Capítulo 2

2228 Words
—¿Camila? —preguntó Hayley, clavándome la mirada —¿Porque debemos irnos? —cuestioné—. Además debo esperar a Alessia y yo... —¿Qué estás diciendo, Mariana? ¡Ni siquiera la conoces y te quieres quedar con ella! —Hayley... espera —¡¿Desde cuando eres tan estúpida?! —mi corazón se detuvo por un momento, me sentía herida —Lárgate—Amy prácticamente gruñó—, deja de tratarla de esa manera ¿Quién te crees que eres? Estaba segura de que ella estaba a punto de tirarse encima de Amy  para comenzar a pelear como la última vez, pero gracias al chico con el que ella estaba antes eso no sucedió. —Vamos  —él la tomó del brazo y comenzó a llevársela Mi amiga no me quitó la vista de encima por un buen tiempo y en ese momento me sentí avergonzada. Miré la mano de él sobre su cintura hasta que se perdieron entre las personas. No quería que las cosas terminaran de esa manera, solo quería decirle que esperara a que Alessia vuelva para irnos juntas, no quería dejar a mi amiga sola. Incluso era consciente de que ambas se llevaban muy mal porque Hayley había estado con su mejor amiga, pero no era para que se enoje conmigo. —¿Estas bien? —preguntó Lauren Sentí como mis ojos ardían, quería llorar por la manera en la que Hayley me trató y si, era demasiado sensible, pero ella jamás me había levantado la voz. —¿Podemos irnos? —pregunté al ver que las personas nos estaba mirando—. Creo que fue una mala idea. —Solo déjame asegurarme de que mi amiga se encuentra bien —murmuró antes de sonreírme. Dejé lugar para que se pusiera de pie y la miré mientras iba hacia su amiga. Ella parecía afectada, pero Amy la abrazó y luego le dijo algunas palabras. —Discúlpame, quería asegurarme de que ella no se quedara sola —¿Porque no le dices que venga con nosotras? —Porque ha venido con una chica y la llevará a casa ahora. —Oh... Volvió a ofrecerme su mano para caminar y la acepté sin decir nada. Me quedé pensando en Hayley, me sentí extraña al verla irse con aquel chico, pero también quería quedarme con Amy, por alguna razón me agradaba su compañía. —¿Mariana? ¿Donde estás? —había marcado el número de Alessia para avisarle que me iría —Me iré a casa, he discutido con Hayley —Pero espera ¿En que te quieres ir? —¿Recuerdas a Amy? —¿Amy Johnson? ¿La chica mala? —reí  —Si, ella. Me llevará a casa . —Pero tu mamá piensa que estás en mi casa. —Entraré por la ventana, mañana cuando se vaya temprano no irá a mi habitación.  —Espérame un momento y vamos a casa... —No, quiero dormir en mi cama —suspiré—. Mañana te llamo y te cuento. —¿Amy ha bebido? ¿En donde irás? —Pregunta Alessia si has bebido —Amy me miró —No, no he tomado nada —afirmó —Está bien —suspiró—. Me avisas cuando llegas igual. —Te enviaré un mensaje, no te preocupes. Cuando colgué la llamada me di cuenta de que habíamos dejado de caminar, Amy me miraba con una mueca divertida en su rostro. —¿Te has subido a una moto? Lo primero que vino a mi mente fue mi madre. Ella me había prohibido subirme a una moto desde la vez que me atrapó intentando subir a la de un amigo, le daba terror. Pero mi ella no estaba aquí... —¿A dónde vamos? —dije tomando el casco, intentando ser valiente. ¿Mencioné los efectos del alcohol sobre mi? —Donde tú quieras ¿Sigues sintiéndote ebria? —Creo que no... bueno si, un poco. —¿Quieres ir por una hamburguesa? —¡Si! —levanté las manos feliz Ella se subió a la moto y estiró su mano para que la tomara y subirme detrás. No recuerdo haber sentido tanta taquicardia en algún momento, pero sin dudas ahora estaba superando todas las anteriores. Jamás me había subido a una moto y sumando a que me encontraba con Amy Johnson lo hacía aún peor. —Agárrate fuerte, de todas formas prometo no ir tan rápido Recordé que aún tenía la