(Almendra) Bastián se bajó del auto y yo eché a andar con un cargo de conciencia del porte de un buque, pero, a decir verdad, tampoco me duró mucho, él no se había querido bajar en el campo, cuando le dije que me iba a ir aún con él arriba. Debo confesar que yo pensé en dejar mi terreno, devolverlo, que él me devolviera el dinero, irme de allí y nunca más volverlo a ver, pero cuando nombró mi rosa... Si esa rosa sobrevivió al ataque del padre de Bastián, a la falta de cuidados, a la soledad; bien podría yo enfrentarme a Bastián. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué me ilusionó y me hizo pensar que era un buen hombre para luego mostrarse como un monstruo? Recordé la fila de camiones levantando tierra, echado humo y metiendo bulla con sus potentes bocinas. ¿Eso lo tendrían que vivir a di

