Un Descubrimiento para Denisse

2138 Words
Denisse, da vueltas por todo el periódico, buscando la manera de dar con alguna idea, para ir adelantando su misión, de conseguir un tema de total interés, que, como le había dicho su jefe, la catapultaría a un mejor puesto, dentro de la empresa y por ende, a él, que ganaría el premio inter-estatal e internacional de reporteros y periodistas dedicados a contar una historia, una verdadera historia. La muchacha, se paseaba por todos los cubículos de sus compañeros, buscando algún tema de interés, que le llamara la atención, no solo a ella, sino a las personas que consiguiera seguirla, en las r************* y leyeran dicho artículo, así como también a los miembros del jurado. Mientras se paseaba de un lado a otro, intentando que su jefe, no se diera cuenta que andaba deambulando por toda la oficina, se tropieza con Andrew, un muchacho nuevo, en el periódico, que se encargaba de hacer diseños de páginas web y que había sido contratado allí, como pasante. - ¡Ay!, disculpa, no te vi, estoy un poco distraída. - No se preocupe señorita, mucho gusto, soy Andrew González. - Ehh, yo, Denisse Yánez, un placer. Umm, eres el nuevo ¿verdad? - Umm, sí, si se podría decir. Soy pasante de la Universidad de York, en el área de diseño web. - ¡Oh, sí!, que interesante. Le contesta Denisse, con aires de preocupación, mientras mira para todos lados. - Disculpe por la pregunta, pero, ¿Le pasa algo?, la noto un poco nerviosa o preocupada, tal vez. - Sin lugar a dudas, las dos cosas. - Puedo preguntarle, ¿Por qué?, si no es indiscreción, claro. - Okey, como has mostrado interés, te voy a contar, rapidito porque si Don Argimiro, me ve por aquí, se arma la de San Quintín. - ¡Caramba!, sí, he escuchado por los pasillos, que, ese señor es bastante severo con sus empleados, yo trato de pasar desapercibido, para no ocasionarme problemas. Y como me lo estás describiendo, entonces soy todo oídos. Puedes contarme. Quién quita y de pronto, hasta te puedo ayudar. - ¡Ojalá!, pues mira, lo que pasa es que necesito con suma urgencia, conseguir un tema que sea extremadamente interesante, de ser posible, del que nunca nadie, halla hablado o investigado antes, esto, para hacer un reportaje, que será llevado para los premios inter-estatal e internacional, con la finalidad de obtener el primer lugar, catapultando al estrellato, tanto al periódico, como al rol de Don Argimiro, dentro de el, y, por supuesto a mi, que sería quien lo investigara y redactara, pero la cabeza me da mil vueltas, he buscado cualquier infinidad de temas, que de hecho, les he propuesto y ninguno le llama la atención, ninguno le gusta y si acaso, hubo uno, lo descartó porque no le pareció relevante. - ¡Wow!, pues, no sé como podría ayudarte. Lo mío, como te he dicho, es el diseño web. Voy más con el área tecnológica, pero, creo saber de alguien, a quien podría recurrir para ofrecerte ayuda, de alguna manera. - ¿¡De verdad!? ¿Podrías socorrerme, con ese asunto? Le dice, Denisse a modo de susurro. - Sí, claro. Mira, tengo un amigo al que le encanta la aventura, es algo que forma parte de su vida, no lo hace por trabajo ni mucho menos y él, ha viajado a sitios diferentes a los convencionales, incluso, se podría decir, que a lugares inexplorados del planeta. - Eso que me dices, es interesante, pero, espera, espera, arrímate un poco más acá, que me siento en el ojo del huracán, tan cerca de la oficina directiva. Recuerda que te comenté que prácticamente, el jefe, me tiene acosada con el tema del reportaje. El muchacho hace lo que Denisse, le sugiere, y continúa ofreciéndole la información requerida. - Le enviaré un mensaje, explicándole, tu situación, a ver de qué forma, podemos sacarte del paquete donde estás metida, y, luego te busco para darte la razón, ¿estás de acuerdo? - ¿Harías eso por mi? Le dice mientras pestañea con cara de borrego sin desayuno. - ¡Claro que sí!, señorita. Cuente conmigo, además para eso estamos los compañeros de trabajo; para apoyarnos en lo que necesitemos. - Eres