Ella asintió mientras buscaba sus nuevas cámaras. Las encontré rápidamente, dándome cuenta de que la pequeña perra se había excedido con la elección de cámaras, sabiendo exactamente cuáles había elegido.
Se compró tres CamPro 10, la cámara más moderna y genial del mercado. Y por 1000 dólares cada una, más le vale que le den una mamada. Tiene 256 GB de memoria interna. Graba en 8k. Sus dimensiones eran más o menos del tamaño de una tarjeta de crédito promedio, con solo unos 10 cm de grosor. Y tenía muchísimas funciones.
No me importaban las funciones ingeniosas. Quería que la cámara funcionara como una función básica: grabar.
Agradecí que el cable de carga fuera largo. De hecho, tenía un cable largo para cargar y uno corto para conectarlo a una computadora.
Así que instalé las tres cáma
