Julián . . . . Sentía mi sangre caliente y mis manos picaban por las ganas que sentía de golpearlo, me repetía en mi mente que esto no era su culpa, pero joder solo recuerdo los ojos de mi hermana llenos de lágrimas y dolor, mi padre me enseñó que debo protegerla contra todo, si Dominic le esta haciendo daño no dejaré que se le acerque. —Mi esposa ¿tu la conoces? —preguntó aún sorprendido. —¿No la recuerdas? —reí con amargura, el firmo el divorcio sin ni siquiera recordarla. —No —respondió el idiota, tuve que controlarme para no tomarlo por el cuello y estamparlo de nuevo contra la pared. —¿Y si no la recuerdas por que mierda firmaste el puto divorcio? —si estaba muy cabreado —A ella le dolerá enterarse de esto y ya ha sufrido lo suficiente como para que tu sigas haciéndola s

