Esposa Ficticia.

Mi nombre es Isabella Blue, soy apenas una estudiante de medicina, hace unos meses tuve que parar mi semestre porque el costo suele ser muy caro, pero solo será hasta que pueda reunir algo más de dinero para reingresar. Hoy es lunes por la noche, estamos en la mansión del prometido de mi prima, ambos tienen por nombre Diego Stone y Catalina Roll, hoy se celebra su compromiso, pero en realidad la celebración es de ellos, porque mía no es, he amado a ese hombre en silencio durante mucho tiempo y mi prima lo sabe pero aún así no le importó, ¡pero Vamos! Es un millonario atractivo Arquitecto, ¿Quién no se enamoraría de él? A veces puedo ser una persona muy tímida, de echo tan tímida que suelo pasar por desapercibida en todos los lugares. ¿Peor a quien le importa eso?, solo estoy aquí en contra de mi voluntad por amor a mi prima, es mi única familia. Mientras tomo un poco de refresco, mi prima y su prometido se acercan a mi, ambos se veían radiante… y yo… y yo… bueno no tanto. —Buenas noches primita, pensé que no vendrías— Dijo Catalina muy sonriente. —Pues ya me ves, aquí estoy— Le respondí con una sonrisa fingida. —Amor ¿Te acuerdas de mi prima?— Preguntó Catalina mientras me señalaba. —¡No mucho! Pero todo lo que te rodea es bienvenido— Respondió Diego muy serio. —Mi prima está enamorada de ti, así que vino a ver cómo tú y yo somos felices con nuestra próxima boda— Dijo Catalina casi riendo con burla. —¿Catalina por qué dices eso?— Le pregunté enojada. —Es la verdad, tú estás enamorada de él, pero ya sabes que Diego solo tiene ojos para mi— Culminó diciendo Catalina. —Así es, solo tengo ojos para ti— Respondió Diego mientras besaba los labios de Catalina. Después de ver ese beso, sin pensarlo dos veces le eché encima La mitad del refresco que quedaba en mi vaso. Catalina sacaba lo peor de mi. —¿Que te pasa tonta?— Preguntó Catalina enojada, su vestido estaba muy empapado de refresco. Catalina se fue rápidamente llorando, subía las escaleras mientras la observaba, pocos segundos después estaba saliendo de la mansión, sin embargo cuando pensaba que tomaría un taxi que pasaba por la calle en ese momento, alguien me haló del brazo con fuerza hacia un lugar que tenía poca luz. —Que sea la última vez que le haces algo a Catalina, escucha bien esto, ni siquiera sé cómo te llamas y ni me interesa pero si vuelves a hacer algo así soy capaz de encerrarte de por vida en la cárcel, ¿Lo entiendes?— Preguntó Diego enojado. —Le ruego que me suelte, ¿A caso no vio que ella me estaba humillando? Es lo único que hace con las personas que la rodean, le juro que si se casa con ella será el hombre más infeliz de la tierra- Le respondí con nervios pero llena de enojo. —Seguro usted piensa que con quien seré feliz será con usted… vuelvo y le repito no quiero que se acerque a Catalina porque me va a conocer— Culminó diciendo Diego, solo unos segundos después se fue. Después de aquella discusión, tomé un taxi y fui directo a mi pequeña casa, allí vivía con mi mejor amiga Paola y mi prima Catalina, aunque claro mi prima decía que vivía viajando y que por eso no tenía un lugar fijo, su futuro esposo estaría engañado toda la vida. —Buenas noches, ¿Por que regresaste tan pronto?— Preguntó Paola tan pronto me vio entrar. —Solo fui a ser humillada por mi prima, pero estaba vez no se de donde saqué fuerza y le eché el refresco que quedaba en mi vaso, pero eso no es todo, su prometido me amenazó, dijo que era capaz de todo si me acercaba a Catalina— Le respondí un incrédula por allí que había pasado. —Esa Catalina es una mosca muerta, hasta lo tiene engañado, él piensa que ella viaja y resulta que vive aquí en esta pequeña casa con nosotras— Respondió Paola indignada. —Esa prima mía es lo peor que me pudo quedar de familia, después de que terrible accidente, extraño a mi familia, lo bueno es que te tengo a ti, mi querida amiga— Le respondí mientras le abrazaba. Dos horas después, estaba en mi habitación, me había tirado a la cama a pensar, pero a la vez quería cerrar los ojos paga olvidar lo que había sucedido. Derepente Catalina entró sin tocar, eso era habitual en ella. —Me hiciste quedar en ridiculo ante todo el Mundo, ¿Quién te crees?— Preguntó Catalina enojada. —¿Quién te crees tú? Piensas que puedes humillarme cuando se te antoja, ademas dijiste que estaba enamorada de tu prometido, estás loca— Le respondí mientras me levantaba de la cama. —¿A caso estoy mintiendo?— Preguntó riendo. —Es en lo único que no has mentido, porque en todo lo demás, todo lo que sale de tu boca es una mentira— Le respondí mientras me acercaba a ella. —No sabes cómo disfruto verte sufrir, disfruto tanto verte en el piso, cuando me case con Diego te haré la vida aún más difícil, quizás te lleve a casa como sirvienta— Respondió Catalina mientras salía de mi habitación. Honestamente no la soportaba, era muy complicada esa mujer, lastima que es la única familia en esta vida que me queda. Así que solo la tomé del brazo y la lancé con fuerzas fuera de mi habitación. Al día siguiente. Me desperté temprano como siempre, debía de ir a mi trabajo, soy cajera en una tienda de ropa de modas, mientras que Paola mi mejor amiga es una vendedora en la misma tienda. —Tómate un café antes de irte— Dijo Paola mientras me veía bajar las escaleras. —Gracias, me hará muy bien— Le respondí mientras tomaba la taza. —Anoche escuché que estabas discutiendo con Catalina, no quise meterme porque escuché claramente que la pusiste en su lugar. —Es una tonta, créeme que lo es, dice que me llevará de sirvienta a su casa. —Esa prima tuya esta totalmente desquiciada. —¡Ya lo se! Le respondí riendo. —Vámonos por favor, ya sabes cómo se pone el tráfico y la jefa no le gusta que lleguemos pasada de hora— Dijo Paola mientras observaba su reloj.