mi salvación, Andrew. Confío en ti. - En un par de horas, le tengo respuesta. Mientras tanto, haga como si ya tiene el tema, ande con seguridad y si se encuentra con el jefe, le dice, que le está preparando una nueva propuesta a la que no se va a resistir. De esta manera, se lo va a sacudir por un rato, mientras solucionamos. ¿Está bien? - Pero, si me pide que le vaya adelantando, ¿qué le digo?, en este momento, tengo la cabeza en cualquier lugar, menos encima del cuello. - Tranquila, demuestre seguridad como ya le dije, esto, va a hacer que no le pregunte nada más, y, en dado caso, use una frase, al estilo, muy lugar común, que reza “Lo bueno, se hace esperar”. Yo estoy seguro que mi amigo, la va a ayudar con eso. - Okey, Andrew. De antemano, te agradezco mucho. Me buscas en mi puesto, que por cierto, está al otro extremo del salón, justo enfrente de... El muchacho, no la deja terminar, completando la idea: - Del ventanal de persianas azules, lo sé. Soy muy observador y ya sabía la ubicación de su cubículo, no se preocupe, como le dije, en un par de horas, tendrá la solución no solo en sus manos, sino también en la bandeja de entrada de su correo. - De acuerdo, entonces nos vemos en un rato. - Así sera, señorita Denisse. Hasta luego. Los compañeros de trabajo y ahora aliados, se despiden, mientras cada uno, toma un rumbo diferente en el salón, donde están ubicados, los cubículos. El muchacho, sigue su camino hacia la pequeña oficina para creativos, que le fue asignada y Denisse, toma el rumbo hacia la cafetería, pues necesitaba escaparse un ratito de todo el caos, que le genera en la mente, el hecho de estar en el mismo piso que la oficina directiva y por ende, de la intensidad de Don Argimiro y el tema para el reportaje. Denisse, pasa en volandillas por su cubículo, busca su monedero y su móvil, el cual, había dejado en la gavetita de su arturito, enciende la pantalla y visualiza, la hora. Las once menos diez, pensando que aún es temprano para salir a almorzar, continúa con la idea de escaparse a respirar aire puro, sin duda, lo necesitaba para oxigenar el cerebro y soltar toda las energías negativas que tenía acumulada, desde que llegó a su sitio de trabajo. Salió del edificio, dirigiéndose a una glorieta, que estaba a una cuadra. Iba pensando, en todo lo que le pasó en la mañana, antes de salir de casa, luego en el bar-café con Don Alvaro y el hombre misterioso, después en la conversación con Agatha y en los tips mágicos, para sacarse de encima a Don Argimiro y finalmente en ese encuentro, con el muchacho nuevo del departamento de creativos. Para todas estas cosas que había vivido el día de hoy, le pareció que la mañana, estaba corriendo a pasos de morrocoy, lentísima. De repente, mientras caminaba e iba inhalando, el aire casi puro que le ofrecía la ciudad, su pensamiento, se desvió hacia Bruno, ese muchacho que le llenaba el alma, aun sin darse cuenta, al que añoraba cuando lo sabía lejano, a quien besó junto a la Fuente Mágica, tratando de encontrar en él, ese punto de luz del que habla Paulo Coelho en el libro de “El Aleph! - No puedo sacarme de la cabeza a Bruno, es como si, una energía invisible, hiciera que se mantuviera allí, latente, persistente, ¿formará parte esto de la conexión y las hadas y los guerreros?, ¿Qué pasará cuando todo termine?, ¿Seguiré sintiendo esto por él?, ¡Él, lo sentirá por mi?. Tantas interrogantes, tengo en mi cabeza, que no me dejan concentrar en el trabajo, ni en mi vida cotidiana, ni en los proyectos. Si así es el amor, nos hace, confundirlo todo y a su vez, dejar aparte las cosas en las que realmente tenemos que poner toda nuestra atención. Como el tema del reportaje, por ejemplo. Mientras, Denisse, caminaba y pensaba en lo que haría y en lo que podría hacer, le ocurrió algo muy extraño, sintió una brisa tibia, golpearle suavemente la cara, mientras que los árboles, danzaban bajo ese sutil viento; desprendiendo de ellos, sus hojas que del verde intenso pasaban a ocre miel, más o menos, al color del pelaje de su