Esa noche Gyda no quería hablar, solo lo veía con remordimiento y rencor. - ¿Me odias? - por fin dijo Gyda. - Por supuesto que no, no podría odiarte, es todo lo contrario. - Le respondió Keelan. - Pues finges bastante bien. - El tono de voz de Gyda era ácido y cruel. - No puedes entender por todo lo que estoy pasando, el estrés que tengo, no he dormido, no he podido comer a mis horas y mientras yo tengo que solucionar los problemas del reino, preparar la defensiva de las tropas, tú y Alexey solo estan jugueteando o ¿Crees que no estoy informado de los abrazos que se dan? si la gente no habla mal es por que lo ve como amor familiar, pero yo sé que esas miradas no son de amor familiar. - Keelan más que enojado se veía cansado. - ¿Estas celoso? - Gyda creía que hablaba con más coraje de

