Capítulo 6
Mafia
“Único capítulo de los zolov”
Victor
A veces tomar decisiones drásticas son necesarias, Y fue muy necesario dejar todo en manos de Dowson, no sería la primera vez que le sedo mis negocios, ya sería la segunda, la primera vez fue por mi luna de miel y ahora, bueno, volver a Rusia no fue sencillo y llegar a esta finca con los ojos vendados, tan poco lo fue, pero es parte del sacrificio, escucho llorar a mi bebé y quisiera alcanzarla y sacarla de los brazos de su madre, pero me quedo quieto, porque así me siento vulnerable, una sensación a la que no estoy acostumbrado, pero ahora están real, como que viviremos apartados de todos, o casi todos es nuestro nuevo hogar.
Escucho la voz de mi mujer que le tararea una canción de cuna nórdica a nuestra hija, apenas tiene dos meses de nacida y ella es la mejor madre que pueda tener, no me importa que todos digan que tiene una mirar doblegante, o que su presencia intimida, Kriv lleva pegado al teléfono con sus hermanos hablando de nuestra llegada, quienes al parecer no les agrada la idea y cuando imagino su reacción, ante la noticia de que Natalia es la hija perdida del gran Ivanov, bueno, tengo que aguantarme las ganas de reír. Alguien me quita la venda, y por el olor, intuyo que fue mi mujer. Parpadeo para aclararme la luz lastimando mis ojos, cuando logro enfocar, veo un camino de de paisaje blanco, montañas cubiertas de nieve blanca. Volteo a ver ami mujer, que ha calmado el llanto de Kely. Le está acariciando la mejilla rosada con aire ausente. Me fascina verla interactuar con ella, es como si se quitara todo tipo de capas qué suelen cubrirle y solo las mostrará con ella.
– ¿Acaso estoy más hermosa o te has vuelto más idiota? ¿Porque me miras asi?
Sonrió, porque ni viéndome sabe que me la estoy comiendo con los ojos.
– Sabes que me fascina verte sirena, sobre todo cuando le cantas a Kely, es algo surrealista y nada propio de ti.
– No estaba cantando idiota, estaba tarareando, es una gran diferencia. Yo no cantó.
Mi sonrisa en espontánea
– ¿Y aquella vez en la playa, alcanzaste una gran nota?
– Fue para demostrarle a Nick que canto mejor que él.
Se recuesta en el respaldo del asiento y pone a kely contra su pecho. La cosa más sexi qué e visto en mi vida, me traslado junto a ella y apartó los mechones largos de su cuello donde ubico mi cabeza. Donde le late el pulso acelerado. Beso su piel y ella se retuerse y me da un codazo.
– Basta – gruñe cuando me rio, se el efecto que esa simple caricia tiene en ella, el mismo que en el mio, pero tengo mayor control.
– Ya te vas a poner violenta, sabemos que eso solo puede llegar a una cosa.
– Si no paras, te are sufrir y mucho – apartó mi mano donde se deslizaba entre sus piernas y le quitó con cariño a kely de su pecho, poniéndola contra el mío.
Ella se recuesta hacia atrás y cierra los ojos, mientras kely, gime al perder el contacto de su madre, pero se relaja cuando chupa su manita.
– Tiene hambre.
Mi mujer sin abrir los ojos, toma la maleta de kely y me tiende su mamadera, esta mujer a veces hace cosas que espero no le enseñe a nuestra hija. Mientras kely succiona con ansias. Sonrió cuando siento que me está mirando.
– ¿Ahora quien parece idiota?
– Yo jamas parece una idiota, ¿Que te pasa?
Se que le frustra este viaje tan largo y tedioso. Jamás emos hecho un recorrido así, pero las fincas o villas de los Ivankov, no es un lugar fácil de encontrar, cuando Elias nos habló de ella, apenas podía creer que pudieran vivir tan apartados de todos los grupos insurgentes y que la reyna nunca nos haya comentado algo así, lo que si me chocó un poco es que Natalia conociera a uno de los hermanos y por conocerlo, me refiero a que tuvieron un encuentro s****l. Quisiera no haberme enterado de eso nunca, pero ya me he resignado, Natalia antes de conocerme era muy activa sexualmente, pero el enfado se me fue cuando Natalia le sonsaco a la secretaria, qué el estaba comprometido y que su prometida estaba en su oficina. A veces me sigue sorprendiendo que aún tenga ese efecto en las personas. Es algo a lo que no se si me podré acostumbrar.