gatito Mishty. Aún, estando en invierno, sin nieves pero en primavera y luego en otoño, como si las estaciones, se hubiesen puesto de acuerdo, para ofrecerle éste cambio, en cuestión de segundos. Pensó, que algo, tenía la naturaleza, para decirle. Pero, ¿Qué sería?. - ¿Qué mensaje me estará mandando la naturaleza?, ¿Cómo podría descifrarlo? Se preguntaba, mientras en su mente buscaba alguna idea, de resolver las incógnitas. Continúa caminando por la glorieta, mirando y disfrutando del espectáculo que le va ofreciendo el mágico tiempo, pues, al mirar el reloj de su móvil y el de su muñeca, se ha dado cuenta que éstos al igual que el de la Torre de Londres, se han estacionado en una hora específica, sus agujas no hacen su viaje predestinado, lo que la deja más pensativa aún. Se acerca a preguntarle la hora a un señor, que visualizó, de repente, sentado en uno de los bancos, de la plazoleta, éste, le dice que son las 11:11 de la mañana, curiosamente, la misma hora que marcaban los otros relojes. - ¿Sabe usted por qué todos los relojes marcan la misma hora?, Las 11:11... ¿Tendrá algún significado?. El señor desconocido, le responde algo totalmente diferente a lo que Denisse, preguntó: - Muchacha, sabías que La Torre de Londres, es llamada oficialmente Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, pues, es un destacado palacio de nuestra ciudad, y está ubicado en el centro, a orillas del río Támesis. En sí, la denominada Torre de Londres, es un complejo de edificaciones, torres y palacios rodeados por dos anillos de muros y que debe su nombre a la Torre Blanca, que fue ordenada, construir por Guillermo el Conquistador en 1078. - Muy interesante, señor, pero le hice una pregunta que nada tiene que ver con lo que me está diciendo. Y el señor misterioso, continúa su información, sin hacerle el mínimo caso a su observación: - Durante años, el castillo ha sufrido numerosas modificaciones y ampliaciones; además es uno de los principales símbolos de poder en la ciudad, pues en varias ocasiones, ha sido sede de importantes instituciones del gobierno, así como de otras entidades. - Sí señor, como le digo es muy interesante pero yo no le hice esa pregunta, le pregunté acerca de la hora de la torre y de los otros relojes, las 11:11. ¿Me está entendiendo, de lo que hablo? - Sí, señorita, pero me gustaría que supiera que, debe documentarse, escúcheme por favor. Quizás, esta información algún día, podría serle útil. - No pero... - Escúcheme, en La Torre de Londres existen tres zonas bien diferenciadas, que son el patio central, el patio interior y el patio exterior. Po lo que el patio central es lo que originalmente fue concebido como castillo, esta zona alberga la destacada Torre Blanca que le da nombre al complejo. En las esquinas de la muralla central están las torres Wakefield y Lanthorn, que probablemente fueron construidas alrededor de los años 1220. A Denisse, no le quedó de otra que sentarse a escuchar, detenidamente, lo que el anciano, tenía para decirle. Respecto a la zona del patio interior, se debe al rey Ricardo Corazón de León, cuando realizó construcciones al oeste del patio central; posteriormente, Enrique III ordenó levantar la parte este y las murallas de la parte norte. Muchas de estas edificaciones han perdurado e incluso algunas han sido reconstruidas. Y, en el patio exterior , fue durante el periodo de Eduardo I, que se llevó a cabo la construcción de un tercer patio que circundara al complejo ya existente; también le añadió un baluarte llamado Legge’s Mount, del que actualmente sólo se conservan unas cuantas almenas y se cavó un foso a 50 metros desde los nuevos límites, oscureciendo con esto las antiguas entradas al castillo y creando nuevas, así como la construcción de nuevas torres. ¿Ha ido usted a visitar la Torre de Londres, señorita? - Yo lo que quería saber era ¿qué significado tiene la hora a las 11:11? - Ah, sí claro, eso es el momento de conectarse con tu yo interno y espiritual.
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