PRÓLOGO
Emily Mayer
Voy junto a Dominic en el auto ambos estábamos arreglando un local el cual se transformaria en nuestro restaurante mi esposo decidió acompañarme en esta aventura y el se ha unido a mi sueño, mi Dominic se ha preocupado tanto por mi, estoy tan emocionada de poder lograr esto junto a él, el tiene la meta de en el futuro convertir esto en una cadena de restaurantes y yo, yo solo quiero hacer lo que me apasiona lo cual es cocinar, he estudiado mucho, pues quiero llegar a ser una gran chef, Dominic se encargará de la parte administrativa el sabe mucho sobre eso, los dos hemos cambiano, lo noto al ver su sonrisa, el sonrie mas que cuando lo conocí y eso me llena de alegría pues se que el es feliz junto a mi.
La música suena dentro del auto, yo canto viéndolo a el y el solo sonríe mientras sigue conduciendo.
—Emily ponte el cinturón —me pide.
—No te preocupes mi amor, así tengo más libertad para moverme —le digo mientras sigo cantando, amo las canciones en inglés más que las que están en francés, y sobre todo amo esa canción que suena en este momento —Tú ponte el cinturón —le digo al ver que él no lo trae.
—Me lo podré si tu lo haces también...
—Trato —me puse el cinturón —ahora tu.
—No puedo estoy conduciendo...
—Pontelo Dominic —le pedí.
—Lo haré cariño, solo estacionare el auto un momento para ponérmelo —y así lo hizo, estacionó el auto, estaba a punto de ponerse el cinturón cuando una fuerte luz nos cegó, las bocinas de un camión se escucharon, sonaban con insistencia.
—Dominic —lo llame presa del miedo al ver el camión acercarse a nosotros.
—Maldición —lo veo encender el auto para esquivarlo pero ya es demasiado tarde aquel camión impacta con nosotros.
—¡Dominic! —fue el grito de terror que salio de mi garganta, antes de que perdiera la conciencia.
.....
Al día siguiente
Abro mis ojos con dificultad, me duele la cabeza, mi pierna y mi brazo no puedo moverlos, la luz es cegadora, quiero moverme pero no puedo, todo mi cuerpo duele demasiado. Vuelvo a cerrar los ojos y las imágenes de los sucesos llegan a mi mente como flashes, el auto, el camión impactando contra nosotros y Dominic...
¿Dónde está Dominic?
Abro mis ojos alterada, quiero saber como esta el...
—Emi, tranquilízate —escucho que me pide mi hermano.
–¿Dónde está Dominic? ¿Cómo está mi esposo? ¿Y Adrian? —le pregunté al verlo solo a él.
—Tranquilízate debes descansar, debes recuperarte pronto Emi —el evitaba mirarme, sus ojos estaban enrojecidos.
—Julian tu nunca me has mentido ¿Cómo esta mi esposo? —pregunté sintiendo como mi corazón quiere salir de mi pecho.
—Mírate como estas Emily, debes descansar, el accidente que tuvieron fue muy grave es un milagro que estés viva —su voz temblaba ligeramente.
—Solo quiero saber de Dominic, quiero saber como esta mi esposo Julian, es lo único que pido —mis ojos comenzaron a arder, su mirada se fijo en la mía, sus ojos llenos de tristeza y lastima, negué, no podía ser posible.
—No, no es cierto... ¿Cómo esta mi esposo? ¡Dime como esta realmente! —exigi —no me mientas.
—Emiliy, él recibió un golpe muy fuerte, tuvo una hemorragia que no pudieron controlar, el accidente fue ayer, el ni siquiera pasó la noche —una lágrima silenciosa y solitaria bajo por mi mejilla, los recuerdos de nosotros dos invadieron mi mente, mi Dominic no me dejaría el no lo haría...
