[JORDÁN]
—Vamos a ser papás —escucho que dice ella, y esta vez su voz suena diferente; llena de una felicidad que no había visto en mucho tiempo.
Mis brazos solo la sueltan un instante para arrodillarme frente a ella, colocando mis manos a cada lado de su cintura.
—Te amo —le digo, mirándola a los ojos con toda la ternura que siento, y beso su abdomen. Ella sonríe, una sonrisa que parece iluminar toda la habitación—. Hola bebé, soy tu papi... Sabes, no estabas planeado, pero dicen que las mejores cosas de la vida llegan sin aviso, y tú eres la mejor de todas —le hablo a nuestro hijo, sintiendo cómo Zehra enreda sus dedos en mi cabello con suavidad.
—Hijo, tienes mucha suerte de tener un papá como él. No sabes lo bueno que es —dice Zehra, y su voz me rompe el alma de la emoción. Me pong
