasta llegar a mi casa, no es seguro hablar en las calles, donde cualquier guardia puede escucharnos. - ¿Y Liam?- pregunta Maya al ver la casa vacía, Liam se ha ido y a Andrew lo he dejado con una vecina. - No está- le respondo. - Mejor, no necesito que él oiga lo que tengo que decirte. - Pero me refiero a que no está, aquí en la isla. Maya frunce en ceño. - ¿Qué quieres decir? Me muerdo las uñas, nerviosa. - Se ha ido. O se iba a hacer, no sé donde estará, si le irá bien, si le habrán pillado, la verdad es que no puedo aguantar esta desesperación. Y encima... encima ahora pierdo a mi abuela y por poco a mi prima también...- le digo limpiándome disimuladamente algunas lágrimas-. Yo intento aguantar, lo intento, pero no puedo, no puedo... - Es totalmente comprensible- dice Maya sentándose a mi lado en el sofá-. No te aguantes nada, desahógate cuanto puedas. - Pero bueno- digo negando con la cabeza-. Hemos venido a hablar de lo que querías contarme. - Verás... cuando te dije que tu abuela se había suicidado... mentí...- me dice mordiéndose un labio, con la mirada perdida. - ¿Cómo?- le digo ladeando la cabeza-. ¿Por qué me mentirías? - Porque estaba Clare allí, no quiero asustarla. - ¿Por qué iba a asustarse?- le pregunto mirándola desconfiada-. ¿Quién ha matado a mi abuela? - Él...- murmura-. El único chico de la casa. - No lo pillo- le digo extrañada-. El único chico es Abadón. - Exacto. - Pero... pero él no puede haber hecho eso. Solo tiene cinco años... - Para que tú veas. Por eso tengo miedo, de hecho, no sé si hago bien en dejarlo solo allí con Clare, está encerrado con llaves y he guardado bien los cuchillos pero... - Sigo sin poder creérmelo- le digo escéptica. - Tenía... su misma mirada... la de Liam cuando estaba en La Llama... - Pero no era su verdadera expresión, él finjía, por orden de su padre. - Exacto... su misma sonrisa maquiavélica... - La de... ¿la de Nestor? Maya asiente con la cabeza y trago saliva. - He creado un monstruo...- dice con las manos en la cara, sollozando. - Pero... ¿cómo? ¿Cómo puede saber matar a alguien? Aún no ha dado eso en las clases, aún no sabe nada de muerte- le digo confusa. - Él dijo que no lo había hecho, que no había sido su culpa, pero ¿quién sino iba a ser? Además, miraba la escena divirtiéndose, y era él el que tenía el cuchillo del crimen. - No sé, Maya, pero algo muy raro está pasando. Yo que tú lo mantendría vigilado muy de cerca, y lo encerraría en su habitación hasta llegar al fondo del asunto. - Es lo que voy a hacer. Intentaré que no acabe convirtiéndose en un asesino despiadado. Pero... - Tienes miedo- termino la frase por ella. Esta asiente. - No te preocupes. Cuenta conmigo para lo que haga falta. Por lo visto, en la familia Fire, hay dos tipos de genes, los de Nathan y los de Nestor, y todos tienen ambos genes pero al final uno de ellos es el que destaca, mira el caso de Liam y Mary, acabaron siendo como su tío y no como su padre, buenas personas. Puede que a tu hijo le pase lo mismo. Maya asiente, no muy segura, y acto seguido, suena la alarma que indica los últimos minutos de las horas de comunidad del día. {KAT} - ¡Atrapa la pelota! ¡Vamos, esta vez sí! ¡Muy bien! ¡Muy bien! La voz de Zeth. Fuera. Jugando con la pequeña Hope de quince años. Ya no tan pequeña. Me asomo a la ventana, restregándome los ojos, me acabo de despertar de la siesta. Veo a Zeth y Hope jugando a pasarse la pelota desde lejos, divirtiéndose. Parecen padre e hija. Parecemos una familia, normal y corriente, felices. Pero ka preocupación siempre está ahí. El qué estará pasando en Nueva Yanna. El saber si mis amigos seguirán con vida. Necesito despejarme, dar una vuelta, sola. Salgo por la puerta trasera de la cabaña en la que vivimos. Paseo entre la hierba, mirando el horizonte, el atardecer entre las montañas, esta hermosa visión que tengo todos los días y de la cual jamás me cansaría. - Kat- susurra alguien detrás mía, y me vuelvo en guardia, sacando la navaja que llevo bajo mi manga. Hacía mucho tiempo que no escuchaba su voz. No sabía que era él. Parece más cambiado. Más maduro. - Sigues igual que siempre- me dice el chico de la cicatriz. - Tú no- le respondo con una leve sonrisa pero sin guardarme la navaja, quién sabe si viene con buenas o malas intenciones-. ¿Cómo has escapado? - Fácil. Me he infiltrado entre sus soldados. Solo tenía que escoger al indicado- sonríe misterioso-. Tengo un plan. - Ya era hora- sonrío y me guardo la navaja-. Vamos a recuperar lo que es nuestro. {MICHAEL} - No puedes. No aceptarán tus condiciones. Empezarás una guerra mundial- me dice uno de mis consejeros. No me contengo. Apunto y disparo. - Limpiad este desastre- le digo a mis guardias mientras limpio mi revólver con un pañuelo-. ¿Para qué tener consejeros si al final ninguno sabe una mierda? ¿Ustedes qué opináis? Miro al resto de mis consejeros, los que aún siguen con vida, los que siguen sin llevarme la contraria. - ¿Y para qué quieres consejeros si al final vas a hacer lo que te de la gana?- pregunta uno. - Pues verás, muy sencillo. Voy a hacer lo que me de la gana pero necesito que me aconsejen la mejor forma de hacerlo- le respondo con una sonrisa vacilona. - ¿Y a qué esperas para matarme?- dice ladeando la cabeza, aceptando que va a morir por contestarme de esa manera. - Oh, no te voy a matar- le digo y parece que suspira aliviado. Chasqueo los dedos. Un guardia le dispara en el cráneo y sonrío satisfecho. - Yo no- suelto una leve risita-. Pues eso, estáis reunidos aquí para hablar de Asia. Es la primera potencia mundial, seguido de Estados Unidos. Sabéis lo fácil que me fue conquistar Norteamérica con los recursos necesarios. Podría hacerme con todo el continente entero pero no merece la pena, solo queda escoria. Sin embargo, en Asia... aún disponen de muchísimos recursos, supervivientes... Tengo que hacerme con ello. Entonces tendré el dominio del mundo, lo controlaré todo- sonrío imaginándome todo el poder que tendría-. El problema es cómo hacerlo, tienen más recursos que nosotros. Aunque... conozco un comodín...- digo pensativo-. Nah, sería mi último recurso, me niego a disponer de algo tan valioso. ¿Alguna objeción? ¿No, nada? Qué raro...- carraspeo y sigo hablando-. Ahora hablaremos de tácticas de guerra. Porque como dijo nuestro buen amigo antes, sí, no aceptarán mis condiciones y empezaremos una guerra. La tercera guerra mundial.
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