Código Swinger

CAPÍTULO 2.4

5.Y LLEGA EL MOMENTO CLAVE (“¿NOS ATREVEMOS?”)

Lecturas, demasiadas “casualidades”, conversaciones, fantasías sexuales crecientes, información a mansalva, documentales iluminadores…. Cierto, todo eso está genial. Puede ser muy excitante y va creando clima, pero el primer “antes y después” de esta aventura llega el día de la pregunta inaugural, la del salto –o noadelante. Esa pregunta es muy sencilla: “¿Nos atrevemos a probarlo?”. Cruce de caminos. Crossroads.

La respuesta, como todas las decisiones a dos voces, no suele ser inmediata. Suele quedar ahí, suspensa en un aire que se espesa entre multitud de nubes en forma de duda. De hecho, es la primera de una extensa serie de cuestiones que van a ir configurando algo así como un manual de procedimientos que contemple todas las opciones hasta entonces pensables, los mejores y peores escenarios, los riesgos, las fortalezas y debilidades, la asunción de las propias flaquezas, los temas tantos años pendientes de resolver en la pareja, las preguntas tantos años evitadas, la confianza en el otro y en uno mismo. Lo que arranca con ese “atreverse o no” es un periodo de negociación con montañas de supuestos, incertidumbre y nopoca tensión.

“¿Qué pasará el día después”? ¿”Estoy preparad@ para ver a mi pareja interactuando sexualmente con otr@”? ¿”Cómo nos va a afectar todo esto emocionalmente”? ¿”Reforzará realmente la pareja, o nos adentraremos en una crisis sin solución”? ¿”Nos conocemos lo suficiente como para asumir un reto tan extremo y ponernos a prueba de forma tan radical”? ¿”Hemos valorado todas las variables y calibrado todos los riesgos”? ¿”Y si me enamoro de otr@?”? ¿”Y si todo ello abre unas puertas que hemos mantenido cerradas a cal y canto y descubrimos adicciones de las que hasta ahora no debíamos preocuparnos”? ¿”Cómo vamos a explicarlo a los niños si un día lo descubren?” “¿Y si…?”

¡Calmaaaaa! Todas esas son preguntas normales cuya respuesta debe ser anterior a decidir si os atrevéis o no. Lo normal es aceptar un reto solo después de haber despejado dudas y haber escuchado activamente la experiencia de muchos otros, siempre sin olvidar que “cada uno cuenta la feria según le ha ido”. Tampoco se trata de plantarse con la boina y las gallinas, como el bueno de Paco Martínez Soria, en mitad de Cap d’Agde con una “L” colgada a la espalda. Eso es como hacer prácticas de autoescuela con un Ferrari. Se trata quizá de hablar más con los papas glamorosos del cole, o irse un día a tomar un café con Pablo y María, o recuperar en Internet el documental de Cap d’Agde y mirar las caras no tanto de los que hablan, sino de los que pasean por allí.

Aprende a escuchar entre líneas, a mirar la cara de la pareja del que cuenta maravillas del mundo swinger. Decídete a preguntar, a observar y a analizar datos objetivos desde esa mente irrepetible que es la tuya. Entiende por qué les funciona a los que les funciona y por qué no les ha ido bien a los que han fracasado. Todo ello te ayudará a construir una hoja de ruta pausada, coherente, calmada y sin precipitaciones. No te apresures, pero tampoco dejes la decisión pendiente por los siglos de los siglos. “No es bueno quedarse colgado de un sueño”, canta Pedro Guerra. “No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”, canta Joaquín Sabina, maestro en amores complejos.

Mejor un “no” a tiempo, o un provisional “dejémoslo de momento” que un peligroso “¡adelante!”” con dudas más que razonables pendientes de resolver. Atreverte pasa por entre-verte, verte en situación; imaginar las reacciones propias y del otro; anticiparte a los problemas; prever obstáculos y contratiempos; lanzarte a resolver los escollos de los inicios; asegurarte del convencimiento de quien va a ser tu compañer@ en este arriesgado viaje; plantear supuestos; pactar condiciones… crear vuestras propias normas, en suma, con cierto grado de flexibilidad para cuando fallen tales supuestos. ¿Os preocupa equivocaros al principio? Pues no os preocupéis, porque ¡os vais a equivocar seguro! Si ya es difícil el consenso a dos, cuando es a cuatro la cosa todavía se complica más.

Aun así, ¿os atrevéis? ¿Sí? ¡Pues venga! ¡Vamos!

...

ADVERTENCIA: Como en cualquier incorporación a un universo desconocido, estad preparados para situaciones que son imposibles de prever para los recién llegados a un ambiente que no dominan. Estáis pensándolo todo desde el plano de la razón, pero el mundo s****l no se construye desde la mente, sino desde la víscera del cerebro reptiliano. Donde ahora decís “A”, en situación puede ser “B”. No seáis demasiado severos con vosotros mismos. Daos cierto margen de error si no queréis sentiros frustrados y traicionados a la primera de cambio. Poco a poco aprenderéis a rectificar, tranquilos.

...