CONFUSIÓN

Prólogo

Aquí estoy, delante de un instituto público después de años sin pisar una institución de educación pública, aunque parezca raro oírlo. Hace años varias circunstancias me hicieron dejar de asistir a clases, bueno, a unas clases iba, pero dudo que fueran parecidas a las que otras personas de mi edad tendrían. 

Me llamo Olivia, y las situaciones que me apartaron de la educación pública, fue primero la muerte de mis padres. Hasta los 12 años vivía en Boston con mis padres, agentes del FBI, y mi hermano mayor que tenía 18 años. En un trabajo, mis padres se fueron a Filadelfia a detener a unos criminales, empezó un tiroteo y murieron, aunque fue claramente asesinato, los agentes del FBI lo consideraron accidente y, además, temeridad por parte de mis padres porque no llevaban equipo antibalas, aunque, ¿cómo iban a llevarlo si les mandaron entrar a toda prisa? Después de eso me quedé con mi hermano, él vio cómo todo se desmoronaba, como su vida debería cambiar drásticamente, tendría que dejar de salir de fiestas, emborracharse con sus amigos y ligar con todas las tías que se le pasaran por delante, y todo por mi, porque tendría que cuidarme ahora que estábamos solos, porque claro, nuestros padres eran hijos únicos, no teníamos tíos, y nuestros abuelos ya habían muertos. Todo eso no le sentó muy bien a él, empezó a beber, cada vez más, hasta finalmente hacerlo, largarse de casa y dejarme totalmente sola, dejar a una niña de solo 12 años sola. Lo busqué por la calle hasta que anocheció y empezó a llover. Me senté en la calle y lloré como la niña que era, hasta que una chica, de unos 20 años, se me acercó. Me preguntó qué me pasaba y me llevó con ella. Así conocí a la que, hoy en día, es mi única familia y mis amigos. Quienes me acogieron, pero, no eran personas, lo que se diría normales, eran parte de una organización mafiosa, aunque, por extraño que parezca, fueron amables conmigo, sobretodo aquella chica, quien se convirtió en una hermana para mi, y una que siempre está a mi lado. Bueno, que una vez con ellos me fui a Nueva York, donde tenían su sede/centralita/escondite.. como queráis llamarlo. En ese lugar conocí a chicos de mi edad y estudié con ellos con profesores de la organización. Este año, pero, cuando ya tengo 17 años y se supone que es el último curso, me informan de que tengo que ir a un instituto público por razones que aún no pueden explicarme, así que, aquí estoy. Mirando como un montón de adolescentes como yo entran en el instituto después de las vacaciones, pareciendo animados y felices, ignorantes de toda la realidad que les rodea