Esa noche los tres cenarían juntos y a la mañana siguiente partirían con dirección al palacio. - Me hubiera encantado acompañarte a conocer la playa, pero al parecer aquí han llegado barcos de Windsor, al parecer rodearon todo con tal de pasar por algún lado, así que tuve que venir a arreglar los asuntos de seguridad y de frontera. – Se excuso Keelan. - No hay problema. – La sonrisa de Gyda era de oreja a oreja. - ¿Lograste solucionarlo? – pregunto Alexey. - Se podría decir que sí, es cuestión de elevar un poco mas la frontera, poner mas seguridad y tal vez pedirles a los nobles de la tierra que pongan trampas para detener barcos antes de tocar tierra. – Keelan se veía cansado, las juntas eran agotadoras pues en su mayoría nunca se encontrar en acuerdo mutuo, siempre había demasiadas i

