A Gyda la llevaron a la habitación a espaldas del templo, su cara se había puesto pálida, tenía el corazón acelerado y las manos no le paraban de temblar, se comenzó a hiperventilar y antes de que comenzara a ponerse peor, Alexey la abrazo. - Tranquila, todo va a estar bien, aquí te vamos a cuidar, pero necesitamos que te calmes para que las cosas se faciliten. – Alexey dijo esto mientas de daba palmaditas en la cabeza y la apretaba fuertemente. Gyda sintió un gran alivio, sentía que Basil jamás podría contra ellos, este abrazo la había reconfortado y había conseguido volver a su cordura. - Ve con Keelan, prometo estar tranquila. – Gyda estaba angustiada por lo que le fuera a pasar a Keelan estando solo. - Keelan me ha ordenado que no me separe de ti y te mantenga a salvo, no lo sabes,