chaqueta de ella sobre mis hombros, así que me la coloqué bien y subí el cierre para no perderla. Luego de tomar una profunda respiración subí detrás de Amy y cerré los ojos cuando escuché como el motor rugía. Quizás sería mucho más difícil de lo que imaginé, así que en cuanto ella comenzó a conducir y  sentí el viento contra mi cara, la abracé la cintura más fuerte que pude. Maldita sea ¿Desde cuando haces estas cosas, Mariana? —Hemos llegado Creo que en un momento me perdí, ni siquiera me había dado cuenta que la moto ya no estaba en marcha y que Amy me miraba con diversión. Fue cuando me di cuenta de que aún seguía un poco ebria, de lo contrario estaría muerta de verguenza pero solo me  bajé lentamente y respiré profundo para no temblar frente a ella. —¿Te ha dado mucho miedo? Si quieres podemos ir en taxi... —No, no te preocupes. Creo que no ha sido tan terrible como lo imaginé —mentí —Eso es bueno —sonrió— ¿Qué hamburguesa quieres? —Una doble —sonreí tímida —De acuerdo. Ahora vuelvo —¡Espera! —ella me miró—. Voy a darte el dinero... —Te he invitado ¿En que momento dije que debías pagarlo?— guiñó un ojo y luego se fue. Me senté en una de las mesas para esperar a que ella regresara. Sin poder evitarlo, mi mente pensó en el rostro enfadado de Hayley al decirle que prefería quedarme. ¿Es que algo podía salirme bien? Los pasos acercándose a mi me hicieron levantar la vista para notar como Amy intentaba caminar con toda la comida en sus manos. —¿Estás bien? —preguntó —Si ¿Porque? —Pareces perdida ¿Seguro que no te arrepentiste de venir conmigo? —No es eso, solo creo que tomé demasiado —No te preocupes, en cuanto terminemos te llevaré a tu casa —sonrió—.Por cierto, siento lo que pasó con Hayley, no era mi intensión que terminara así, la verdad. —Nunca me había hablado de esa manera. —Y nunca debería haberlo hecho.... -Mañana hablaré con ella. Amy no respondió, solo se limitó a asentir y mirar su hamburguesa por unos minutos. Pagaría un millón de dólares por saber que estaba pensando en ese momento —¿Tienes novia? —pregunté comiendo una papa —¿Novia?—rió—. No, no tengo una ¿Y tú? —Creí que salías con Alexa... —¿Y quién te dijo eso? —preguntó arrugando sus cejas —Eso decían en el colegio —levanté mis hombros —Dudo que una cuarta parte de lo que se rumorea en el colegio sea cierto, Mariana. ¿Y que es lo que dicen de mi? —No lo sé —jugué con el papel de la hamburguesa para evitar su mirada —Estoy segura de que tienes la peor imagen de mi si te guías por las cosas que dicen —¿Entonces como eres Lauren? —lamiré interesada y ella sonrió- -—puedo decirte muchas cosas, pero mejor es que tú te des cuenta ¿No lo crees? Los ojos divertidos de Amy me hacia sonreír, no tenía idea de que me estaba pasando, pero esta noche solo me estaba dejando llevar. Ella era hermosa, era realmente hermosa. —¿Me esperas que voy a llamar a mi hermana? —preguntó una vez que terminamos de comer —Claro Por un momento vino a mi mente no volver a casa y esperar hasta que mi madre se fuera, si era atrapada seguramente no saldría de casa por un año. —Listo. —dijo volviendo a sentarse —Amy ¿Podemos ir a tu casa? —pregunté avergonzada —No puedo —ella comenzó a tocar su cabello nerviosa—. Mi hermana está con su novio, lo siento —No te preocupes. —¿Porque lo preguntas? —Porque mamá se irá a lo de mi tía más tarde y solo quería esperar. —Si quieres podemos ir a otro lado ¿Quizás un bar?  —Aún no abren los bares —reí—.Igual muero de sueño, mejor será que me escabulla y vaya a mi habitación ¿Vamos? Ella asintió y me dio una pequeña sonrisa antes de ir hacia la moto nuevamente. Le indiqué la calle de mi casa y solo nos tardamos unos cuántos minutos, ella apagó la moto en el garage de mi casa, al menos las luces no llamarían la atención y debía buscar la manera de que la maldita llave no hiciera tanto ruido. —Gracias —murmuré una vez que estaba en el suelo —Cuando quieras —sonrió —¿El lunes vas a la escuela? —pregunté sin saber que decir —Uhm, claro —acomodó su cabello —¿Entonces almorzamos juntas? —pregunté esperanzada —¿Quires almorzar conmigo? —sonrió de lado —Claro, me encantaría. —Entonces te veo en la escuela —¿Amy? Fue como un impulso sabiendo que ella se iría en ese instante y tomé su rostro para dejarle un beso en sus hermosos labios. Desde que nos habíamos ido de la fiesta tenía ganas de hacerlo y ahora había tomado la oportunidad. —Bueno, esa si fue una sorpresa —dijo sonriente —Nos vemos el lunes —sonreí antes de comenzar a caminar hacia mi casa. Amy me esperó hasta que pude poner la llave en la cerradura sin hacer tanto ruido y con un gran esfuerzo terminé de abrirla, para saludarla con un gesto y entrar a la casa. Vigilé que todos estuvieran dormidos y corrí en puntas de pie por la escalera, rogando que no se despertaran. Cuando logré cerrar la puerta de mi habitación detrás de mi y dejar el seguro puesto, me permití sonreír ilusionada luego de pensar en aquel último beso con Amy. ¿Que fue lo que sentí? Analizando la situación, quizás esto solo estaba sucediendo en mi mente, aún me sentía un poco ebria. ¿Porqué diablos la había besado en primer lugar? Ella fue todo lo contrario a lo que imaginaba. Se comportó amable, fue amable y me trajo a casa sin pedir nada a cambio, entonces ¿Será verdad todo lo que Hayley me decía de ella o solo lo hacía por el simple odio? Mi amiga no me habló en todo el domingo, intenté enviarle mensajes pero jamás contestó. Cuando desperté al otro día me dio mucha curiosidad hablar con Amy, pero lamentablemente ella no me había dado su celular ni tampoco le di el mio. La volví a ver el lunes por la mañana, cuando venía junto con sus amigas caminando por el pasillo. Ella pasó por mi lado, guiñando un ojo y sonriéndome, levanté la mano para saludarla, pero entonces sentí como una mano me tomaba para sacarme rápidamente del lugar. Giré mi rostro encontrándome con Hayley, ella me estaba llevando hacia el patio trasero sin darme tiempo a nada. —¿Que es lo que sucede? ¿Porque me agarras el brazo? —pregunté mirando su agarre —¿Qué pasó con Amy? —preguntó deteniéndose frente a mi —¿Que? —dije sin entender—. No ha pasado nada —¿Tuviste sexo con ella? ¿Se aprovechó de ti? —¿Qué? ¡No! —Mariana, conozco a Amy mucho más que tú y sé de lo que es capaz, será mejor que te alejes de ella —Pero ella no me ha hecho nada... —Ella solo quiere acostarse contigo ¿No lo entiendes? —suspiró—, hace lo mismo con todas las chicas, si no me crees pregúntale a Melissa. —Hayley yo.. No pude responder porque ella chocó sus labios contra los míos de un segundo a otro. Me mantuve estática por un momento, no sabía como reaccionar. Maldita sea, estás besando a la chica de la que estas enamorada. ¡Idiota! Mis labios hicieron un movimiento tímido sobre los suyos, pero no fue avanzando hacia otro nivel. Tenía demasiados sentimientos encontrados. Por un lado estaba saltando felizmente en mi interior por lo que estaba pasando pero por el otro había sido tan estúpida de comprar sus labios con los de Amy. Ella se separó de mi con una sonrisa y mis mejillas se ruborizaron ¿Esto era real? ¿Hayley me había besado? —Mariana...yo... —No digas nada —tapé su boca con un dedo—. Necesito pensar un momento Comencé a hiperventilar mientras me giraba en dirección opuesta a ella, caminando por lo pasillos mientras pensaba en todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas. Besé a Amy y me gustó. Besé a Hayley y también me gustó. Estoy jodida.
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