A simple vista era cierto, no parecían grandes avances, realmente a las flores del entrenamiento no les pasaba mucho y esto preocupaba a Keelan, consideraba que no iba a ser capaz de cuidarse a sí misma. - No esta mal, entiendo que el avance es lento, usualmente no dominamos nuestros dones de la noche a la mañana, pero me gustaría preguntarte algo, a tu conciencia ¿Crees que con esto podrías cuidar de ti? – Pregunto Keelan. - No lo he podido practicar con personas, ahorita con las flores es como si les rogase morir, pero no podría afirmar que sea lo mismo con el enemigo. – respondió Gyda. - ¿Entonces a ti, Alexey, si puedo lastimarte? – Pregunto Gyda. - Esta entendido ya que yo no poseo dones, ni un gran físico entrenado para ser guerrero, así que si, podrías lastimarme. – Respondió Al

