Capítulo 01
Iris.
Abril, 2008
Leer, era algo que me transmitía varias emociones confusas y alucinantes entre si pero tan fuertes a la vez como el mismo huracán que desbordaba grandes ventisca y quería llevar todo a su paso. Me dejaba huir de mi realidad y entrar en una nueva, en donde era yo ninguno de mis problemas, era yo enamorándome de sus personajes, era yo queriendo reír, y llorar por cada momento dulce o cruda que vivian, eran esas cosas y más que me haciendo vivir sin estar viviendo mi propia historia. Entre páginas escritas con palabras que te hacia ver más
Y hoy era un día de esos, que me dejé llevar demasiado entre las líneas hasta que saqué la cara del libro y me percaté de algo... que me había alejado de la civilización, era algo que estaba prohibido, nadie podía cruzar la frontera pero fue como si mis pies tuviera vida propia y supieran que el peligro me llamaba. Entre en pánico poco a poco y a desesperarme al no encontrar una solución rápida. Quería huir por donde llegué pero ni siquiera se donde comencé, solo fue una pisa tras otra hasta llegar aquí.
El ambiente era lo más tenebroso que podría verse,niebla que cubría toda la atmósfera y árboles frondosos con ramas torcidas, escuchaba los sonidos de los animales por todas partes.
¿ Cómo no me di cuenta ?
Lo que estaba consciente ahora es que estaba ... Perdida.
— Tranquila, Iris. Tu puedes, no hay nada que temer. No hay nada que ... — deje salir de grito exaltado cuando senti algo húmedo y viscoso sobre mi pantorrilla — que asco.
Sacudí mi pierna frenéticamente y empecé a buscar entre mis cosas algo para poder limpiarme, me agache y sentí una ragafa de viento como levantaba mi faldad sin piedad. Volví a soltar un pequeño grito pero esta vez de desesperación y angustia, mientras que trataba de arreglar mi falda. La rabia estaba siendo un combustible para mi neuronas y lo único que pensaba era escapar de ese lugar.
— ¡Esto es todo, me largo! — Dije con decisión, antes de tratar de levantarme para marchar.
En ese instante sentí una respiración palpitante en mi nuca, el miedo se apoderó de mi paralizandome por completo, no sabía que hacer ni que era lo que estaba haciendo que se me erizada los pelos de punta. Cerré los ojos con inercia por la respiración cálida por mi cuello y el deseo de escapar era más desesperado
Pude sentir como agarraba un mechón de mi cabello lentamente y lo enrollaba entre sus dedos y lo dejaba caer lentamente, como repetía su proceso una y otra vez. Quise voltear a ver que era pero no podía, no quería moverme, me prometí a mi misma que no me iba a rendir en salir viva y fue cuando abrí los ojos y vi cuando con el rabillo del ojos una garras enormes que eran la que enroscada mi cabello. Los cerré de nuevo y tragué fuertemente, pidiendo al más allá que sea lo que sea que me tenga atrapada me deje con vida.
— Déjame ir ... — susurré con el mínimo hilo de aliento que aun contenía mis pobre pulmones.
Que me hacia preguntarme como podría seguir conteniendo aire.
Estaba apunto de sentir que me desmayaba hasta que como la velocidad de la luz, la respiración desapareció y mi cabello fue liberado. Volví frenéticamente para todos lados buscando al menos la silueta de aquella criatura de la noche pero lo único que pude encontrar fue la nada y la oscuridad mezclaba con niebla del lugar.
— ¡Iris, Iris! — escuché mi nombres y a los segundos me encontré con los ojos café de mi mejor amigo , Ethan. — ¿ Qué haces aqui, tememos que irnos ?
— Lo vistes — Dije esperanzada. Giro su cabeza varias veces antes volverme a mirar a mi y negó con la cabeza con desaprobación.
— ¿Qué? — su confusión fue lo que hizo que derramará la última gota de vaso, no pienso que mi propia imaginación la cual amo me halla creado una trampa, se acerco a mi con preocupes — No me digas que te estás drogado
Apoyo sus manos en mis hombros y su mirada fue directa con angustia, me salí de su agarre y negué las más que pude.
— ¿Qué? Estas loco. — empecé a caminar ignorandolo deliberadamente hasta que me acordé de un pequeño detalle. No sé a dónde Ir..
— El camino es por allá — me señaló con un dedo mientras me miraba con una cara de pocos amigos.
— Así claro — Dije con obviamente y camino lo más rápido que pude porque me quería perder todo y más de esa sensación que acabo de sentir.
— Oye, espera. Se supone que yo soy tu héroe no el que dejes botado por que te da la gana – gritan Ethan, tratando de alcanzar mi paso mientras yo tenia mi mente metía en mis pensamientos tan dispersos con miles de preguntas sin respiración, inquieta pero desesperada por informar que no tenía en mis manos pero que no pensaba quedar así.
Yo necesitaba respuestas para calmar esta ansiedad que desde ese día, esa tarde del 2008 me había generado y quería incrementarse más y más. Solo bastaba con ver mi rostro para saber que algo no estaba bien y que solo estaba alterada y nerviosa con los miedos a millón y con el corazón en la garganta.
— ¿Estas bien? — pregunto Ethan con cautela pero mi silencio lo dijo todo.
Todavía estaba procesando todo, desde la calidez de su respiración entre cortada hasta su garras con la delicadeza que agarraba mi cabello castaño, era extraño porque pensé que en ese momento la muerte podría ser la primera opción pero ahora estoy aquí con un chico que es más temeroso que yo y con una linterna en las manos alumbrando el camino que es llamado el portal a nuestra pero pronto ....
Muy pronto llamada entrada a mi perdición, a mi nuevo mundo o... tal vez al infierno...
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