Después de lo que parecen horas y horas de viaje, al fin vislumbramos las luces de la villa y casas y más casas una al lado de otra, con escoltas patrullando sus calles con vehículos blindados. Poco a poco entramos a un área bosquosa, rodeadas de las montañas, subimos, bajamos, zigzageamos y llegamos a unas rejas de metal, custodiada por torres de vigilancia y cámaras, perros vigías, las puertas se abren mostrando un largo camino empedrado, con lámparas y farolas qué se asemejan una llama viva, hombres armados y mujeres paseándose por la propiedad, no hay un simbolismo de edad, mujeres y hombres podando, lavando coches, algunos adolescentes entrenando con escoltas y mujeres también, algunos con faltantes de algunas parte del cuerpo, pero siendo útiles dentro de la propiedad, la gran mansión negra se cierne delante de nosotros, majestuosa en todo su esplendor y riqueza, de grandes ventanales altos y picaportes, puertas y ventanas qué seguro están reforzadas con blindaje y las ventanas a pesar de estar cubiertas con cortinas negras, se que también son contra balas.
– ¿Y creí que eras un paranoico? – dice mi mujer bajando del auto sin esperar a qué se detenga, yo si espero, en cuanto bajo con kelly abrigada bajo mi pecho, veo la ilera de autos de lujo n***o y blindados frente ala mancion, que parece salida de un lugar lugubre pero elegante.
– Yo que crei que estas casas solo existían en connecticut.
– Esto jamas se vería en connecticut – murmura mi mujer observándolo todo.
– Bienvenidos ami casa – dice Kriv acercándose con una sonrisa de orgullo. Y no lo culpo, yo me sentiría igual, si tuviera un lugar así y escondido del mundo entero. – Adelante porfavor.
Me mujer se adelanta sin dejar de mirarlo todo, incluso cuando una mujer rubia con traje n***o nos abre la puerta.
– Bienvenidos ala mansión Ivankov – dice con voz melodiosa y sensual. Sobre todo cuando mira a Kriv Ivankov, quien la ignora por completo mientras entra susurrando con su prometida, aferrrada fuertemente de su brazo, cosa que no pasa desapercibida ante mi mujer. Ella odia, literalmente, a una mujer débil y que no puede depender de sí misma, pero se que también ve las señales, como las marcas en sus muñecas y brazos que trata de ocultar con sus mangas largas, y por cómo se aferra al brazo de su prometido. Como si su vida dependiera de ello.
Se que ya esta planeando sacarla de su infierno personal. Se que, ara todo por acercarse y acosta de Kriv Ivankov.
Natalia
Recuerdo la primera vez que mate, la sangre en mis manos y ropas, manchando el suelo, su cadáver tirado a mis pies, su rostro contorsionado en una mueca de sorpresa. El muy imbecil era un maestro bien pagado, había escuchado rumores, mi madre me había pagado la mejor escuela privada y desde que ingrese a primer grado, lo sentí mirarme, sentí su deseo oscuro y yo mire su podredumbre, lo investigue en secreto, lo seguí en secreto y descubrí a todas sus víctimas, como aquel sistema corrupto tapaba sus crímenes, con cantidades de dinero, para pagar su silencio, como sus padres obligaban a sus hijas a callar, entonces cuando recordé haber leído Hanzel y Gretel, decidí implementar sus tácticas, dejar mis mijajas, tentarlo con miradas y sonrisas, con mensajes y entonces, cuando me encontró sola, en el gimnasio, esperaba encontrarse con un ser débil e indefenso, pero se encontró con un moustro, que lo torturó hasta desfigurarle el rostro y otras cosas que pertubarian a cualquiera, pero se me pasó la mano, según Nick, después de vomitar al ver mi obra y gritarme hasta quedarse sin voz. “Que no era esta la forma” “Que devi hacer lo correcto” nada de eso me importo, había matado por primera vez y la adrenalina corría por mís venas. Quería más y con el paso del tiempo, encontré a muchos y entre al programa de cazadores hasta que me enliste en el ejército, la lista de muertos fue creciendo y después de conocer al capitán aumentaron aun mas y después de casarme, la cosa empeoró, pero siempre había uno y ahora en mi nuevo hogar, temporal, pero hogar al fin y al cabo, tendría que buscar como divertirme y saciar mi sed de sangre, por eso deambulaba por la mansión, encontrando fallas de seguridad y ángulos muertos, entonces lo veo, como arrastran aun hombre encapuchado a un zotano de tras de los supuestos ganedores, se queces un camuflaje y los sigo.
– Alto ahí – dice una voz y sonrió – No puede andar por aquí, esta prohibido.
– Así – digo jirando la cabeza – ¿Y quien me lo va a impedir? ¿Tu?