Capítulodoce
Antes del amanecer, me encontraba solo en el puente del Borboleta, observando a mi izquierda la luna hundirse hacia el horizonte occidental, mientras el horizonte oriental se iluminaba. La noche era cálida, el mar tranquilo, el viento quieto; todo en equilibrio, un equilibrio perfecto.
Demasiado perfecto.
Me generaba una sensación incómoda. Las cosas se sentían desconectadas, casi espeluznantes.
Apagué las luces interiores y miré la brillante brújula.
Hero entró en el puente, pensativo y fuera de lugar.
"Buenos días, Squirt", le dije. "Pensé que había cerrado esa puerta".
El perro tenía una forma despectiva de entrecerrar los ojos, luego se volvió para mirar algún objeto aburrido como si fuera más interesante que verme a mí. Y odiaba cuando lo llamaba‘Squirt’.
Se acerc
