Capítulo 42

1044 Words

La habitación seguía oliendo a lo mismo: silencio, encierro, pérdida. Las cortinas apenas dejaban entrar luz, como si el mundo también quisiera respetar el luto de aquella casa. El cuarto del bebé, al final del pasillo, seguía intacto. Nadie se atrevía a abrir la puerta, aunque Gina pasaba por ahí todos los días como un fantasma que no se decide a desaparecer. Gina llevaba semanas en la cama. El pijama adherido al cuerpo como segunda piel, el cabello enmarañado, la mirada perdida. A veces lloraba. Otras veces solo respiraba. Comía apenas lo indispensable para seguir viva, y ya no se bañaba si no era por obligación. No respondía llamadas, no abría mensajes. No era la mujer que Gerald había elegido para casarse. Ya no. Gerald lo había intentado todo. Al principio fue paciente. Cocinaba sus

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD